Corriente Federal de Trabajadores
Los primeros meses del gobierno de Mauricio Macri han sido fecundos en conflictos laborales con miles de despidos y suspensiones. Además de los resonantes casos en el sector público también los hay en cantidad en el ámbito privado, aunque aún no tienen la visibilidad de las censantías en los organismos estatales.
Los 150 puestos de trabajo en riesgo en la empresa Tec-Plata son una muestra más de un 2016 altamente conflictivo para el Movimiento Obrero. Estos se produjeron a fines de marzo, pero la lucha de los trabajadores forzó a una Conciliación Obligatoria que aún tiene vigencia en una negociación que se encuentra abierta.
El jueves 7 de abril se llevó a cabo la primer audiencia de la Conciliación Obligatoria en la cual no ha habido resultados satisfactorios para los trabajadores. La misma ha tenido un desinterés notorio de parte del gobierno provincial que no han enviado representantes del Ministerio de Producción ni de la Aduana. La siguiente audiencia será el próximo martes 12 de abril.
Tec Plata es una empresa que pertenece al consorcio Ictsy Group Company de origen filipino. Lleva más de 25 años operando en diferentes rincones del planeta. El trabajo que lleva a cabo consiste en ofrecer terminales portuarias para carga y descarga de contenedores. En Argentina desembarcó tres años atrás con la construcción de una importante terminal en La Plata inaugurada en el fragor de la campaña electoral por Daniel Scioli.
Días atrás, la empresa emitió un comunicado donde dio sus argumentos para despedir trabajadores donde describía que está «obligada a reducir su plantel de personal hasta tanto formalice un acuerdo con alguna de las líneas armadoras que operan en la región». Es decir fracaso de su proyecto comercial para hacer pie en el mercado e imponer el puerto de La Plata como una alternativa.
En diálogo con Sindical Federal, el trabajador de Tec Plata Julián Zelaya relató como se fueron dando los hechos: “El 28 de marzo nos enteramos por un mensaje de Twitter de que estábamos todos despedidos, posteriormente nos notificamos de que habían mandando los telegramas de despedidos. Somos 150 trabajadores relacionados con la empresa, 120 trabajadores directos y 30 indirectos. Solamente quedaron los cargos jerárquicos”.
Julián Zelaya continuó relatando la sorpresa, la enorme preocupación y los primeros pasos que dieron los trabajadores para enfrentar la situación: “Al enterarnos de los despidos nos convocamos a la sede que la empresa tiene en Ensenada. Allí un compañero recibió un mensaje donde le comentaron que estaban vaciando la terminal, que se estaban llevando los camiones, las grúas y todo con lo que trabajamos. Cuando nos enteramos salimos los 70 empleados que estábamos en la sede y fuimos para la puerta de la terminal. Desde esa noche nos quedamos acampando en la entrada del puerto. Realizamos nuestra primer asamblea ahí mismo en la puerta donde decidimos luchar. Nos dijimos que no queríamos perder nuestros trabajos. Cuando uno se enteran que lo echan se te viene todo el mundo abajo”.
En relación al vínculo con la empresa Julián describió una actitud que fue tensa desde un comienzo no permitiendo la afiliación directa al sindicato de Guincheros que pertenecen según su actividad. “La empresa nunca permitió que el gremio ingresara. Nosotros nos afiliamos por afuera pero la empresa nunca nos encuadró en ese gremio. Los sueldos que ellos nos pagaban a nosotros al no tener encuadre rondan los 10.000 pesos que son bajos en términos de lo que se cobra en el puerto”.
En relación a la actuación del gobierno de la provincia de Buenos Aires fue crítico. “Tuvimos una audiencia en lo que fue la primer audiencia de la conciliación obligatoria donde no se presentaron los organismos del gobierno provincial. No fueron ni el ministro de Producción ni los representantes de la Aduana. No nos dieron respuesta, hubo una falta de predisposición del gobierno”.
En cuanto al devenir de las negociaciones y a la continuidad de empresa, Lezcano dejó entrever un muy moderado optimismo a partir de ciertos datos. En primer lugar mencionó que Tec Plata aún tiene un contrato vigente para operar con una naviera llamada Patagonia Shipping que trabaja con buques de cabotaje.
Para concluir señaló: “Por lo que tenemos entendido la empresa está dispuesta a escuchar y que la provincia le de algún beneficio. Eso lo dijeron recién ayer en la primer audiencia. Por eso esperamos que el gobierno de María Eugenia Vidal tome cartas en el asunto”.
LEONARDO MARTIN (leomartinprensa@gmail.com)
