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HÉCTOR AMICHETTI / El frustrado intento de prohibir al pueblo

Por HECTOR AMICHETTI*

Una vieja manía oligáquica…

El 10 de abril de 1963, mediante el decreto-ley  2713/63, un presidente trucho, marioneta de los militares argentinos, recontraprohibe al peronismo que ya estaba prohibido desde el año 1956.

Sentenciaba aquel decreto:
«Quedan comprendidos en las prohibiciones…»
«Los que hicieran de palabra o por escrito la apología del tirano prófugo o del régimen peronista o del partido disuelto…»
«La difusión por cualquier medio o forma de directivas, declaraciones o actividades del tirano prófugo,,,»
«El contacto por cualquier medio con el tirano prófugo vinculadas a la actividad política o gremial…»

¡No hay caso!

Ni los fusilamientos, ni las persecuciones, las cárceles y el secuestro de Felipe Vallese podían acabar con aquel fenómeno maldito. La proscripción era burlada una y otra vez por el voto en blanco o se alzaba victoriosa con nombre disimulado.

No había manera de aniquilar ese inquieto movimiento arraigado en la conciencia del pueblo trabajador.

Pero es bueno recordar como se presentaba aquel año 1963.
Sin ningún ánimo de comparación queridos compañeros/as.
1962 se había despedido con la renuncia de Alvaro Alsogaray, responsable de una brutal recesión desencadenada por su política económica. El recordado ingeniero había pedido a los argentinos pasar el invierno pero abusó estirándo la petición a la primavera y al verano.

Los sueldos de los empleados estatales eran pagados en bonos y recién en febrero del ’63 comenzaron a cobrar el aguinaldo en 10 cuotas.

Por imposición del FMI, el gobierno había determinado que los salarios de más de un millón de trabajadores/as permanecerían congelados hasta el mes de noviembre.

Los dirigentes peronistas, como resulta habitual, estaban divididos entre los consecuentes con la lucha y los consuetudinarios conciliadores, como era el caso por entonces del neuroperonista Raúl Matera, que terminaría siendo expulsado temporariamente del movimiento.

Buena parte de la dirigencia sindical se mostraba demasiado inclinada a una negociación imposible con un régimen dispuesto a golpear sin piedad los intereses de los trabajadores/as.
Empujada por la dura realidad, la CGT lanzó un Plan de Lucha con un Paro General para el 31 de mayo y una excelente convocatoria:
«Trabajador: silencia las máquinas. Abandona tu trabajo. Plégate a tus compañeros en manifestación de protesta. Empresario, Comerciante, Agricultor: Únete al pueblo. Acompaña a tus obreros en la acción contra los parásitos del país. Crúzate de brazos por 24 horas. Profesores, Estudiantes, Alumnos: Todos mancomunados y unidos deben silenciar el aula, transformando el 31 de mayo en una jornada en que el pueblo piensa en voz alta y protesta públicamente. Partidos Políticos, Centros Profesionales, Sociedades de Fomento, Entidades de Bien Público: Ustedes deben y tienen que participar en esta acción, tendiente a poner fin a este caos y a esta crisis institucional. Comerciante Minorista: Tu que te encuentras tan ligado a la economía del pueblo en tu esfuerzo diario, únete en esta acción a ese pueblo. Paraliza tus actividades en señal de protesta para que las soluciones se produzcan mediante la consulta y la voluntad de todos. Transportista, Camionero, Colectivero: Tu que eres también parte de ese pueblo y conformas su economía y sientes la crisis golpeando a tu hogar, únete a nosostros. Ama de Casa: Tu que eres la encargada del gobierno de tu hogar, que haces equilibrio con los precarios medios que dispones, para que nada falte en tu casa… y ya falta, colabora con esta cruzada, pues en ella tienes un lugar para obtener la felicidad de los tuyos ¡Ayúdanos! Pueblo de la Patria.En este folleto te hemos señalado porque luchamos, que queremos y a donde vamos: la jornada del 31 de mayo debe constituir la reafirmación de nuestros propósitos, de nuestra decisión y del patriotismo que ponemos en cambiar una patria sojuzgada y hundida económicamente, en una nación grande, libre y justa».

El 7 de julio se realizaron elecciones con el peronismo prohibido. La Unión Cívica Radical del Pueblo apenas superó el 25% de los sufragios, el voto en blanco llegó casi el 20%, el asesino Aramburu, como candidato de UDELPA, solo alcanzó poco más del 7%.
¡Fue una nueva Victoria del Pueblo Peronista!

Y la reafirmación de otra contundente verdad de la historia.
No habrá jamás fuerza capaz de prohibir ni derrotar una causa justa, un noble ideal, un sentimiento profundo, cuando se encarna inseparablemente en el corazón del pueblo trabajador.
Así fue ayer, seguirá siendo hoy y será por siempre.

*Secretario General Adjunto de la Federación Gráfica Bonaerense

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