Corriente Federal de Trabajadores
Más allá de que los funcionarios del Gobierno nacional insistan en desmentirlo hay datos concretos que indican que se han perdido puestos de trabajo desde que asumió Mauricio Macri en la presidencia. Un informe del Centro de Economía Política de la Argentina (CEPA) indica que entre diciembre pasado y marzo hubo 141.542 despidos. De ese total de despidos, el 52 por ciento correspondió a trabajadores del ámbito privado y el 48 por ciento restante a empleados del Estado.
El sector más perjudicado ha sido el de la construcción donde fuentes gremiales hablan de 55.000 empleos menos. En segundo lugar en la administración pública, situación que ha sido parte de la agenda mediática a lo largo del verano, y en tercer lugar la industria, con especial énfasis en el sector metalúrgico. La preocupación extra pasa porque aún no está clara la recuperación económica más allá de las promesas de inversiones y mejoras que el Gobierno plantea que se va a producir en el segundo semestre del año.
El desglose que realizó el CEPA reflejó que la cuerda se está cortando por lo más débil: los trabajadores más afectados por los despidos fueron los de menor calificación y los precarizados. “De los 80.446 despidos en el sector privado, 71,88 por ciento corresponde al sector construcción, 23,40 por ciento a industria y 4,72 por ciento al sector servicios”, detallaron. A su vez, en el sector público las cesantías se repartieron entre dos grandes áreas: el Estado nacional (38,28 por ciento) y las provincias (48,56).
Hernán Letcher, concejal por el FpV en el partido de San Martín y director del CEPA no es nada optimista para el futuro próximo: “En lo que refiere a la evolución de la actividad económica, los distintos indicadores arrojan invariablemente caídas en la actividad”. Además enumera una serie de variables nada alentadoras: “Las ventas minoristas evidencian una caída de 5,8 por ciento en marzo. La construcción presenta cuatro meses consecutivos de caída de la actividad desde diciembre de 2015, la producción siderúrgica experimentó un claro declive a partir de noviembre de 2015, acelerándose esta caída a partir de diciembre. El complejo automotriz redujo sus exportaciones”, cayó también “la producción y el faenado de vacunos”.
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