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A 50 AÑOS DE LOS ASESINATOS EN LA REAL / El homenaje, la actualidad

Por LEONARDO MARTÍN

Avenida Mitre y Sarmiento, Avellaneda. Confitería La Real. En la noche del 13 de mayo de 1966 se encontraban allí un grupo de militantes de la Agrupación Revolucionaria Peronista  probablemente charlando sobre la militancia y la resistencia en tiempos de proscripción del peronismo. En medio de la noche irrumpe un grupo de dirigentes encumbrados de la UOM, entre ellos el secretario general Augusto Timoteo Vandor y el adjunto Rosendo García, acompañados de otros dirigentes y de sus culatas. Se sientan en otra mesa, pero comienzan las miradas de desprecio entre un grupo y otro. Por un lado aquellos que resistían y reconocían en Perón el liderazgo del movimiento pese a al destierro y por otro lado Vandor que tenía la ambición de comandar al peronismo sin Perón. En medio profundas diferencias ideológicas y de concepción de la política.

La noche termina mal,la patota de la UOM arremete a tiros en una jornada que dejaría tres muertes. Rosendo García, Juan Salazar y al griego Domingo Blajaquis. Poco tiempo después Rodolfo Walsh se tomó el trabajo de reconstruir la historia con precisión, con una mirada aguda y minuciosa sobre los hechos y el momento político en que se produjeron.  ¿Quién Mató a Rosendo? Fue el resultado de la investigación, un libro imprescindible que relata lo que sucedió esa noche en La Real.

50 años después, en la misma ciudad, Avellaneda, pero esta vez en Sarandí, a metros del Viaducto, se hizo un merecido homenaje a Juan Salazar y Domingo Blajaquis. Ambos eran parte de la resistencia peronista y en el caso de Blajaquis, con una larga historia de militancia que atravesó al PC pero que abrazó con fervor y con un compromiso de hierro la causa peronista tras el espanto de ver a las Fuerzas Armadas bombardear a su propio pueblo en 1955.

En el centro cultural y local partidario Un Grito de Corazón de la agrupación Martín Fierro se recordó esa noche en la confitería La Real, con el homenaje al compromiso de los viejos militantes que mantuvieron la llama viva del peronismo, pero con una lectura desde el presente, desde la actual coyuntura político y económica. Con la presencia de Jorge Ferraresi (Intendente de Avellaneda), Héctor Amichetti (Federación Gráfica Bonaerense), Walter Correa (Sindicato de Obrero Curtidores), Francisco Alonso (sobreviviente de la balacera), Enrique Arrosagaray (historiador) y  Ernesto Ojeda (Corriente Martín Fierro).

Cada integrante de la mesa fue exponiendo haciendo eje en los sucesos de la época, pero con un punto en común: la historia y su recurrencia en el tiempo. Cuestiones que se discutían durante aquellos años aún guardan notable actualidad. El avance liberal sobre las conquistas y derechos de los trabajadores y el rol de los dirigentes sindicales y la dualidad ante esta situación: quienes resisten y trabajan para el Movimiento y quienes son los que se acomodan en busca de ambiciones más bien personales.

Enrique Arrosagaray fue el encargado de narrar los hechos, lo que sucedió esa noche en La Real y describir quieren eran y cuál era el rol político que cumplían Blajaquis y el resto de los integrantes de la mesa. Allí también la mención especial para John William Cooke, líder de la resistencia peronista revolucionaria en el país durante aquellos años. Por su lado, Francisco Alonso, militante y sobreviviente esa noche,  recordó a sus viejos compañeros de ruta, al viejo Blajaquis y a Salazar con algunas historias de la militancia de ambos.

Con la intervención de Walter Correa la noche fue tomando calor político ya con la mira en el presente. Mencionó el orgullo de que Blajaquis “haya sido un compañero curtidor” por el paso del Griego en el oficio. También el reconocimiento a la ciudad de Avellaneda por su “histórico compromiso” con la causa peronista, desde la organización del 17 de octubre de 1945.

En la lectura del presente Correa fue claro y contundente acerca de los objetivos necesarios para encarar la resistencia al macrismo: “el desafío es unir a la movilización del día 13 de abril (retorno de CFK) con la del 29 de abril. No se trata de unir a los dirigentes, pero sí de los trabajadores”.

Correa expresó en su discurso un tácito reconocimiento del liderazgo político de Cristina Fernández e hizo guiños a Jorge Ferraresi al que mencionó como la “punta de lanza” en la oposición a las políticas que implementa el macrismo.

Hector Amichetti, hizo un discurso elevando el tono, con elementos de la historia pero siempre con la mira en el actual proceso político y en el rol que toman los dirigentes en el mundo gremial y el político. “Hay que recordar a nuestros mártires porque ellos nos van indicando el camino por donde tenemos que rumbear”. Prosiguió: “lo que pasó en la historia se repite hoy (…) en esa época había dos líneas de peronistas: los que negociaban y los que peleaban contra la dictadura”.

En continuidad con el análisis histórico fue crítico del rol de Vandor por “traicionar al movimiento”. Allí emergió el recuerdo de la CGT de los Argentinos que “nació porque hubo dirigentes que traicionaron a los trabajadores”.

Amichetti en su exposición arremetió contra ““esos dirigentes gremiales que estaban desesperados para que los llamen para un pacto social para discutir el Impuesto a las Ganancias en enero pasado. ¿Imaginen si en el encuentro en La Falda en 1957 se hubiera planteado eso?. Ahí sacaron el programa más digno que aún tiene vigencia hoy. Decía necesitamos un Estado fuerte que controle el comercio exterior, que había que destruir a los monopolios, defender la unidad latinoamericana e integrar las economías para garantizar la independencia del país. Eso era un programa del Movimiento Obrero. Nosotros Mantenemos la continuidad con el programa de Huerta Grande, con la CGT de los Argentinos, con los 25 puntos de Saúl Ubaldini. Son los programas que tenemos que reconstruir los trabajadores al proyecto de la oligarquía” finalizó entre aplausos.

El Secretario General de los gráficos siguió en línea con los cuestionamientos a dirigentes que son parte del Movimiento “¿Como se puede entender que había compañeros nuestros que hablaban en contra de los fondos buitres y terminan votando el endeudamiento del país?. Esos son traidores”.

En cuanto a las perspectivas y a la acción que hay que tomar también dio su punto de vista:

“Tenemos que reagruparnos con los compañeros como Jorge Ferraresi que se plantaron de movida ante este Gobierno . Hay discusiones que hay que llevar dentro del Movimiento Peronista, del Partido Peronista pero lamentablemente hay compañeros que no quieren discutir nada (…) El tiempo que le demos a este Gobierno es el tiempo que van a usar para destruirnos. Hay que cortar el camino, organizar y levantar al Pueblo como hemos hecho siempre en la historia”.

Finalizó con los discursos el intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi con un tono más calmo pero con definiciones filosas. Para referirse al gobierno encabezado por Mauricio Macri evitó las ambiguedades: “vinieron a saquearnos de modo urgente, rápido y violento”.

También apuntó a sectores de la dirigencia peronista sindical “Hay compañeros que arreglan cosas personales”. En ese sentido luego continuó afirmando su compromiso y reconociendo el liderazgo de la expresidenta  “algunos quieren al peronismo sin Cristina como otros, en otra época querían al peronismo sin Perón”.

Al referirse al Partido Justicialista fue muy crítico con el contenido de la unidad que se viene planteando: “No nos comamos más de la unidad, unidad con quién ¿con los traidores? El desafío es la unidad, con un concepto ideológico, con los convicciones que Nestor nos dejó en la puerta de la Casa de Gobierno”.

Fin de una noche de recuerdo, de emoción por el recuerdo de compañeros que fueron parte de la resistencia y con definiciones fuertes, concretas, sin ambiguedades de cara al futuro.

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