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CHARLA PROTECCIÓN DEL TRABAJO / «Con este proyecto no hay esperanza»

Por LEONARDO MARTÍN

El Instituto Patria fue sede de la charla “La Protección de los Trabajadores, una perspectiva histórica, jurídica y política” impulsada por la Corriente Político Sindical Federal junto a la Corriente de Abogados Laboralistas 7 de Julio. Participaron de la misma Abel Furlán, Alvaro Ruiz, Leandro Macía, Vanesa Siley y Edgardo Depetri.

El diagnóstico frente a las políticas del macrismo fue desalentador en relación a la protección  del empleo y a las condiciones de los trabajadores. A partir de las medidas tomadas en estos primeros meses las políticas apuntan hacia la pérdida de empleos, que permita disciplinar al movimiento obrero, y a una precarización en las condiciones de contratación y en la capacidad de afrontar los embates sobre los derechos laborales desde las organizaciones gremiales.

El desafío planteado en la charla fue cómo enfrentar estos avances, comprender y buscar herramientas conceptuales, jurídicas y prácticas para resistir al macrismo.

Abrió la charla Leandro Macía, de la Corriente de Abogados Laboralistas 7 de Julio que aportó una mirada desde el aspecto jurídico resaltando la necesidad de que el “campo popular piense una Justicia nacional y popular”.

Argumentó que dentro de los tres poderes de la Nación el único en el cual el movimiento obrero no puede incidir a partir de su acción es en el Poder Judicial. “Puede acompañar e impulsar proyectos con el Poder Ejecutivo, lo mismo en el Legislativo, pero es difícil ver la inserción del movimiento obrero en el Poder Judicial”. Luego expresó la necesidad de  “actuar desde las instituciones intermedias para poder efectivizar una acción real de los trabajadores en ese estamento”.

Macía también hizo un planteo alrededor de la formación que reciben los abogados, que en definitiva son los que terminan ocupando los puestos en  el Poder Judicial. “Hay que revisar qué enseñan los programas de la facultad de derecho, quienes dictan las clases, con qué conocimientos se recibe un abogado” para concluir: “La Justicia va a ser lo que es a partir de los abogados formados en las universidades que paga el pueblo”.

Finalizó su exposición con un enfoque más abiertamente político: “Cuando vienen por los derechos de los trabajadores vienen por la libertad económica, por la soberanía política y la Justicia Social”.

Alvaro Ruiz, abogado laborista de extensa trayectoria e integrante de la Corriente Político Sindical Federal fue el segundo expositor. En su discurso resaltó la necesidad de pensar al movimiento obrero no sólo en la faceta meramente gremial sino dentro de un programa más amplio. Mencionó los grandes planteos obreros en la segunda mitad del siglo XX en nuestro país que tuvo en La Falda en 1957, en Huerta Grande en 1962, en la CGT de los Argentinos en 1968 y en los 26 puntos de Ubaldini en 1982 los grandes programas desde el movimiento obrero para pensar a la Argentina. “Tales pronunciamientos  han dado la identidad a este sector. Desde entonces desde los trabajadores no se pensó un proyecto sistemático de país” mencionó.

Se extendió en relación a ese punto: “Las reinvindicaciones gremiales se dan siempre dentro de un proyecto de país. Sin este contexto las reivindicaciones son siempre foquistas, pero no como un proyecto integral”.

Ruiz expresó una visión demoledora del macrismo y de sus objetivos,”de la defensa del trabajo y los trabajadores se pasó a la defensa del capital” en comparación a los 12 años de kirchnerismo. “Es necesario el disciplinamiento obrero que se logra con el temor a perder el empleo, con la desocupación y con la baja del salario. A ese disciplinamiento se agrega el de las organizaciones sindicales, que se debilitan porque disminuyen formalmente la cantidad de trabajadores que pueden representar”.

Desde diciembre pasado según un estudio del CEPA (Centro de Economía Política Argentina) se produjeron 170 mil despidos, de los cuales un 56 % fueron en la construcción y un 38 % en la industria. “Hay una creciente ola de despidos. El Estado ha comenzado con esos despidos. Melconian lo decía en la campaña que se necesitaban dos millones menos de trabajos y romper con la fortaleza sindical en la Argentina. Ese estímulo se traslada al sector privado. Hay muchos despidos en industria y esto habla de un país que no quiere a la industria”.

Para cerrar hizo un análisis desesperanzador de las políticas macristas: “Los lineamientos básicos de la política que se está llevando a cabo en el país necesita no menos de un 15 por ciento de desocupación, la caída del salario real, enfriamiento de la economía como una manera de contener a la inflación y manejar una variable como el dólar. Cambiar la matriz productiva, desalentar la industria, favorecer la actividad primaria y agroexportadora y combatir lo que tiene que ver con la sustitución de importaciones. Todo eso necesita además un pueblo y organizaciones disciplinadas. Lo que completa esta política es una represión feroz”.

Abel Furlán, diputado nacional y secretario general de la UOM Campana-Zárate,  en su discurso apuntó en la misma dirección y a una activa política desindustrializadora del macrismo: “ Hay un combo perfecto para afectar a la industria. Apertura indiscriminada de las importaciones, las tasas de interés para que las Pymes no puedan lograr ningún tipo de financiamiento, el impuestazo a la energía y el gas, la duplicación del proceso inflacionario. Es el modo perfecto para poner de rodillas a la industria”.

También planteó que el objetivo del actual es generar una estampida del índice de desempleo: “Vamos a un modelo de mayor pérdida de empleo, lo necesitan porque es la manera de domar a las organizaciones gremiales y a sus dirigentes y de imponer el miedo a los trabajadores. Nos corren el eje porque ya no vamos a discutir por reivindicaciones laborales, vamos de rodilla a pedir que no nos dejen sin trabajadores. Ya sabemos cual va a ser el resultado con el proceso que empezó el 10 de diciembre pasado. Con este proyecto no hay esperanza”.

Edgardo Depetri, diputado nacional por el Frente para la Victoria con origen en el movimiento obrero, fue enfático en su intervención. También apuntó abiertamente al macrismo y a sus políticas: “Hoy nos gobierna el mercado con la oligarquía terrateniente, el sector financiero, la Sociedad Rural, los grupos monopólicos de la comunicación”. En su mirada el acuerdo con los fondos buitres, el cual significó para la Argentina un endeudamiento de 16.500 millones de dólares implica “volver a la financiarización de la economía”.

El único interés del capital es su acumulación de ganancia. Eso lo hacen a costa de la desocupación de los trabajadores, de los bajos salarios y de subordinar el país a la lógica del capital financiero internacional” argumentó.  

Respecto al movimiento expresó que “el primer rol es defender lo que hemos conquistado durante los gobiernos de Néstor y Cristina. 5 millones de puestos de trabajo, defenderlos con los que se la banquen porque en el movimiento obrero hay muchos que están del otro lado”.

Vanesa Siley, secretaria general de Sitraju-Caba (Sindicato de Trabajadores Judiciales) se refirió al fallo reciente de la Corte Suprema de Justicia que limita el derecho a huelga cuando esta no sea promovida por el sindicato. Explicó que más allá de una primera impresión donde esto puede parecer positivo para los gremios en realidad no es positivo para los trabajadores. “El fallo tiende una trampa. Pretende enemistar a los trabajadores con su organización sindical y con los dirigentes gremiales, no hay que perder de vista que la contradicción principal es la de trabajadores y empleadores. Es un fallo que tiende a darle herramientas a los empleadores”.

Siley se refirió al caso José López y la denuncias de corrupción constantemente fogoneadas por los medios de comunicación de mayor penetración: “Quieren volver a un esquema de desconfianza en sus representantes, de escepticismo. Tenemos que fortalecer todas las herramientas que históricamente tuvimos para organizarnos. Tenemos nuestras herramientas orgánicas. Si tenemos al sindicato tenemos que cuidarlo y hay que fortalecer al colectivo. Eso va a evitar que se rompa la solidaridad y el tejido social”.

El diagnóstico de los diferentes discursos fue absolutamente pesimista con la orientación del macrismo. Sin embargo, en todos se expresó primero la necesidad de resistencia y enfrentar a estas políticas con la mirada puesta en volver a gobernar en el futuro. Lo sintetizó Abel Furlán:  “Hay que seguir este camino de resistencia que nos permita recuperar el poder en Argentina”.

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