Corriente Federal de Trabajadores
Antonio Donello es el secretario general de la UOM de Rosario, un ciudad industrial potente que hoy ve peligrar miles de puestos de trabajo ante las políticas del macrismo. El dirigente metalúrgico, en diálogo con Sindical Federal, describió la situación del sector y las perspectivas negativas si no hay un cambio de rumbo rápido.
La caída de la producción y la amenaza de cierre de muchos establecimientos industriales a lo largo del país es una realidad cada vez más cercana. El plan para ser “el supermercado del mundo” planteado por el presidente Mauricio Macri en su discurso en La Rural evidencian políticas para priorizar la industrialización de los productos provenientes del agro para capitalizar la ventaja comparativa del sector pero deja afuera a centenares de establecimientos que producen otros bienes de consumo para reemplazarlos mediante la importación. Es decir miles y miles de puestos de trabajo en riesgo y un empobrecimiento brutal para los sectores populares.
Rosario hoy es una muestra cabal de esas preocupaciones. 1000 trabajadores suspendidos sólo de la UOM en el importante cordón industrial de la ciudad. Peligra la fabricación de toda la línea blanca que allí se hace por la baja en el consumo interno y por la apertura de importaciones. También del sector automotriz con el armado de los colectivos de media y larga distancia que sufren la importación de vehículos de Brasil.
Antonio Donello, secretario general de la UOM de Rosario, trazó un panorama complejo para los trabajadores industriales de la ciudad. Suspensiones e incertidumbre para el futuro ante las políticas del macrismo que arrasan con la producción nacional.
¿Cómo está hoy la situación en Rosario del entramado industrial en la ciudad?
Hemos tenido suspensiones, despidos pero lo que nos está preocupando en el cordón industrial de Rosario es la caída de la producción, de la demanda, la baja productividad que se está teniendo en la industria. Vemos que no hay consumo y poder adquisitivo en los trabajadores, que se perdió. Estamos viendo que los acuerdos que logramos están en duda. Si de acá hasta septiembre, octubre esto sigue así no se como va a terminar esta situación. Hoy tenemos casi mil personas en régimen de suspensión. Si el mercado no mejora va a haber una situación muy preocupante para todos. Hoy, por poner un ejemplo, tenemos plantas que están preparadas para hacer cien heladeras por día y si hoy el mercado pide cincuenta, sesenta heladeras ¿qué pasa con el resto? Hoy no veo ese momento, no veo señales en el mercado para que siga creciendo. Eso nos está preocupando mucho porque uno no tiene que esperar que esto explote. Tenemos que buscar una solución antes.
Han sufrido la importación de heladeras de distintos países como Brasil, México, Turquía. ¿Es otra preocupación adicional?
Este año han ingresado 60 mil heladeras importadas. El año pasado habían entrado 21 mil heladeras pero eran todas heladera de alta gama, que no se hacían en la Argentina. Esta vez entraron 60 mil heladeras que si se hacen en Argentina. Pegó directamente en la producción nacional.
¿Le pudieron plantear esta situación a las autoridades?
Se la planteamos y los empresarios nos dijeron que cometieron un error cuando en diciembre habilitaron todos los pedidos de importación que iban a rever pero nosotros no vemos esa situación. Otro problema que estamos teniendo en Rosario es en la fabricación de colectivos, que se hacen en esta zona. El 90 % de los micros de media y larga distancia se hacen en Rosario. También estamos teniendo problemas ahí porque nos están entrando los colectivos de Brasil. Si no se frena eso nos va a generar un problema muy serio en Rosario. Están en riesgo casi mil puestos de trabajo.
Hace unas semanas se hizo un gran acto el Movimiento Sindical Rosarino. ¿Cómo está hoy la situación sindical en la ciudad? ¿hay unidad en la acción?
Estamos trabajando para la unidad en la CGT, pero para la lucha hay unidad. Hemos tomado una postura que cada problema de cada sindicato es de todos. Cuando un gremio tiene un problema acompañamos como cuando en la UOM necesitamos que nos acompañen lo hacen. Estamos siendo solidarios entre los trabajadores, si no somos solidarios esto va a terminar mal. Lo que estamos esperando nosotros es que el Gobierno reaccione y cambie el rumbo económico y del país hacia una idea más productiva porque sino va a terminar transitando los caminos de los `90 y no queremos terminar como en el 2001. Eso ya lo vivimos y es triste. Los argentinos no podemos cometer dos veces el mismo error.
¿Está viendo más unidad en las bases que en las cùpulas nacionales de la CGT?
Creo que todo lleva su tiempo y su momento. De acá tenemos que salir con todo, lo más que podamos todos juntos. Quizás no logramos el 100 % de la unidad pero si salimos con el 70 % de la unidad va a ser muy importante. Lo único de lo que tenemos que estar convencidos es que el movimiento obrero va a defender los puestos de trabajo en las calles si es necesario.
Uno de los planteos de la Corriente Político Sindical Federal es que las delegaciones regionales no tienen representación en la conducción de la CGT nacional. ¿Cuál es su opinión?
Le voy a hablar de lo que yo pienso del gremialismo. El lugar en el gremialismo lo gana cada dirigente, las instituciones no son malas. Si una CGT no tiene peso en su ciudad no hace falta que esté en Buenos Aires tampoco. Primero hay que tener peso en los lugares propios y después de ahí no hace falta nada más, todo se traslada solo. Creo que las regionales de la CGT tienen que tener autonomía porque cada región es diferente, cada uno tiene que pelear a su criterio. Una provincia puede andar bien y otra mal, cada regional tiene que analizar su situación y sobre eso actuar. Esto igual con todas las seccionales de la UOM, podemos andar mal todas o bien todas, pero si alguna anda mal va a tener que salir a pelear y las otras a acompañar.
Respecto a los aumentos a los tarifazos, ¿cómo los ha afectado?
Acá impacto mucho. En Santa Fe la luz era ya mucho más cara antes del tarifazo y realmente eso afectó mucho. Le voy a dar un ejemplo, una empresa de seis, siete trabajadores pagaba 10/15 mil pesos de luz antes, ahora paga entre 100 y 120 mil pesos. Esos 100 mil pesos que paga de más era lo que ganaba la empresa. Hoy paga más las tarifas y encima vende menos, ¿cómo hace para subsistir y mantener a los trabajadores? Acá también hay que cuidar a las empresas porque si no no hay trabajadores.
¿Tiene alguna manifestación o convocatoria la UOM en Rosario por estos conflictos?
El martes (2 de agosto) vamos a estar en Planta Navarro (perteneciente a Acindar) reunidos con los diputados provinciales de la Comisión de Trabajo porque estamos teniendo problemas con Acindar porque quieren cerrarla. Reducieron un turno y sabemos que atrás de eso van a plantear el cierre.
¿Cómo es la situación en Acindar?
En la planta de Rosario quieren pasar de tres turnos a dos. Ahí se perderían 40 puestos de trabajo con jubilaciones y retiros voluntarios que eso sería lo menos doloroso. Pero sí estamos preocupados por los 150 puestos que quedan porque no se presenta ningún plan de trabajo ni siquiera de acá a fin de año. Ya hemos pedido una reunión con el gobernador, con la intendenta, con la Comisión de Trabajo, con diputados y todavía no nos han dado una respuesta. Si en cuatro meses no nos presentaron un plan de trabajo en seis meses es porque no lo tienen.
En cuanto al Ejecutivo provincial y al Socialismo en general que gobierna la provincia. ¿Está trabajando activamente para defender los puestos de trabajo?
En lo que pueden nos acompañan pero creemos que la provincia puede hacer un poco más. Eso se lo vamos a plantear a los diputados de la Comisión de Trabajo para ver cómo encaramos esta situación. No es culpa de la autoridades provinciales el aumento energético pero deberían en la pequeña y mediana industria ver cómo se le puede dar una mano.
ENTREVISTA: Lautaro Fernández Elem y Leonardo Martín.
TEXTO: Leonardo Martín.
