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MARCHA FEDERAL / Impactante cierre en Plaza de Mayo

La Marcha Federal concluyó con un acto multitudinario en Plaza de Mayo en el cual se estima que asistieron 200 mil personas. Entre los oradores hubo fuerte críticas al macrismo, la necesidad de unidad en el movimiento obrero organizado junto a las organizaciones sociales y el llamado un paro nacional que ponga freno al ajuste económico que está llevando adelante el Gobierno.

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 Por LEONARDO MARTÍN

Una multitud desbordante se movilizó a Plaza de Mayo en el acto de cierre de la Marcha Federal. Cinco columnas  desde diversos puntos de la geografía argentina confluyeron frente a la Casa Rosada, tras dos días previos de marcha, con el agregado de otros gremios, organizaciones sociales y estudiantiles, cooperativas, trabajadores de la economía popular, agrupaciones políticas y organizaciones que representan a las pequeñas empresas. Una participación multisectorial, masiva  y con una certeza: las políticas del macrismo nos llevan a un abismo social.

Los organizadores hablaban de una cifra de 200 mil personas ocupando la Plaza, la Avenida de Mayo con columnas que se extendían hasta la misma 9 de Julio y con las Diagonales Sur y Norte también pobladas de manifestantes. Miles de banderas, pecheras con inscripciones de los más diversos gremios y organizaciones del país, tonadas múltiples que afirmaban la federalidad de la marcha. Una convocatoria que no llevaba cualquier nombre, que se decidió que fuera Marcha Federal para evocar aquella que dio el puntapié en 1994 para combatir al neoliberalismo encarnado en  Carlos Menem y Domingo Cavallo. 22 años después hay historias que se repiten, por suerte en esta ocasión, con una reacción más veloz y con una multitud que sabe que tiene mucho para perder si no ocupa las calles y trabaja activamente para detener al macrismo.

La convivencia armoniosa y bulliciosa en las calles se podía ver de algún modo representada en el escenario donde había casi un centenar de dirigentes de diversos orígenes. Los discursos fueron de los representantes de las organizaciones sindicales que convocaron activamente a la marcha: Daniel “Tano” Catalano, Pablo Micheli y Hugo Yasky. Allí se expresó un diagnóstico lapidario con las políticas del macrismo, se recordó a Milagro Sala en diversos pasajes, inclusive con la lectura de una carta enviada por ella,  y sobre todo, lo más importante a nivel político, hubo una coincidencia en la necesidad de la unidad.  La unidad del campo popular, en sus variadas expresiones, que permita lograr la fortaleza suficiente para enfrentar al proyecto de país neocolonial de las oligarquías locales que hoy lleva adelante Mauricio Macri y sus ministros provenientes de los puestos gerenciales del capital financiero y de tantas otras poderosas empresas que actúan en el país. Todo atravesado por una impronta latinoamericana del acto, que inclusive tuvo dos oradores invitados, uno de Uruguay y otro de Brasil.

Hugo Yasky, encargado de cerrar el acto con un notable discurso, afirmó esa necesidad de una unidad amplia, con lazos que van más allá de la confluencia de las organizaciones sindicales. Señaló que la “unidad  marca un momento nuevo en la confluencia del movimiento sindical y de los movimientos sociales. La unidad en la convergencia con el movimiento estudiantil, con los organismos de derechos humanos, la unidad con los pequeños productores de las Pymes y del agro. La Unidad con los trabajadores informales, las empresas recuperadas, la CTEP, FTV, El Frente Transversal. Unidad con las organizaciones de izquierda y con las que representan al sector agrario. Esa unidad es el mapa del campo popular que el neoliberalismo quiere dividido, quiere roto. Si ellos logran dividir, van a dominarnos (..) Hay que construir la unidad para la lucha, por la emancipación y la justicia social. Si construimos esa unidad somos invencibles”.

En un tramo del discurso Pablo Micheli también apuntó en la misma dirección: “Hay que dejarse de joder con el interés individual y pensar en la patria. Esta diversidad nos tiene que dar la madurez suficiente, sin olvidarnos de las diferencias, pero las discutimos en las calles. Hay que construir unidad con inteligencia”.

Retomando en la composición del escenario, siempre un dato político interesante para los analistas y periodistas, contenía una muchedumbre. Casi un centenar de dirigentes, organizadores de los gremios con pecheras de gremios estatales, iban y venían. Dentro de la desprolijidad el escenario transmitía una imagen de amplitud y fervor. Más allá de los oradores mencionados, tuvo un lugar central la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) en ese armado. En la primera línea se podía ver a Héctor Amichetti, Sergio Palazzo, Horacio Ghilini, Vanesa Siley, Fabián Felman, Pablo Biró, Walter Correa,  entre otros. Todos representantes de gremios de la CFT,  un espacio sindical político que va ganando en volumen semana a semana.

También se podía ver en el escenario las presencias de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, entre ellas Estela de Carlotto y “Tati” Almeyda, a Jorge Ferraresi, Gabriel Mariotto,  Luis D´Elia, Victor Santa MaríaEnrique Jozami, Magdalena Sierra. También estuvo allí Pablo Moyano, cuyo gremio  Camioneros adhirió sobre el final y que tiene a su padre como uno de los gestores de la histórica Marcha Federal de 1994. ¿Habrá sido solo un déjá vú de épocas combativas o una primer señal de acercamiento y coincidencia de un duro diagnóstico del devenir social que requiere una acción activa?

SIN DUDAS FRENTE AL MACRISMO

Como describimos líneas atrás el diagnóstico sobre el macrismo no dejó lugar a ninguna especulación. Argentina transita un camino hacia una mayor desocupación, pobreza, desindustrialización y con un pueblo padeciendo esas políticas con un escenario social desalentador. Yasky lo describió acertadamente cuando le pidió al presidente “que lea la realidad de lo que pasa en la calle y en la calle lo que hay es hambre, es desazón, tristeza y miedo al futuro como hace mucho no teníamos en nuestro país”.

Un Micheli enfervorizado también dijo lo suyo: “No queremos ajuste y esa es nuestra ideología, la ideología de lucha, de un pueblo que siempre luchó y que no se merece que un grupo de gobernantes nos saqueen como lo están haciendo. Quieren hablar de un cambio en la Argentina y profundizan el ajuste. Hablan de que hay que darles tiempo, pero cuando tienen que transferir recursos a las mineras y el capital concentrado tienen una celeridad pasmosa, firman rápidamente. Ahora cuando tiene que reabrir paritarias comienzan a poner peros. Y quieren que los trabajadores aceptemos gratuitamente sin luchar que nos rebajen el salario” bramó el lider de la CTA Autónoma.

“Tano” Catalano, al borde de la disfonía y con una notoria campera deportiva de Venezuela, rebosante de color dentro del contexto del escenario, también apuntó con dureza al macrismo y al argumento que propagan los medios de mayor capacidad de fuego sobre una desestabilización en marcha: “Aquellos grupos que están diciendo que los trabajadores ponemos palos en la rueda, a esos que están diciendo que somos desestabilizadores, seamos claros. Acá los que estamos desestabilizados somos los laburantes, porque nos desestabilizaron la vida cotidiana, porque nosotros veníamos de una argentina con laburo, donde nos alcanzaba la guita, donde no nos reprimían. Viviamos otra patria. Es importante que sepa Mauricio Macri que no hay nada más democrático que los trabajadores luchando por sus derechos”. Hubo varios pasajes donde se reivindicó el proceso político de los últimos doce años, sin embargo hubo pocas menciones directas a las figuras de Néstor Kirchner y de Cristina. Si abundaban en banderas y remeras que se multiplicaban a lo largo de la Plaza.

LA NECESIDAD DE UN PLAN DE LUCHA

La unidad y la necesidad de un plan de acción concreto, que incluya el llamado a un paro general, se puede visualizar como las dos caras de la misma moneda. Yasky fue contundente: “Vamos a dar batalla en el sector público y en el privado para que no haya un solo despido más. Necesitamos discutir la Emergencia Ocupacional para garantizar que ni un solo trabajador quede en la calle (..) Necesitamos que el salario no tenga cepo, que la jubilación tenga un aumento de emergencia, que la pequeña empresa no sufra el tarifazo, que la familia no tenga que elegir entre comer o pagar los servicios”.

Luego continuó con un guiño para la central que dirige Pablo Micheli: “Hoy los compañeros de la CGT se han unificado y tenemos que seguir el ejemplo. Las dos CTA tenemos que buscar ese momento”. Ante una mirada de una plaza que impactaba por la convocatoria dejó picando una propuesta: “Si ahora somos 200 mil, ¿qué pasa en este país si dentro de veinte días o un mes convocamos a un enorme acto de todas las centrales sindicales? ¿dónde vamos a tener que hacerlo para que entre la gente? Ese es el desafío”.

Por su lado Micheli también enfocó en la necesidad de un paro: “Va a haber paro nacional más temprano que tarde. Por eso estamos juntos acá. Por eso estamos dejando de lado las diferencias con estas convicciones. O cambian la política económica o acá va a haber lucha todo el tiempo. A no conceder ni un solo milímetro de las conquistas logradas”. Si algún desprevenido pasaba por Plaza de Mayo sin conocer el pasado político reciente del orador podría haber pensado tranquilamente que se encontraba ante un dirigente cercano al anterior oficialismo y no a un crítico encendido como lo era el líder de la CTA Autónoma.

Un punto señalado por Hugo Yasky es la convocatoria a participar movilizando el día de las audiencias públicas por el tarifazo a realizarse el próximo 16 de septiembre. La Corriente Federal de Trabajadores también viene apuntalando esa convocatoria. “El día de las Audiencias Públicas por los tarifazos las dos CTA y la CGT vamos a convocar a estar movilizado y presente discutiendo el nuevo cambio de tarifas”.

Otro tema sensible planteado por el referente de la CTA de los Trabajadores es una de las discusiones que se repetirán en los próximos meses: la reapertura de las paritarias. “Queremos sacar los palos en la rueda que metieron en nuestro salario, queremos que se reabran las paritarias. No queremos un bono para llegar a fin de año, queremos un salario para llegar a fin de mes.  Hay que luchar para reabrir la paritaria. Si no se reabre la economía del país se va a seguir hundiendo. La Crisis de las pequeñas empresas tiene que ver con que el mercado interno se está retrayendo”.  

La retirada fue efusiva en un comienzo, con papelitos volando y dando un tono festivo al escenario, con la música de Ataque 77 atronando la plaza. A esa altura con celulares con batería escasa disparando las últimas fotos grupales, alguna “selfie”, un testimonio de la jornada que muchos seguramente subirán a las redes sociales, otros tantos los guardarán en la intimidad de la memoria del teléfono. Con la multitud en busca del micro en que llegó y tantos otros buscando la SUBE para regresar a sus hogares se fue vaciando una plaza donde se comenzó a sentir con mayor fuerza el viento invernal.

Vale destacar una frase del “Tano” Catalano en la cual parafraseó una de las tantas máximas del General Perón. Metáforas sencillas, al alcance de todos, pero no por ello con una profundidad comunicativa envidiable para describir una situación política:”los pueblos trabajadores son como el agua y la táctica de la oligarquía es la de los diques para que el agua no pueda avanza. Pero el agua no es mansa, el agua se rebela, avanza, busca por donde filtrarse, empuja y al agua logra romper los diques. Que este gobierno tenga claro que el movimiento obrero organizado no va a ser parado por ningún dique”.  

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