Corriente Federal de Trabajadores
Los pilotos de líneas aéreas han estado en conflicto en las últimas semanas el cual aún no han encontrado una resolución. Pablo Biró, secretario general de APLA, expresa la falta de acuerdo en la negociación paritaria pero también denuncia una política aerocomercial de parte del Gobierno nacional destinada a beneficiar a las empresas transnacionales del rubro en desmedro del trabajo argentino.
Por LEONARDO MARTÍN
En las últimas semanas ha tenido fuerte presencia mediática el conflicto entre los gremios que nuclean a los pilotos de APLA (Asociación de Pilotos de Líneas) y también de UALA (Unión de Aviadores de Líneas Aéreas) que tuvo su punto más álgido en el paro por 16 horas que se llevó a cabo entre el 15 y 16 de septiembre. Pese al paso de los días aún no hay resolución en la negociación paritaria con la aerolínea de bandera nacional.
La disputa tiene como cara visible la negociación salarial, pero según explica Pablo Biró, secretario general de APLA, también hay razones más profundas y que tienen que ver con la política aerocomercial del Gobierno nacional. Así como ocurre en otros sectores de la economía hay una marcada intención de mejorar la posición de las empresas transnacionales que operan en el mercado en desmedro de Aerolíneas Argentinas e inclusive de la filial local de LAN Argentina.
Empezando por lo salarial, que aún no está resuelto, el pedido de los gremios es un aumento salarial del 45 % anual, la empresa ofrece un 32 %. La última paritaria los pilotos la cerraron en septiembre de 2015, el ofrecimiento en la actual negociación era de un aumento del 21 % en febrero y el 11 % restante en mayo.
Los pilotos desestimaron esta propuesta por insuficiente. Los argumentos de Pablo Biró son que el aumento propuesta no se corresponde con los altos niveles de inflación que tuvo la Argentina en el último año, que diferentes estimaciones ubican en el 45 % anual, y señala que recién se va a cobrar el primer tramo del aumento en febrero del año próximo, por lo que se profundizará el desfasaje con la inflación. A ello le suma el Impuesto a las Ganancias que dado los altos salarios que cobran los pilotos ingresan en la categoría más alta pagando el 35 %. De paso recuerda la promesa incumplida de Mauricio Macri de quitar ese impuesto y también del tarifazo que es un factor extra que repercute en el poder adquisitivo.
La amenaza de un nuevo paro está latente ante la finalización de la Conciliación Obligatoria y un negociación que aún no parece estar cerca de encontrar una resolución.
Hay una segunda cuestión de fondo que denuncia Pablo Biró que es el beneficio que se hace a las empresas transnacionales del sector perjudicando los intereses y el trabajo argentino. La político aerocomercial, como otros sectores de la economía, avanza en una liberalización que desprotege a las aerolíneas locales.
El término “cielos abiertos” es una expresión de ello. Allí Biró explica que los “acuerdos bilaterales de reciprocidad y equidad no se respetan”. Es decir que se le permite utilizar las rutas y los destinos nacionales a aerolíneas extranjeras pero aquellas que operan desde Argentina no tienen la misma reciprocidad. “Eso te licúa el empleo argentino, las divisas se van al extranjero. Si no hay pautas de equidad y reciprocidad nuestra aviaciòn está condenada a no crecer».
Luego amplía: “El beneficio a las transnacionales es tan grotesco que se le están dando las rutas de las provincias al exterior a LAM Perú, LAM Chile a la TAM, a Copa. Ni siquiera le permiten crecer a la pata nacional del holding en Argentina. No es solo Aerolíneas Argentinas la perjudicada, es todo el sistema aerocomercial del país”.
“Hay una tendencia a beneficiar a las empresas transnacionales en desmedro del empleo argentino” denuncia Biró apuntando sobre todo a la figura de Gustavo Lopetegui, segundo de Marcos Peña en la Jefatura de Gabinete y hombre encargado de coordinar políticas económicas. En un gobierno donde los CEOS de diferentes empresas ocupan los cargos más importantes, Lopetegui tiene como pasado reciente su cargo en la aerolínea LAN.
Sus críticas más furibundas son sobre Lopetegui más que sobre Isela Constantini, presidenta de Aerolíneas Argentinas. “Hay una puja política por la política respecto a Aerolíneas Argentinas entre Gustavo Lopetegui e Isela Constantini que no quiere que la prendan fuego políticamente. A Constantini le están haciendo pagar costos políticos que no son de ella”.
Biró explica que Lopetegui “metió a su gente en la programación de vuelos y vende de más para terminar dañando a la compañía, quieren el conflicto porque esto beneficia a las transnacionales”. Cuando los vuelos se sobrevenden “Los pasajeros son redirigidos a las transnacionales que tienen ganancias extraordinarias”.
Otro aspecto que Biró señala es que en la negociación paritaria “nos están empujando al conflicto” mediante una propuesta que a priori los funcionarios nacionales saben que no van a ser aceptadas. Una forma de ir generando una mayor conflictividad que impacta sobre el prestigio de la empresa y la decisión de los consumidores al momento de comprar los pasajes que en muchos casos terminarán volando en otras aerolíneas. De paso ir generando las condiciones para mostrar en Aerolíneas Argentinas y Austral una crisis que muy probablemente de vida a un discurso reprivatizador.
