Corriente Federal de Trabajadores
La sede del Sindicato de Obreros Curtidores fue la sede de una charla donde se habló del Tratado del Transpacífico con la presencia de Ricardo Maldonado Olivares, gremialista chileno. El país transandino está en curso de entrar a ese Tratado. ¿De qué trata? ¿cuáles son los riesgos?
Por LAUTARO FERNÁNDEZ ELEM
En la Sede del Sindicato de Obreros Curtidores en Avellaneda, se organizó una charla debate con Ricardo Maldonado Olivares, responsable de Transporte para América Latina de la Federación Sindical Mundial, quién desarrolló y explicó de qué se trata el Tratado Transpacífico al que Argentina firmó como observador y que ya se está implementando en distintos países de Latinoamérica.
El debate político está a flor de piel en la Argentina y sobre todo en el sindicalismo nacional. Asimismo, las medidas del gobierno de Mauricio Macri en contra del poder adquisitivo de los trabajadores y con una clara orientación hacia la flexibilización laboral exigen volver a pensar cuál es el trasfondo económico de estas decisiones, que no sólo tienen que ver con los grupos con intereses corporativos locales sino con la estructura internacional que extiende sus brazos en América Latina.
“El Tratado Transpacífico es algo con nuevo nombre pero similar a lo que se quiso implementar por parte de los Estados Unidos con el ALCA (Acuerdo de Libre Comercio para las Américas). Es una expresión nueva, moderna pero que en definitiva persigue los mismos objetivos, que las transnacionales puedan tener un espacio de dominación por encima de los estados. En concreto significa que el pueblo, los trabajadores pasan a ser secundarios. En los aspectos laborales, las legislaciones de cada país se deben adecuar a una mayor flexibilidad laboral y que se disponga de mano de obra barata” señalaba Maldonado, que dio una clara exposición inicial para luego interactuar con los trabajadores presentes.
El hombre de la Federación Sindical Mundial comentó la situación de su país, donde también se ha insertado el acuerdo y hace peligrar aún más la economía.
“En Chile, en febrero de este año Bachelet firmó el acuerdo. El acuerdo dispone que en cada Estado hay dos años para que el parlamento lo conozca y lo apruebe de acuerdo a cada normativa. El gobierno tiene la voluntad de ser parte del TPP, lo cual es contradictorio con que también forma parte de la CELAC, UNASUR, donde dicen que quieren la unidad latinoamericana pero al mismo tiempo firman el tratado con los yankis”.
No hay prácticamente información accesible acerca del Acuerdo Transpacífico, está bajo un manto de sombras y lo único que podemos ver es el lado aparentemente beneficioso que muestran los medios hegemónicos. También allí radicó la necesidad del debate.
“Lo más irrisorio es que nadie conoce el acuerdo. Lo que hemos podido obtener nosotros fue a través de filtraciones de WikiLeaks que nos permiten ir conociendo de forma parcial. Supuestamente esto trae más oportunidades, un mercado más amplio, posibilidad de elegir, de tener más opciones de consumo. Lo que no informan es que estas posibilidades de crecimiento favorece a capas minoritarias que gozan de los privilegios del modelo neoliberal”.
Luego de la intervención del invitado, se generó un rico debate con los aportes de los presentes que comentaban desde la experiencia y la interpretación propia cuáles son las necesidades y responsabilidades de los trabajadores. Fueron de la partida trabajadores de Curtidores, Federación Gráfica, la Asociación Bancaria, UOM, APSEE, Federación de la Carne, Canillitas, ATILRA
“Tenemos situaciones distintas en cada país sobre la fuerza y la cantidad de trabajadores organizados, pero a pesar de ello creemos que es importante generar estos espacios de debate, de análisis para poder accionar en conjunto y enfrentar de manera conjunta las políticas neoliberales de nuestros gobiernos para frenar esto. Hay que sentarse con distintos sectores, con las Pequeñas y Medianas Empresas, es necesario explicar qué significa, por qué los afecta y por qué debemos juntarnos”.
Por su parte Ernesto Trigo, secretario adjunto de FATICA (Federación Argentina de Trabajadores de la Industria del Cuero y Afines) e integrante de la CTA de los Trabajadores dio algunos ejemplos y su aporte a la discusión.
“Hay cuestiones muy concretas que como trabajadores nos pueda afectar en nuestra industria, en el avasallamiento a las conquistas que hemos logrados históricamente. Este tratado modifica por ejemplo la legislación de las Patentes. Si se aplica esa modificación que propone el tratado se imponen por ejemplo los productos de laboratorios que específicos y quedan fuera que no son parte de la estructura internacional. Entonces cuando el médico te recete Amoxicilina solo vas a poder comprar Amoxidal que es de Roemmers que es más caro que el genérico. Eso es un ejemplo claro”.
En la misma línea, aseveró “El TPP es más diabólico que lo que se podía hacer con el ALCA, porque hoy es otra la situación económica mundial, los países asiáticos están en otra situación y tienen aún mas condiciones para instalar productos en nuestros países. Tenemos que coordinar con los trabajadores de todo el mundo, somos todos de la misma clase. Si se aprueba esto nos van a dar a todos con el mismo machete. Los partidos políticos no están cumpliendo el rol adecuado y la única manera de parar esto es con el movimiento obrero organizado y en la calle”.
La mayoría de las intervenciones resaltaron la importancia de las discusiones y la información acerca de medidas de gobierno como éstas para poder entender contra qué los trabajadores se están organizando, y fundamentalmente lograr plasmar como trabajadores un proyecto integral de país y no solo quedarse con la negociación paritaria o las peleas sectoriales. En ese sentido se defendió la construcción de la Corriente Federal de Trabajadores y el desarrollo de un programa que clarifique esos ejes.
Finalmente, el secretario general de los Curtidores, Walter Correa dio unas palabras finales “Cuando lo fuimos a ver al compañero Maldonado estaba muy preocupado por la atomización de los sindicatos en Chile, como los metalúrgicos habían perdido 15mil puestos de trabajo, como el mantenimiento de los trolebús, que es su sector estaba en muy malas condiciones. Por eso también quiero destacar esta experiencia como trabajadores y trabajadoras de poder charlar con uno de nosotros, un laburante, un militante. Nosotros decimos que los técnicos, los profesionales aportan con la letra pero la música la ponemos los trabajadores”.
En relación a las discusiones que se plantearon en torno al período kirchnerista y qué cómo proponer hacia delante, Correa expresó “Yo no tengo dudas de que vamos a volver, pero tenemos que volver mejores y convencidos de que lo que hicimos no alcanzó. Algunos decían profundizar, otros diremos peronizar. Pero nos tenemos que hacer cargo nosotros en este momento de confrontar y habrá que discutir como gobernar nuevamente para el pueblo, para nuestra gente. El Estado apostó en un momento por una burguesía nacional que luego terminó jugando con la derecha domesticada que es el massismo«.
«Tenemos que tener las cosas claras compañeros, con la derecha no se negocia. El pollo no negocia con el cocinero” finalizó.
