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LAFUENTE (Molineros) / “Para no volver al 2001 hay que dar un cambio de timón”

En un fin de año agitado, con muchas discusiones y perspectivas hacia lo que viene, Rubén Lafuente, secretario general de la Unión Obrera Molinera Argentina conversó con Sindical Federal. El análisis económico, la realidad de la actividad, la Corriente Federal de Trabajadores y su visión a un año de gobierno macrista.

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Fue un año duro para los trabajadores, para la economía nacional en general. La actividad molinera no escapa a eso ¿Cómo es la situación en los Molinos?

No hay que olvidarse que esta actividad es bastante asimétrica, hay empresas de diferente magnitud. Las hay enormes en el rubro de la harina como es el caso del Grupo Cañuelas que se ha quedado hasta con una parte de Cargill, es una empresa que tiene el 25% de la producción de harina del país. Por otro lado esto si se compara con empresas que tienen a lo sumo 20 o 30 trabajadores, la asimetría es abismal. Nos toca en suerte en nuestra actividad tener que hacer un poco de malabarismo, puesto que cuando acordamos lo hacemos para el conjunto de la actividad.

Este año ha sido muy complicado. El aumento de las tarifas, la liberación a las retenciones del trigo trajo algún sacudón sobre todo en las empresas pequeñas y medianas que son la gran mayoría de las empresas molineras del país. Hace poco recibimos información de que en San Jorge, Santa Fe se está por cerrar una empresa. El hombre que la maneja es el famoso Sergio Taselli que es dueño de Trenes Metropolitanos,  de minas en Río turbio, de Parmalat, recuerden los desastres que ha hecho este tipo en cada empresa que agarró. Ahora nos tocó en desgracia padecerlo a nosotros los molineros en Santa Fe.

La destrucción del mercado interno es uno de las consecuencias más fuertes de las medidas de gobierno ¿la actividad es afectada directamente o se repone con la exportación?

Estamos teniendo inconvenientes también con las exportaciones. Esta es una actividad atípica. Por ejemplo, en la actividad aceitera sucede que se puede exportar hasta un 80% de la producción en el país, el otro 20% queda para consumo interno. En harina, es completamente inverso, el 90% queda para el mercado interno. Por eso si el consumo interno entra en crisis se resiente la producción. En los gobiernos tanto de Cristina como de Néstor Kirchner se llegó a exportar hasta un 20% como máximo, y representaba algo extra ordinario. Cuando se le quita poder adquisitivo al salario con la inflación, con el aumento de tarifas, con todo lo que conocemos, eso reciente el consumo de harina.

Parece ser que los mismos empresarios que apoyaron la campaña de Macri se han dado un tiro en el pie.

Es fundamental entender la política macro a nivel nacional. Cuando un gobierno nacional toma una decisión, repercute más o menos en algunas actividades. Ustedes saben los desastres que ha generado la apertura de importaciones en gráficos, textiles, calzado, etc. Nosotros como molineros no estamos teniendo el problema tan gravemente, pero la pérdida del poder adquisitivo está y se siente. Estos empresarios molineros que son 100% nacionales (no hay multinacionales en la actividad) han tomado como norma que cada vez que empieza a irles bien aumentan la capacidad de molienda, entonces nos encontramos con que en Argentina se pueden llegar a moler 12 o 13 millones de toneladas de trigo pero se consume sólo la mitad. Yo le señalado al ministro de Agroindustria Buryaile que es un representante de una de las cámaras empresarias rurales. “Si les sacás las retenciones al trigo, ponés en iguales condiciones la tonelada de trigo y la tonelada de harina. Ahí el exportador vende el grano entero, no se va a gastar en procesar y moler la cosecha para hacerlo harina. Así se pierde trabajo”.

Hablando con Pablo Reguera, de los Aceiteros de San Lorenzo nos comentaba que su espacio no había sufrido tan gravemente las consecuencias como otros sectores, pero estaba dentro de la Corriente y se oponían fuertemente al modelo porque en algún momento todos los trabajadores terminan siendo afectados.

Sin duda. Hasta hace un año se cuidaba el mercado interno, se hacía crecer el poder adquisitivo. En un modelo totalmente inverso, Pablo tiene razón, más temprano que tarde todos vamos a sufrir las consecuencias. La estamos viviendo, hay que ver como empezó a caer el consumo. González Fraga lo dijo “estamos mal acostumbrados a comprar televisores, bicicletas, motos, autos, viajar al exterior” para ellos los trabajadores no entran en esa lógica.

¿Se preveen medidas de fuerza para el año que viene o pensás que los conflictos gremiales particulares vana trabar la discusión nacional?

Con lo que se está viviendo como movimiento obrero a nivel nacional, estamos más que preocupados porque hasta ahora las negociaciones no han sido positivas para los trabajadores. Es necesaria una convocatoria a nivel nacional para que los laburantes se planten ante este modelo que no los beneficia. Esto se está organizando. Desde la Corriente Federal de los Trabajadores estamos dando un debate de qué vamos a ser como sector. Quizás somos más los que pensamos que hay que hacer un cambio en esta relación casi carnal diría, entre dirigentes y el gobierno.

La Corriente opto por un camino propio, más confrontativo, con un programa y reivindicaciones propias. Sin embargo, también decidió no irse de la CGT ¿Cómo se construye teniendo una línea pero al mismo tiempo siendo parte de la orgánica?

Al no estar ocupando ningún cargo dentro de la conducción de la CGT, aunque integramos la institución orgánicamente, tenemos más libertad para plantear todas estas cosas.  Creemos que con las regionales tenemos que hacer un ida y vuelta, relacionarnos más cotidianamente. Desde las regionales se ven cosas mucho más jodidas sobre lo que sucede en cada provincia. Allí como Corriente, sin romper ni decir que somos rupturistas, salir a confrontar contra este modelo. No tengo duda que la Corriente Federal está llamada a ser la continuidad de aquellos reclamos del movimiento obrero desde los inicios de la historia.

En el último congreso de trabajadores en Avellaneda hemos dicho que estamos para continuar ese hilo histórico precedido por los programas de La Falda, Huerta Grande, la CGT de los Argentinos, los 26 puntos de Saúl Ubaldini para confrontar contra el modelo neoliberal. Le tenemos que decir a esos dirigentes que no se puede seguir negociando con un gobierno que te da por un lado y te saca por el otro.

Se cumplieron 15 años de aquellas jornadas del 19 y 20 de Diciembre ¿Cómo se ve a la distancia?

No me quiero sumar al canto de sirena de algunos de pregonar cuestiones jodidas para el país. No quisiera que se vuelva a repetir un hecho como el que vivió la Argentina en 2001. Pero creo que este modelo nos va a terminar llevando a esa situación. Esto lo vivimos, si beneficias a un 5 o 10% únicamente por parte del gobierno, el resto la ve pasar. Quienes pagan la consecuencia primero son los trabajadores y los que menos tienen. Para que no ocurra hay que pararse y forzar a que haya un cambio de timón.

Se nos ha anticipado un encuentro de la Corriente Federal en Córdoba para el próximo año ¿Es así?

Pensamos en un gran encuentro en esa Provincia entre marzo y abril. Es importante generar un importante hecho político. El programa de La Falda fue en 57, Huerta Grande en el 62, el Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA) hizo un congreso en el 92 en La Falda, me parece que los caminos hacen que retomemos esas vías que los trabajadores han tomado en la historia.

ENTREVISTA REALIZADA POR GABRIEL FERNANDEZ Y LAUTARO FERNANDEZ ELEM

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