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Una multitud en repudio al macrismo, una fecha de paro que se vuelve a posponer

Una enorme multitud se movilizó por las calles porteñas en repudio a las políticas del macrismo. Sindicatos de CGT, CTA, organizaciones de la economía popular, militantes políticos y sociales, cámaras empresarias, fueron parte de una convocatoria histórica. La nota disonante de la jornada fue que no se le puso fecha concreta un paro nacional como era el pedido de la enorme mayoría. La Corriente Federal de Trabajadores estuvo presente levantando las banderas de lucha y confrontación contra las políticas del macrismo.

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Por LEONARDO MARTÍN 

La convocatoria fue abrumadora. No era fácil calcular la cantidad porque las columnas avanzaban por las diferentes avenidas y calles del centro porteño. Partían desde Constitución y llegaban casi hasta el Obelisco. También otras tantas que trepaban desde Paseo Colón. Gremios de todos los pelajes, trabajadores de la economía popular, militantes políticos y sociales, organizaciones empresarias, con una presencia federal que daba mayor envergadura. Dentro de la diversidad había una coincidencia: el repudio a las políticas del gobierno que afectan al conjunto del pueblo. El pedido de un cambio de rumbo frente a un proyecto que empobrece a las mayorías.

Esa enorme multitud copó desde el mediodía las calles con gremios que hicieron el esfuerzo de aportar sus columnas más nutridas porque no era una movilización más. Era la movilización, la que debía y dio un mensaje unívoco: esto así no va más. Una multitud que también fue a escuchar la fecha para la que se decretaba un paro nacional, como se estimaba que iba a ser anunciado ante una convocatoria histórica, pero nuevamente quedó la promesa en el aire. Un anuncio sin fecha que dejó en el ambiente más decepción que satisfacción.

Los tres miembros del triunvirato fueron los únicos oradores. Héctor Daer fue el encargado del cierre y de hacer el anuncio que no fue tal. Muy crítico en el diagnóstico con el Gobierno quien aseveró ante la multitud «si no hay rectificación vamos a parar el país 24 horas». «Vamos a llevar adelante todas las luchas que sean necesarias para defender nuestros convenios, para que no pongan límites a nuestras paritarias, para defender nuestros trabajos. Si no hay rectificaciones, la CGT ya tienen decidido hacer un paro «. Parecía, daba la sensación,  que de hoy no pasaba la fecha concreta del primer paro nacional al macrismo. 300 mil, quizás 400 mil personas movilizadas daban el marco adecuado y la fortaleza para hacer el llamado. Finalmente quedó preadjudicado, sin fecha concreta.

Dado el clima que hoy se vivió en las calles no debiera pasar de marzo el paro. ¿Por qué no abrir una instancia en la propia CGT con un Confederal en donde con una representación genuina y extendida se vote y decida la fecha? o ¿abrir el juego para que los sindicatos que ya mandataron al triunvirato discutan medidas para afrontar la actual coyuntura política?

La Corriente Federal de Trabajadores tuvo una jornada agitada. Había comenzado temprano con un marcha de apoyo a los jueces Enrique Arias Gibert y Graciela Marino a los cuales se les inició juicio político por haber dictado un fallo que ponías las cosas en su lugar en la reciente paritaria bancaria.

Luego movilizó una populosa columna que concentró en la intersección de la Avenida 9 de Julio y Avenida de Mayo para marchar hasta Plaza de Mayo y retomar por Diagonal Sur. Allí estaban todos los gremios que integran la Corriente Federal, movilizados en buen número con sus banderas, pecheras e insignias. Banderas de la Corriente Federal, la de juventud y la de Mujeres Sindicalistas que mañana volverá a tener presencia en las calles porteñas. También cada sindicato aportó con su propio cotillón.

Vale decir que la Corriente Federal desde el comienzo del macrismo es el espacio sindical con la postura más consistente en oposición a las políticas de destrucción de la producción nacional. Desde hace meses viene planteando que hay que confrontar con este proyecto orientado para beneficiar a las minorías, concentrando la riqueza en pocas manos, desindustrializando y que busca disciplinar a las organizaciones sindicales para flexibilizar las condiciones de trabajo y rebajar los salario en pos de lograr “una mayor competitividad”.

Respecto a la movilización, Sergio Palazzo, secretario general de la Bancaria expresó: ”Hay cientos de miles de trabajadores en la calle para que se modifique la situación imperante a las que nos ha llevado este gobierno. La CGT debe escuchar esto y debería convocar a un paro nacional a partir del acto y la movilización de hoy que ha sido multitudinaria” enunciaba.

Uno de los temas en discusión hoy entre las organizaciones sindicales y el gobierno es el tope a las negociaciones paritarias que se intenta imponer desde el Poder Ejecutivo. La Bancaria ha tenido un acuerdo que ha perforado ese techo del 18% lo que lo convierte en una referencia importante en la temporada alta paritarias que se va a extender hasta junio.

Al respecto dijo: “Ojalá que este acuerdo sirva para que el resto de los compañeros pueda sortearlo también. Vendrán paritarias mejores o peores que las de la Bancaria lo importante es que pudimos superar el cerco de facto que quiso poner el gobierno poniéndole un techo a los salarios”.

Héctor Amichetti, secretario general de la Federación Gráfica, y hombre que participó en las reuniones en CGT de los gremios industriales describió:”La marcha surgió de un sector que es el más golpeado en este momento y con la consigna de defender el mercado interno, la producción y el mercado nacional pero creo que hoy se ha desbordado eso. Es una expresión multitudinaria en rechazo a toda una política de gobierno, creo que va a golpear fuerte hacia arriba”.

Indudablemente tiene que establecer en un corto plazo el paro nacional” continuó. “Hay una actitud muy firme, la movilización ha sido muy contundente porque se entiende que este es el único camino para hacer cambiar el rumbo al gobierno, ganar la calle en solidaridad con todos los compañeros para dar respuesta. Esto une la pelea de todos, no hay posibilidad de torcer el rumbo si no vamos todos juntos”.

Horacio Ghilini, dirigente de SADOP y uno de los referentes de la Corriente: “Esta semana es la semana de la lucha. Ayer la educación, hoy una expresión del sector productivo lo que señala que este modelo no aguanta más”.

Pablo Reguera, es el secretario general del sindicato aceitero de San Lorenzo, Santa Fe, uno de los gremios industriales que integran la Corriente Federal. Describía “Vemos que los trabajadores y del pueblo en general tiene muchísimos problemas. Hoy salió a la calle a manifestarse como lo ha hecho toda la vida. Hoy tenemos que salir más que nunca, tomar las calles”.

Las organizaciones sindicales hoy nos llevamos un espaldarazo porque acá está el pueblo argentino. Cada vez que se hace una movilización se supera a la anterior. Tiene que salir una respuesta del Gobierno lo más rápido posible” aseveró.   

Rubén Lafuente, secretario general de la Unión Obrera Molinera Argentina, también dio su visión: “En primer medida estoy conforme con lo que se ha movilizado, tanto la Corriente Federal como otras organizaciones que han movilizado, que repudian las políticas del presidente Macri. Hoy debería salir de acá una fecha para el paro” comentaba en los minutos previos a los discursos. Finalmente fue una nueva promesa de paro lo que hubo.

Walter Correa, secretario general de los curtidores, otro gremio de la producción destacaba: “En principio feliz y contento por lo que significó la movilización de la Corriente Federal de Trabajadores. Lo que veníamos diciendo lo seguimos sosteniendo. Tenemos que aplicar un programa, un plan de lucha con paro y movilización”.

“El pueblo está reaccionando, va generando sus propios anticuerpos que es la lucha popular. Tomar las calles, defender nuestros derechos y conquistas de los últimos doce años”.

La desconcentración, más allá de los problemas en el escenario, fue pacífica y sin inconvenientes. No salió del escenario el mensaje con la fecha concreta del paro, pero sin resignarse resonaba el canto número uno en el ranking de la tarde en la caminata de regreso: “Me parece que Macri no quiere escuchar, me parece que Macri no quiere escuchar, viene el paro, viene el paro general”. También quedaron resonando entre los edificios de la Diagonal Sur el «ponele fecha….» y la «Unidad de los trabajadores, al que no le gusta…». Un pedido de paro que está maduro en las bases y en muchos gremios, pero que al que aún le falta el convencimiento de una conducción que hoy quedado muy expuesta ante sus bases y ante el conjunto del movimiento obrero. 

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