Corriente Federal de Trabajadores
Por GABRIEL FERNÁNDEZ *
La voz del patrón se impuso con energía y la servidumbre formó fila, lista para todo. Héctor Magnetto ordenó cargar con artillería pesada sobre el Indio Solari, al punto de convertir al artista más convocante de nuestra historia en un malévolo millonario que vive la vida loca a costa de los argentinos.
En un editorial penoso, que humilla la condición ¿periodística o humana? Ricardo Roa habla de la “lujosa vulgaridad del Indio Solari”. Y fueron formando fila. Roberto Pettinato, ese hombre mayor parecido a Guillermo Nimo, Bobby Flores, quien llegó a decir, para forzar el alineamiento y su estabilidad, que al músico lo mató “su codicia”. Y todos los demás también, claro.
A partir de la disposición “oficial” desde el Sillón, el Poder Judicial volvió a cumplir el rol adecuado a su lugar en esta sociedad. Y las pantallas y los diales y las webs empezaron a saturar con los horrores que un músico popular que reúne después de 30 años a más de 300 mil acólitos nos ha hecho padecer sin que nos enteráramos.
Medios donde los rockstars son halagados en su cortedad, donde las cifras millonarias a artistas anglosajones resultan empleadas como adjetivos calificativos de su talento, salen a objetar que alguien que logró éxito con sus canciones durante tres décadas, tenga mucho dinero.
Medios que sorbieron los beneficios del Estado mientras lo cuestionaban y no han ofrecido una sola flor a los balcones del espectáculo, cuestionan la “contradicción” entre el discurso de la estrella y sus beneficios. ¿Y las autopsias? ¡A quién le importan!
Y al igual que ayer, arrastran. Llevan de las narices propios y ajenos, inclusive a varios que suelen alzar el cartel “Clarín miente” cuando nada sucede y lo bajan ni bien el monopolio emprende una campaña.
Sería interesante que todos estos mediocres compusieran una canción o produjeran en sus oficios una creación que calce en la sociedad de modo equivalente a las realizadas por el acusado. Estaría bueno que en vez de desplegar la coprofilia, se entregaran a la concreción.
La Voz del Patrón habló. Y los alcahuetes se formaron.
¡Señor; si, Señor!
* Director La Señal Medios / Sindical Federal / Area Periodística Radio Gráfica.
