Corriente Federal de Trabajadores
Por HÉCTOR AMICHETTI (Federación Gráfica Bonaerense / Corriente Federal de Trabajadores)
Michel Temer, quien fuera vicepresidente de Dilma, ya ha prestado útil servicio a la oligarquía brasileña colaborando con su ilegal destitución.
Necesitan ahora alguien que garantice el control ordenado del gobierno durante un tiempo sin democracia.
El populismo que se reagrupa en torno a la figura del legendario trabajador metalúrgico, representa un riesgo para la estabilidad del régimen de las corporaciones.
El «¡Lula Vuelve!» comienza a crecer en el sentimiento y la voluntad del Brasil humilde y trabajador.
Sirve recordar que hace poco más de seis décadas, los antepasados de esta misma oligarquía acorralaron al gobierno democrático y popular de Getulio Vargas.
«Una vez más las fuerzas e intereses en contra del pueblo se coordinarán y se desencadenarán sobre mí».
«No me acusan, me insultan; no me combaten, me calumnian y no me otorgan el derecho a defenderme. Necesitan sofocar mi voz e impedir mi accionar…».
«Sigo el destino que me he impuesto. Luego de décadas de dominio y de expoliación de los grupos económicos y financieros internacionales, me hice jefe de una revolución y vencí. Comencé el trabajo de liberación y establecí el régimen de libertad social…».
«Luché contra la expoliación del Brasil. Luché contra la expoliación del pueblo. He luchado a pecho descubierto. El odio, las infamias, la calumnia no abatieron mi ánimo. Les dí mi vida. Ahora les ofrezco mi muerte».
Así se despidió de su pueblo Getulio Vargas. El 24 de agosto de 1954 se quitó la vida con un disparo en el corazón.
Diez meses más tarde, los sicarios militares de la oligarquía Argentina, bombardearon la Casa de Gobierno y la Plaza de Mayo con la intención de asesinar al presidente Juan Perón.
Centenares de inocentes víctimas eran el preludio de un golpe de estado que acabó con el gobierno democrático de Perón y abrió un período de 18 años de proscripciones y presecución a las fuerzas populares.
El «Populismo» iniciado por Vargas en Brasil, retomado luego por Joao Goulart -también derrocado por fuerzas reaccionarias- y reafirmado años más tarde por Lula y su Partido de los Trabajadores, representa por estos días el «fenómeno maldito» que quita el sueño a la oligarquía brasileña.
Como se lo quita a la oligarquía argentina el Movimiento Peronista.
Los traidores ya fueron utilizados: Temer y algunos otros en Brasil; Cobos y Massa en Argentina.
Lula y Cristina gozan de buena salud.
El PT y el Peronismo se preparan para Volver.
El camino no será fácil, pero tanto en Brasil como en Argentina los pueblos han comprobado que son capaces de forjar su propio destino, aunque las fuerzas antidemocráticas de la oligarquía se interpongan de vez en cuando.
Más temprano que tarde, el ABC soñado por Perón, Vargas e Ibañez hace 60 años y la integración enarbolada por Néstor, Lula, Cristina y Dilma, junto a Chávez, Evo y Correa… ayer nomás… será realidad para nuestros pueblos.
No habrá maniobra de las oligarquías que pueda impedirlo.
