Corriente Federal de Trabajadores
Juan Barbato, referente de la Agrupación 18 de Febrero Marítima, que reclama por la normalización y el llamado a elecciones en el SOMU (intervenido hace 14 meses) dialogó con Sindical Federal. Narró la crítica situación en la cual se encuentran los trabajadores, carentes de representatividad gremial, y con una intervención que dilata la entrega del sindicato a quien corresponde: a los trabajadores.
El Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU) se encuentra intervenido desde el 18 de febrero de 2016 tras una decisión del juez federal Rodolfo Canicoba Corral. Su titular hasta ese entonces Omar “Caballo” Suárez no sólo fue desplazado, tiempo después fue encarcelado con acusaciones varias. Desde esa fecha el gremio se mantiene intervenido por decisión judicial pero de la cual el Gobierno nacional también participa. Primero envió a Gladys González, diputada nacional, ahora candidata casi confirmada por Cambiemos en las próximas elecciones en la provincia de Buenos Aires. Una vez que González partiera para hacerse cargo del ACUMAR continuaron los interventores designados por el Ministerio de Trabajo. En segundo lugar fue el turno de Alfredo Bertonasco, recientemente desafectado, siendo actualmente Silvio Torres quien maneja los destinos del sindicato y de su obra social.
Los trabajadores marítimos están reclamando su normalización, el llamado a elecciones para poder retomar el control del sindicato. Cuentan a su favor con un fallo de la Cámara Criminal Federal suscripto por los jueces Eduardo Freiler, Jorge Ballestero y Leopoldo Bruglia que estipularon como fecha límite para el llamado a elecciones el próximo 16 de agosto. Fecha cercana en el tiempo, de improbable realización.
Juan Barbato es el referente de la Agrupación 18 de Febrero Marítima, que busca la regularización del gremio, que se le ponga fecha al demorado proceso eleccionario. En diálogo con Sindical Federal expresó su preocupación por la demora, además de describir el actual momento que vive el SOMU con el desamparo representativo que tienen los trabajadores.
“El sindicato sigue intervenido después de 16 meses con interventores del Ministerio de Trabajo y la Justicia. Un fallo judicial de la Cámara dice que nos tienen que entregar el gremio en agosto, pero no vemos los indicios para que haya tal acto eleccionario” explica.
Barbato cuenta el origen de esta situación en el gremio. “El argumento principal de la intervención fue a partir de una denuncia penal de dos empresas sobre Omar “Caballo” Suárez y dos dirigentes Jorge Vargas y Roberto Suárez. Llegó la intervención, se hicieron investigaciones y se terminó interviniendo todo incluso la Fundación Azul que es la obra social” narra.
“Nos dejan sin representatividad gremial ante cualquier emergencia y reclamo de los trabajadores. Estamos desamparados, sin una explicación razonable de las autoridades y de nuestros ex dirigentes” expresa con preocupación.
“Cuando se produjo la intervención Gladys González nos dijo ´quédense tranquilos que esto es una investigación, va a durar dos o tres meses” cuenta, situación que 16 meses después continúa. “Hoy la sartén por el mango la tiene el Ministerio de Trabajo, que continúa sin acatarse a derecho ya que hay un fallo de la Cámara Criminal Federal que ordena a Canicoba Corral entregar el gremio no más del próximo 16 de agosto”.
“Estamos haciendo todas las presentaciones legales ante la Justicia para reclamar que está intervención se ajuste a derecho y cumpla las fechas establecidas por la Cámara para llamar a elecciones” describe.
Consultado por la demora en entregar el sindicato para volver a ser conducido por los trabajadores Barbato contestó lacónicamente, “parece que estamos interfiriendo intereses de ciertos negociados que no nos quieren dejar llegar a tener unas elecciones libres y transparentes”.
Al preguntarle sobre la situación de los trabajadores marítimos la respuesta puede tener parte del porqué. “Hay una situación que se esté complicando cada vez más. Hay más de 3000 trabajadores marítimos que tienen problemas de trabajo. A los trabajadores efectivos en las empresas se le están violando los convenios, están siendo hostigados y amenazados. Si se niegan a hacer trabajos fuera de convenio amenazan desde el comando que la empresa va a tomar represalias, despidos” cuenta con amargura. En ese contexto recuperar la herramienta sindical se vuelve imprescindible.
En tiempos donde el discurso presidencial habla de mafias apuntando a los sindicatos, a los jueces laboralistas que resguardan los derechos de los trabajadores, las mafias las sufren los trabajadores. Días atrás, Alexis Velázquez, referente de la 18 de Febrero en Campana fue agredido y amenazado.
“Fue interceptado por dos autos, se bajaron un grupo de personas armadas. Lo bajaron del auto arrastrándolo, lo tiraron contra el capó del auto amenazándolo con que si no se corría de la agrupación lo iban a hacer boleta, iban a matar a la mujer, la hija” cuenta Barbato. ¿Qué oscuro interés evita que los trabajadores retomen la institucionalidad del gremio?
Barbato fue Secretario de Sección Máquinas desde 2012 hasta la intervención. La pregunta incómoda pero necesaria fue sobre si no era posible visualizar el accionar del “Caballo” Suárez. “En estos meses descubrí cosas que no se me pasaron por la cabeza que podían estar ocurriendo”. “El “Caballo” Suárez llegó al gremio en 1989, se fue tejiendo una relación cada día más cercana con el poder político y empresarial. La culpa no sólo del sindicalismo, es un poco de todos” graficó.
Para culminar dejó un mensaje esperanzador de cara a una recuperación del gremio que se va a producir tarde o temprano. “Se puede hacer un sindicato honesto, sin patoterismo, transparente para que cada marítimo se sienta representado por nuestro sindicato en la defensa de nuestros derechos”.
ENTREVISTA: Lautaro Fernández Elem y Gabriel Fernández / TEXTO: Leonardo Martín
