Corriente Federal de Trabajadores
Daniel Di Bártolo es el referente de la Secretaria de Educación del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) a nivel nacional. En diálogo con Sindical Federal se refirió a un tema que genera preocupación en los trabajadores de la educación: El Plan Maestro. Este plan fue presentado, meses atrás, por Mauricio Macri en donde propone una serie de metas y cambios en el sistema educativo. Cómo suele ocurrir en muchas de las propuestas se argumenta en base a la necesaria adaptación a la “modernización”, a “construir la Argentina del futuro”, pero en realidad detrás de las consignas los intereses que emergen son bien distintos.
ENTREVISTA: Gabriel Fernández / TEXTO: Leonardo Martín.
¿De qué trata el Plan Maestro? ¿Cuál es su profundidad?
En principio es un slogan que el Gobierno nacional ha hecho rodar hace algunos meses. Tiene la forma de proyecto de ley pero aún no ha sido presentado en el Congreso. Su característica principal, justamente, es que deja afuera a los maestros. Nosotros lo denominamos con un slogan que es “Plan Maestro sin Maestros ni Maestras”. Es una iniciativa con un conjunto de 108 metas agrupadas en seis dimensiones que el Gobierno viene promoviendo. Es una suerte de resumen de varios documentos anteriores, por ejemplo el Plan Decenal de la Educación. Se fundamenta en una idea que se viene trabajando a nivel nacional y en la región en los últimos seis, siete años que de acuerdo a los resultados de las pruebas estandarizadas nacionales, caso las prueba PISA centradas en los conocimientos en cuatro áreas fundamentales, en realidad la inversión educativa no ha dado sus frutos, no ha dado los resultados esperados. Entonces, desde una mirada “correctiva” plantean cambios profundos en el sistema educativo.
Estos cambios entran en colisión con cambios que se vienen implementando a partir de la sanción de la Ley de Educación Nacional en el año 2006 están centrados en una visión que rige a nivel mundial que es el de la mercantilización de la educación, es decir la educación vista como un negocio y una mercancía, como un producto de intercambio. Obviamente alejado de la idea de derecho humano y social que esta misma ley establece en su artículo primero justamente planteado un escenario donde el docente es responsable de todos los males del sistema educativo y por lo tanto hay que evaluarlo y ponerlo frente a una propuesta donde va a realizar otro tipo de actividades.
Nosotros, desde el SADOP, nos resistimos a hablar del Plan Maestro en forma aislada. Sostenemos que existe y se está implementando una política educativa con una serie de herramientas dentro de las cuales el Plan Maestro es una de ellas.
Esto implica de dejar de lado a los docentes y menoscabar el lugar del alumnado.
El tema se plantea en estos términos. A partir de 2003 y hasta el 2015 durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner había una política basada en la inclusión. De hecho, nosotros somos la generación que ha producido la obligatoriedad de la escuela media. Pensemos que la escuela primaria fue obligatoria a partir de 1882 y tardamos algo más de cien años para que la escuela secundaria fuera obligatoria. Un paso importantísimo. Junto con esa obligatoriedad se instrumentaron medidas como son la distribución de libros, netbooks en forma gratuita. También una serie de medidas pedagógicas, la construcción de nuevas escuelas. Toda esta política inclusiva en materia educativa, que hemos apoyado fervientemente, los medios hegemónicos y el poder concentrado la confronta con la idea de calidad educativa. “Hay machetes en la escuela pero no aprenden” es un resumen de la postura de estos sectores
La trivialidad demagógica habitual liberal.
Además, ¿quién más que el docente puede querer que haya calidad educativa? Pasa que nosotros no entendemos la calidad como la instala el liberalismo. Nosotros la calidad educativa la calificamos en forma integral porque entendemos que hay que tomar cosas en cuenta como la infraestructura, las condiciones de trabajo, el salario docente, la pertinencia de los contenidos, la metodología con la cual se enseña, la relación de la escuela con la realidad. Todo eso es la calidad integral de la educación. Esta disputa entre inclusión y calidad es el marco en el que estamos debatiendo en este momento, entre otras herramientas, la del Plan Maestro que en el actual escenario electoral no ha sido elevado al Congreso. Nosotros estamos en contacto directo con diputados y senadores pero entendemos que después de octubre tendrá lugar esta discusión que ignora a los docentes y menoscaba el rol del alumno. En este momento estamos viviendo en la Ciudad de Buenos Aires el contexto de la toma de escuelas, indudablemente hay un problema serio que los procesos de transformación, de reforma educativa que por supuesto nunca vamos a negarnos que la escuela y la educación esté mejor debe ir necesariamente acompañado de debates previos y formación de consensos.
Hay un ataque por diferentes frentes, educativos, reforma de leyes laborales, entre varios. Es interesante observar que en los distintos sindicatos de la educación las vertientes nacional-populares logran cautivar la opinión del docente promedio. ¿Ha habido un crecimiento en la consciencia del docente promedio?
Nosotros venimos trabajando esto desde hace casi tres décadas cuando ganamos la conducción del gremio en 1989. SADOP cumple 70 años en 2017 . De esos 70 años 30 hemos sido responsables de la conducción política de la organización. Siempre estuvimos centrados en una idea básica que es la representación de los legítimos derechos personales y colectivos de nuestros trabajadores. Hicimos política representando las demandas de nuestros compañeros. Es una conducción, con distintos compañeros que les ha tocado ejercer la secretaria general y los diferentes cargos de la conducción, que está claramente identificada con premisas y criterios nacionales, populares, democráticos y latinoamericanistas expresando claramente las demandas colectivas que hace 30 años eran el recibo de sueldo y el pago en término y hoy es el Convenio Colectivo de Trabajo.
El colectivo docente, si bien nosotros en muchas oportunidades tenemos profundos debates en las asambleas y reuniones de delegados con nuestros compañeros por determinadas decisiones que la organización toma en el campo político aún así se sienten expresados por nuestra conducción porque representamos los problemas que ellos tienen. Somos de la escuela privada, venimos de la escuela privada y representamos eso. Los problemas que un docente privado tiene en la Argentina y en las distintas jurisdicciones y creo que esa es la clave de la continuidad por tres décadas de un proyecto político sindical.
