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CGT DE LOS ARGENTINOS / Última charla del ciclo homenaje

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En el Centro Cultural Paco Urondo de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, se realizó el cuarto y último encuentro del ciclo organizado en homenaje al aniversario de aquel congreso normalizador Amado Olmos en 1968. Los cuatro encuentros recorrieron la Federación Gráfica Bonaerense, el sindicato de Farmacia, el Espacio Participación Popular y finalmente el CC Paco Urondo. Contaron con la presencia de numerosas personalidades de la vida política, sindical y cultural del campo nacional. Puso a debate distintos temas, distintas experiencias de aquella gesta que encabezara Raimundo Ongaron, Jorge Di Pascuale, Agustín Tosco, junto a tantos otros dirigentes y que marcó un hito que debe ser recordado, pensado y traído a la actualidad para entender la plena vigencia de los postulados que se propusieron.

Este último encuentro fue coordinado por la Profesora Graciela Dragovsky, y contó con la presencia de Jorge Carpio, director del Centro de Investigaciones de la Universidad de Tres de Febrero quien repasó su experiencia de organización y lucha universitaria en aquellos años reflexionó acerca del arraigo que lograron las ideas de Ongaro y la CGTA en la discusión académica.

Expuso también la historiadora del arte Beatriz Balvé, que junto a Julio Flores desarrollaron y trajeron a la visual a la enorme experiencia artística que fue «Tucumán Arde» representando en artes plásticas, fotografía y otras técnicas la realidad latente que sufría la provincia, siendo foco del Tucumanazo. Esta muestra recorrió el país y se convirtió en un ícono artístico muchas veces ocultado por las exposiciones tradicionalistas en nuestro país. «Tucumán Arde, sepa por qué» rezaba el periódico de la CGT de los Argentinos.

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Norberto Galasso, historiador tantas veces convocado por la Corriente Federal de Trabajadores, recordó distintos sucesos que describían el contexto y los debates que suscitó el nacimiento de la CGTA. «El vandorismo se refugió en Azopardo y descalificó a lo que se estaba gestando. Enviaron un emisario ante Perón para convencerlo de no apoyar a la nueva línea desprestigiando a Raimundo Ongaro, quién era un gran orador que solía apelar a referencias cristianas en sus discursos. Le dijeron «General, ¿cómo va a apoyar a alguien que habla con Dios?» a lo que respondió «Prefiero apoyar a los que hablan con Dios, que a ustedes que hablan con Onganía» contó Galasso.

El historiador recordó también al referente Amado Olmos, asesinado por la represión y a quién se homenajeó con aquel congreso de 1968: «decía que los trabajadores debían tener como columna fundamental un programa que apunte a soluciones a realizar. Algunos lo consideraron rebeldía o desobediencia, pero en realidad Olmos apuntaba también a gente que no entre a ese programa, gente que lo lea y salga disparando». Finalmente, unió pasado y presente en una reflexión sobre los tiempos que corren «Era necesario reorganizar las fuerzas, me atrevería a decir, también a depurarlas, como sucede ahora. Esa actualidad del programa de la CGTA en la que nos convoca a trabajar intensamente para sacarnos de encima a la pesadilla que tanto daño nos está haciendo».

Finalmente, tuvo la palabra el secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense, Héctor Amichetti. «La CGT de los Argentinos planteaba que el gran problema eran los monopolios en el país. En 1968, el 75% del capital invertido en el país era extranjero, señalaba como el colonialismo iba por el control del Estado. Eso tiene una absoluta vigencia. Sigue vigente porque lo que estaba planteado era la injusticia del sistema, hoy seguimos luchando contra eso» relacionó el «Gringo» ante el auditorio.

En su exposición, el referente consideró que «los programas eran la expresión del salto de conciencia del movimiento obrero que había generado el peronismo. No eran declaraciones laborales, eran proyectos de país pensados por los trabajadores hacia dos ejes centrales, la producción y la propiedad. Todo esto estaba en la Constitución de 1949 pero no estaba dada la correlación de fuerzas para llevarlo adelante».

En un cierre que contó también con el saludo de la Decana de la Facultad de Filosofía y Letras, Graciela Morgade, Amichetti planteó el accionar de la CFT y también una consideración certera sobre un tema tan discutido actualmente: la unidad. «Humildemente aproximamos los 27 puntos que retoman las cuestiones de fondo, no se puso en debate y es por eso que volvió a reiterarse la contradicción entre dos conductas: el sector que considera que cuando la oligarquía está en el poder, hay que negociar; y otros que generaron respuestas desde las bases y desde el interior. La única unidad posible es si nos ponemos de acuerdo en qué puntos coincidimos los trabajadores. Es imposible si esperamos sólo un acuerdo entre Barrionuevo, Moyano y los gordos» destacó. «La Corriente Federal levanta una línea histórica y reivindica que debemos continuar reflexionando y tomando la experiencia de muchos compañeros que quedaron en el camino. Traicionarlos sería rendirse, y no nos vamos a rendir».

LAUTARO FERNÁNDEZ ELEM

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