Corriente Federal de Trabajadores
En un nuevo paso hacia su derrumbe, el gobierno oligárquico perdió la votación en el Congreso Nacional. El deteriorado presidente Mauricio Macri anunció previamente el veto a la ley contraria al alza de tarifas.
Tras una extensa sesión, la propuesta opositora se impuso por 37 votos contra 30. Las exposiciones más importantes de la jornada fueron planteadas por Jose Miguel Mayans, Anabel Fernández Sagasti, Fernando Solanas y Cristina Fernández de Kirchner.
Vale recordar que hasta el presente, los incrementos tarifarios generaron retracción económica, baja en el poder de compra masivo, inflación y cierres de empresas productivas. El Estado ha sido desfinanciado intencionalmente por las mismas autoridades para transferir recursos.
Ese desfinanciamiento se desplegó por dos grandes vías: la exención de impuestos a los grandes exportadores y la baja en el poder adquisitivo (Impuesto al Valor Agregado). A partir de ese hueco, el gobierno recurrió al endeudamiento.
En este período, tras sucesivas devaluaciones ligadas al un ciclo inflacionario fuerte, las autoridades dispusieron alzas de tarifas destinadas a beneficiar a las empresas privatizadas y a lograr un paliativo tributario.
El rechazo de una sociedad ahogada económicamente no se hizo esperar. Las centrales y corrientes sindicales, las organizaciones sociales y los representantes de pymes, cooperativas y comercios pusieron el grito en el cielo.
La reciente movilización de más de 800 mil personas en celebración del 25 de Mayo y en contra del programa económico oficial fue elocuente. Así, diputados y senadores opositores no pudieron dejar de lado el clima político social y resolvieron sumarse al proyecto que revierte los incrementos.
El veto de Macri evidencia el irrespeto a las instituciones propio del liberalismo conservador en nuestro país y la ausencia de diálogo a la hora de adoptar decisiones que involucran al conjunto.
Por estas horas se aguardan determinaciones firmes de las entidades gremiales de los distintos sectores, en marcha hacia un plan de lucha que incorpore rápidamente la concreción de un paro general de actividades.
Los sondeos conocidos recientemente dan cuenta de un rechazo del 90 por ciento al alza tarifaria. Este humor social se vincula al conocido tres semanas atrás, con un 65 por ciento contrario a la política económica en general.
La debilidad oficial, es inocultable.
