Corriente Federal de Trabajadores
Murió Bernardo Alberte (h). Una muerte súbita e inesperada para un hombre que entregó su vida a la causa nacional. Hijo del mayor Bernardo Alberte, edecán de Juan Domingo Perón y su delegado en Argentina hasta 1969. Su vida estuvo atravesada por el asesinato de su padre, que fue la primera víctima de la dictadura cívico-militar, al ser asesinado en la madrugada del 24 de marzo de 1976.
Con profundo pesar fue recordado por sus compañeros en La Señal. Consternados por la noticia, Gabriel Fernández pidió al abogado Hernán Jaureguiber un semblante de Alberte. En estado de conmoción, quien fuera compañero en el Ateneo John William Cooke describió al que consideró tamaño amigo: “Fue un compañero que tuvo muy claro de que lado de la trinchera debemos estar los argentinos. Un imprescindible para el campo popular que siempre estará en nuestro corazón y memoria“. Finalmente, emocionado, recordó a Alberte (h) con una frase como sentencia: “fue un hombre que siempre intentó honrar su sangre”
El periodista e investigador Eduardo Gurucharri también se mostró dolido por el fallecimiento de Alberte. El autor de “Un militar entre obreros y guerrilleros“, biografía de Bernardo Alberte padre, quiso recordar la faceta personal del fallecido: “Bernardo fue un hombre muy cuidadoso con su familia. De atender su mandato paterno aun en las peores dificultades, por eso nunca dejó estar presente en la tintorería familiar de la calle Juncal. Un hombre que conjugaba firmeza junto a una gran amabilidad. Un tipo muy sencillo y comunicativo”.
Gurucharri se emocionó al recordar su reencuentro con Alberte luego de sus años de exilio: “Lo conocí a Bernardo cuando eramos muchachos. La casa del padre era un ámbito de reunión de la tendencia revolucionaria del peronismo y yo era nexo entre el mayor Alberte y la Juventud Revolucionaria Peronista. En esas circunstancia armé mi relación con Bernardo hijo. Antes del golpe de marzo de 1976 nosotros estábamos bajo tierra escondidos, por eso cuando me enteré de la noticia del asesinato del mayor descarté la posibilidad de ir a su velatorio. Pocos meses después me exilié en Brasil volviendo al país años más tarde. Tardé tres años en reencontrarme con Bernardo. Recuerdo muy bien el momento. Fui a la histórica limpiería de la calle Juncal entre Suipacha y Esmeralda. Cuando me vio bajar las escaleras después de diez años sellamos una amistad duradera. Tal vez no estábamos siempre de acuerdo, pero con Bernardo no podíamos pelearnos“.
El amigo mostró otra faceta de Alberte que fue la búsqueda de justicia por el asesinato de su padre: “En abril de 1976 inició una querella contra el dictador Jorge Rafael Videla por la muerte y asesinato de su padre. Sólo los muy valientes eran capaces de entablar algo así. La causa dio tumbos en Tribunales hasta que en 1985, la cámara donde estaban León Arslanian y Ricardo Gil Lavedra archivó la causa. La tenacidad de Bernardo permitió un gran triunfo personal porque reabrió la causa y logró que los generales Carlos Alberto Martínez y jorge Eugenio O`Higgins fueran procesados y murieran condenados por el asesinato de su padre. Cuando también caería el policía Oscar Enrique Guerrero, este murió días antes que Rafecas también lo procesara. Ese fue su triunfo personal. Una vida digna y valiente”.
El hijo del mayor fue, entre otras cosas, motor del Ateneo John William Cooke, integrado también por Gurucharri, Jaureguiber, Tate Martínez, Marita Foix y Gabriel Fernández. En ese espacio de debate fue posible analizar con gran marco de militancia en cada encuentro, las derivaciones del 2001, los primeros pasos del nuevo gobierno establecido en 2003, los desafíos futuros y la historia del movimiento nacional.
Bernardo Alberte (h) falleció el 5 de septiembre. Tenía 69 años. Sus restos fueron despedidos en el cementerio de Avellaneda.
