Corriente Federal de Trabajadores
Como consecuencia, principalmente de la devaluación, en el primer semestre la pobreza se elevó a 27,3%. El dato se ubica 1,6 puntos porcentuales por encima de la tasa registrada en el segundo semestre de 2017.
Los datos de esta medición vuelven a poner en la superficie la estafa de «pobreza cero» esgrimida por el actual Presidente en su campaña electoral. Grafican en números el desastre social que generan las políticas económicas del Gobierno. En el índice de pobreza que dio a conocer hoy el INDEC, alcanzó al término del primer semestre del año a 27,3%, por debajo del 28,6% de igual período del año pasado pero con un crecimiento respecto del 25,7% del segundo semestre de 2017.
En tanto, la indigencia, entendida como los pobres cuyos ingresos ni siquiera les alcanza para comprar el mínimo de alimentación indispensable para la subsistencia, bajó en relación al primer semestre de 2017 4,9% contra 6,2%, pero también creció este semestre 0,1%.
Luego de que el Indec diera a conocer las cifras, el presidente Mauricio Macri indicó que el aumento en el índice de la pobreza respecto al segundo semestre del año pasado «refleja las turbulencias de los últimos meses» y advirtió que «esta crisis tiene que ser la última» porque auguró que «pasada la tormenta, vamos a crecer». El Presidente insiste en metáforas metereológicas en sus explicaciones del porque de la crisis que atraviesa nuestro país. Hasta ahora ni un gramo de autocrítica sobre las decisiones económicas propias que llevaron a la Argentina a esta situación.
En una rueda de prensa en la Casa Rosada, el Presidente también destacó que, ante este incremento en el nivel de pobreza, la mayor parte del Presupuesto para 2019, en debate en el Congreso, se destina a la inversión social «como nunca». Dinero para contener el incendio, que no desbarranque una situación de emergencia social cada vez más notoria.
Con una población estimada en 44 millones de personas, un índice de pobreza de 27,3% implica que 11,8 millones de personas están en esa situación, de los cuales, unos 800.000 cayeron en esa condición durante el último semestre.
Los mayores índices de pobreza se detectaron en Corrientes, con el 36,8%, Concordia 34,7%, el Gran Buenos Aires, 31,9%, Jujuy y Santa Fe, ambas con guarismo en torno al 30%.
Para junio de este año, cuando se cerró la medición del Indec, una pareja, con dos hijos de seis y ocho años, necesitó de $ 19.601 para comprar los bienes y servicios que integran la Canasta Básica Total y de esta manera no caer por debajo de la línea de la pobreza.
La presidencia de Macri arrancó con una pobreza del 32,2% en el segundo trimestre de 2016, para disminuir al 30,3% en el segundo semestre de ese año, al 28,6% en el primer semestre de 2017 y al 25,7% en la segunda mitad de ese año.
Para el segundo semestre los economistas – el mismo Presidente también lo admite- la pobreza se disparará a partir de la devaluación de las últimas semanas. «Tenemos meses difíciles por delante» no le quedó otra que admitir a Macri.
En un contexto de alta inflación, donde previsiblemente se sumarán más pobres, las medidas que tomó el Gobierno para amortiguar la situación fue disponer dos bonos para aquellos niños y adolescentes que reciben AUH. El primero es de 1200 pesos en septiembre, el segundo es de 1500 en diciembre, una cifra que mueve poco la aguja en medio de la estampida inflacionaria que atraviesa el país.
