Corriente Federal de Trabajadores
Entrevistamos en Sindical Federal a Adrián Silva, secretario general de APDFA, donde dejó definiciones sobre el presente del sistema ferroviario, del reciente acuerdo para discutir una recomposición salarial y sobre la intervención que sufrió su gremio meses atrás.
ENTREVISTA: Lautaro Fernández Elem – Gabriel Fernández / TEXTO: Leonardo Martín
El debate alrededor de los ferrocarriles tiene varios capítulos emblemáticos de la historia argentina. Desde la construcción del primer ferrocarril a mediados del siglo XIX, la mano porteña y británica en el diseño de tendido de vías, su nacionalización durante la primer presidencia de Juan Domingo Perón, su desarrollo y posterior destrucción han alimentado debates intensos y el recuerdo de conflictos sindicales que perduraron en el tiempo.
Para hablar de la situación actual del ferrocarril en nuestro país entrevistamos a Adrián Silva, secretario general de la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos Administración General de Puertos y Puertos Argentinos (APDFA), gremio que viene de sufrir una intervención por parte del ex Ministerio de Trabajo comando por el degradado Jorge Triaca (H). Por una decisión judicial posterior se dio marcha atrás con esa decisión, pero la situación de fondo aún no está resuelta, sigue su curso en la vía judicial. Como dato extra, APDFA es uno de los últimos sindicatos que se sumó a la Corriente Federal de Trabajadores a partir de una coincidencia en las miradas política y sindical con el espacio.
Desde fines de los años cincuenta para acá los ferrocarriles argentinos han tenido un deterioro sostenido. Por decisiones de diferentes gobiernos se han reducido los kilómetros de vía férrea con una calidad de servicio que tendió a empeorar, en algunos períodos violentamente. La destrucción comienza con la presidencia de Arturo Frondizi a fines de la década del cincuenta profundizándose con la de Carlos Ménem con la trístemente frase célebre, “ramal que para, ramal que cierra” años a partir de los cuales quedó destruido el entramado federal de servicios. Durante los años del kirchnerismo se dieron tibios intentos de recuperación, pero desde que asumió Mauricio Macri la presidencia el sentido vuelve a ser la destrucción.
“Nuestro gremio tiene una visión muy crítica de la política nacional en el tema ferroviario. El Gobierno priorizó el transporte de pasajeros en Buenos Aires y ha reduciendo los pocos servicios que había en el resto del país” resume el referente sindical.
Menciona el ejemplo de Ferrobaires, empresa que brindaba servicios en la Provincia de Buenos Aires al cual la gobernadora María Eugenia Vidal decidió cerrar el verano pasado. “Tomaron la decisión de cerrarla con el argumento de que el servicio iba a ser trasladado a la Nación. En realidad no fueron transferidos todos los servicios, quedaron unos pocos. Por ejemplo, los trenes a Bragado y a Tandil no circulan más, tampoco a Sierra de la Ventana. Quedaron servicios a Mar del Plata o Bahía Blanca con muchas menos frecuencias. Teníamos tres o cuatro semanales y ahora tenemos una” describe sobre el destino de los servicios de Ferrobaires.
“Los servicios de larga distancia más importantes, a Tucumán y Córdoba, jamás se incrementaron e incluso el tiempo de viaje se sigue alargando. A Tucumán puede llegar en 32 horas cuando hace treinta años podía durar 18” se lamenta.
En cuanto al transporte de carga los actores que juegan allí son capitales de peso de nuestro país como Techint, Aceitera General Deheza y Loma Negra. Allí menciona que tampoco se ha avanzado en su desarrollo.
Sí apuntó contra la decisión del Gobierno de paralizar gran parte del recorrido de la Línea Urquiza. “En el transporte de carga y logística han tomado una decisión inédita en la reciente etapa ferroviaria. Este Gobierno ha paralizado y abandonado una línea entera que es la Urquiza que corre toda la Mesopotamia argentina. Prácticamente no hay servicios. Apenas existen entre Concordia y Buenos Aires, pero hacia el norte de la Mesopotamia no hay tráfico”.
LA INTERVENCIÓN DEL GREMIO
APDFA fue uno de los varios gremios que decidió intervino el exministro Triaca (H) en marzo pasado nombrando un Delegado Interventor. El argumento fue la impugnación del proceso eleccionario en noviembre del 2017.
“En el proceso eleccionario hubo una impugnación de una lista de una de las 40 seccionales que tenemos en todo el país, algo totalmente ilógico. Con ese argumento el Ministerio de Trabajo sacó una resolución para que impugnáramos la elección. Ellos buscaban que no tuviéramos elecciones para después justificar la intervención” narra sobre el proceso.
“Desacatamos esa decisión del Ministerio. La controlaron escribanos públicos y después nos nombraron un delegado normalizador. Fuimos a la Justicia que nos dio la razón y puso en suspenso esa decisión hasta decidir la validez de la elección” agrega.
¿CÓMO ESTÁ EL EMPLEO EN EL SECTOR FERROVIARIO?
Desde diciembre de 2015, con algunas pocas excepciones, los diferentes sectores registraron pérdidas de empleo y una situación donde la actividad se retrajo. Consultado sobre qué fue lo que sucedió con los trabajadores ferroviarios respondió, “en el sistema ferroviario no ha habido despidos masivos, sí ha habido despidos por goteos y retiros voluntarios con trabajos que no son cubiertos, provocando que el sistema se vaya reduciendo”.
El 2 de octubre pasado, a apenas horas de realizarse, se desactivó un paro de gremios ferroviarios que reclamaban la reapertura de paritarias con una recomposición salarial. Pactaron un incremento del 10% – se suma al 15% firmado inicialmente- con el acuerdo de sentarse a negociar nuevamente en diciembre. Esto fue el acuerdo con las empresas del transporte metropolitano en Buenos Aires. Aún resta acordar con las líneas de carga.
“Más allá de las diferencias siempre hemos negociado en conjunto con los otros gremios. Hemos logrado una unidad de concepción y acción” celebra Silva.
“No son acuerdos que nos conforman, pero nos permite cubrir la inflación a septiembre y se comprometen las empresas a reunirse con los sindicatos en diciembre” explica. “Los sindicatos ya hemos expresado que queremos mantener el poder adquisitivo” cierra.
