Corriente Federal de Trabajadores
Esta tarde el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) dio a conocer la evolución del Índice de Salarios medido a agosto de este año. Según el informe en agosto pasado los salarios -contemplando al sector privado, público e informal- crecieron en promedio 2,8% respecto al mes anterior. En relación a los últimos doce meses la suba es del 21,9%, muy por debajo de la evolución de la inflación en el mismo período que fue del 34,4%, es decir que la pérdida de poder adquisitivo alcanza el 12,5%.
El organismo que conduce Jorge Todesca dio a conocer los números que muestran una situación preocupante para los asalariados con una significativa pérdida de poder adquisitivo. Esto sin contabilizar los dos últimos meses que fueron donde se agudizó la inflación. En septiembre los precios crecieron 6,5% y en octubre se espera un número similar por lo cual la pérdida de poder adquisitivo podría ser aún más significativa.
En el desagregado de los últimos doce meses, el sector asalariado privado mostró mayor dinamismo aumentando un 23,8%, el sector público un 21,9% siendo el más perjudicado sector privado no registrado (comúnmente denominado «en negro») que se incrementó un 18%. En este último sector la pérdida de poder adquisitivo llega a un alarmante 16,4%.
Estos números meten presión a las cláusulas de revisión contempladas en las gran mayoría de los acuerdos paritarios. Muchos gremios ya han logrado recomposiciones salariales, otros tantos deberán comenzar la negociación con un escenario económico deteriorado y con una economía que – en los próximos días- se confirmará que ingresó técnicamente en recesión tras arrastrar seis meses de caída en la actividad.
La negociación no será sencilla. Los gremios plantearán la pérdida de poder adquisitivo, pero desde el sector privado mostrarán los números negativos de la economía para consolidar la baja. Ni hablar del ámbito público donde la cruzada de déficit cero está provocando un fuerte ajuste con negociaciones que serán muy arduas.
Lejos de significar un fracaso en la política económica que lleva adelante la alianza Cambiemos estos números son positivos desde la mirada de los economistas del gobierno en cuanto significan una rebaja en los salarios a los que consideran altos. Hasta ahora está logrando uno de los objetivos que se propuso, bajar el costo laboral argentino y transferir recursos hacia sectores concentrados. Supuestos errores e impericia que en realidad son aciertos para los objetivos que se propusieron.
LEONARDO MARTÍN
