Corriente Federal de Trabajadores
Dirigentes políticos, sociales y sindicales; académicos y referentes de la economía, la educación y la cultura participaron este sábado 10 de noviembre de una nueva Jornada de Pastoral Social realizada en el auditorio FOETRA. Allí participó el referente bancario y de la Corriente Federal de Trabajadores, Sergio Palazzo.
«Cuidemos la Casa Común. Construir un nuevo Pacto Social para el siglo XXI” fue el lema de este año. En la web de la Pastoral Social explican sobre las jornadas, «responde a cuidar nuestra Casa Común desde la construcción de un nuevo Pacto Social, teniendo especial consideración en la custodia de nuestra Patria«.
Allí hubo presentes dirigentes de diversas instituciones y orígenes políticos. Entre algunas de las figuras reconocidas estaban el gobernador de La Pampa, Rubén Marín, Horacio Rodríguez Larreta, Ricardo Alfonsín, Héctor Daer, Federico Pinedo, Arnaldo Bocco, Daniel Arroyo y, reaparecido públicamente, Gustavo Béliz.
Palazzo agradeció a la Pastoral Social celebrando el valor de este tipo de encuentros teniendo como ejes en su intervención la importancia de un diálogo social genuino y planteando el desafío que generan los avances tecnológicos en el presente.
«En esa agenda del diálogo se hace imprescindible tratar temas como la pobreza, la concentración de la riqueza de la mano del avance tecnológico y la implicancia que tiene sobre las distintas actividades y sobre la economía» aseveró el referente bancario.
El dirigente gremial planteó su preocupación sobre el avance tecnológico y el impacto que genera en la economía y en el mundo del trabajo para el cual reclamó una mayor regulación de los Estados.
«No podemos negar la revolución tecnológica que implica un cambio en la producción y en el modo de vida. Tenemos que analizar las consecuencias sobre los males que trae ese avance tecnológico. Ese debe ser uno de los temas prioritarios en la agenda de ese nuevo pacto social» afirmó.
Planteó «que ese avance no sirva para agrandar la brecha de conocimiento y tampoco agrande la brecha entre quienes pueden acceder a esos avances tecnológicos y quienes no y a quienes pueden capacitarse para su utilización. También hay que revisar la pérdida de puestos de trabajo que puede ocasionar«.
Sobre ese mismo tema advirtió que es necesario dilucidar «para qué se utiliza ese avance, si sirve para mejorar las condiciones de vida de la sociedad o la capacidad rentística del capital«. En esa línea argumentó que es la urgencia de «regulaciones del Estado en el desarrollo del avance tecnológico» pidiendo también que se cumpla la declamada responsabilidad social empresaria con «una mirada abarcativa, con una mirada en la inclusión«.
Respecto a la revolución tecnológica también expresó que los gremios deberán adaptarse a esa nueva realidad «trabajando fuertemente en la formación y la capacitación, adecuarse a esas nuevas formas de trabajo«.
Haciendo una breve síntesis de la situación global, de las formas que el capitalismo va tomando en el presente con la relocalización de empresas en diversas partes del mundo, sobre el dumping social que se genera en países que contemplan situaciones más laxas para los trabajadores y cómo la Argentina se inserta en ese contexto. Allí volvió a reclamar «regulación del Estado y la protección de la industria nacional«.
Retomando el concepto del diálogo valoró cuando es genuino. Con evidentes alusiones al presente de la Argentina. «Creo en el diálogo pero también honestidad intelectual de quien convoca al diálogo (…) Permitanme descreer de los diálogos de final de mandato porque eso solo sirve para socializar los costos políticos de políticas equivocadas«.
Tras ello finalizó con referencias a diálogos que se dieron en los últimos días. «El pacto social para aliviar problemas sociales, morigerá por un tiempo la degradación del pacto social, pero en el fondo no hay un pacto sincero ni genuino que tienda a resolver los problemas«.
