Corriente Federal de Trabajadores
Por HÉCTOR AMICHETTI*
Por entonces la oligarquía creía tener a la Argentina bajo control…
Con el golpe del ’55, los fusilamientos ejemplificadores, la proscripción del peronismo y posterior apertura «democrática», alardeaba de haber acabado con el populismo.
Arturo Frondizi, líder de la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) era Presidente de la Nación y el pueblo se aprestaba a concurrir a las urnas.
A mediados del mes de enero de 1962, desde su exilio en Madrid, Juan Perón proclamaba: «Venciendo los escrúpulos del compañero Framini, lo he convencido para que acepte ser candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires y él se ha comprometido a hacer lo que yo disponga al respecto«.
El 18 de marzo fueron las elecciones, desde su primera plana (que se adjunta en esta nota), el diario «Clarín» tituló: «Hoy se votará: Por el Orden y la Legalidad Contra la Revancha y la Anarquía», señalando, sin ninguna imparcialidad, en el texto de su nota de tapa: «…Buenos Aires, con sus 3.663.367 electores hábiles, será el escenario donde las fuerzas democráticas agrupadas en torno a la UCRI harán frente al conglomerado peronista-comunista-castrista que se insinúa como grave amenaza regresiva».
La victoria fue contundente, la fórmula Andrés Framini-Marcos Anglada encabezando «Unión Popular» obtuvo el respaldo mayoritario de los ciudadanos de la provincia, especialmente del pueblo trabajador del conurbano bonaerense.
Los peronistas triunfaron además en Chaco, Río Negro, Santiago del Estero y Tucumán.
Las Fuerzas Armadas intimaron al gobierno para que anule las elecciones, Frondizi optó por intervenir las cinco provincias.
REACCION EN EL EXTRANJERO
El diario estadounidense «Herald Tribune» opinó: «Fracaso de Frondizi, el veredicto de la elección fue un golpe también para nosotros. El triunfo no significa que el pueblo argentino esté ofreciendo otra vez la corona a Perón, significa que añora los días de derroche en gastos públicos, poderío exagerado de los sindicatos y un nacionalismo incandescente, aunque infructuoso».
«Wall Street Journal» decía: «Los sostenedores del expulsado dictador Perón, con apoyo comunista, ganaron las elecciones…Frondizi ha venido trabajando por estabilizar una economía saqueada y trastornada por Perón. Su llamado programa de austeridad es una importante razón de descontento popular que volvió la elección contra su partido».
El «Financial Times» publicaba: «Hasta los más fervientes partidarios de Perón deben comprender que hacerlo regresar ahora probablemente desataría una guerra civil…».
El periódico inglés «The Times» no anduvo con vueltas: «La causa de la crisis argentina radica en la actitud de los trabajadores, pues Frondizi heredó un movimiento obrero nacional decididamente peronista… una hosca masa que no desea entender las (inevitables) medidas adoptadas por el gobierno para salir del camino de ruina trazado por sus antecesores peronistas».
PROSCRIPCION DE LOS PROSCRIPTOS
Dos días después de las elecciones «Clarín» informó en su tapa: «Ultimo momento. Proscriben hoy al Peronismo», comentando la prohibición de canciones y emblemas, símbolos y otros aditamentos «reñidos con las prácticas democráticas».
Andrés Framini había concurrido a la Casa de Gobierno provincial, junto a otros compañeros con la intención de asumir el cargo surgido del mandato popular. Un cerco policial le impidió el paso y una graciosa anécdota quedaría registrada para la historia. Al enfrentarse cara a cara con Framini, un policía no atinó a otra cosa más que decirle: «Disculpe señor gobernador, pero no lo puedo dejar entrar».
En la madrugada del 29 de marzo, las Fuerzas Armadas derrocaron a Frondizi enviándolo prisionero a la isla Martín García. El titular del Senado, José María Guido, asumió la Presidencia de la Nación anulando de inmediato las elecciones, interviniendo las provincias, disolviendo el Congreso, derogando la ley de Asociaciones Profesionales y designando a Federico Pinedo, como nuevo Ministro de Economía.
Pinedo liberó el mercado cambiario provocando una fuerte devaluación y desatando una crisis que acortó su gestión a tan sólo 14 días. Durante ese breve período, los financistas y grupos cerealeros concentrado concretaron un fabuloso negocio.
EL ANTICAPITALISMO PERONISTA
Antes de culminar ese histórico año 1962 ocurren trascendentales hechos y pronunciamientos que vale la pena recordarlos.
En el mes de julio, el movimiento obrero organizado reunido en Huerta Grande en un plenario presidido por el gran dirigente del gremio de Sanidad, Amado Olmos, difunde un programa que incluye, entre otros objetivos: nacionalizar la banca y establecer un sistema financiero estatal y centralizado; control estatal del comercio exterior; nacionalizar los sectores claves de la economía; prohibir la importación competitiva con nuestra producción y establecer el control obrero de la producción.
En agosto es secuestrado Felipe Vallese, miembro de la Juventud Peronista y militante de la UOM. Nuestro primer compañero detenido-desaparecido.
En esos días, Andrés Framini manifiesta: «El sistema capitalista está en crisis y nada ni nadie puede salvarlo. Cada paso que dan para defenderlo contribuye a acercar la hora de su muerte«.
En el marco de una huelga de su gremio, la Asociación Obrera Textil, agrega: «Después de semejante victoria (la del 18 de marzo), no vamos a dar un solo paso atrás… nos quieren amedrentar con el cuento de siempre: intervenir las organizaciones obreras, desconocer la CGT, reglamentar el derecho de huelga. Y bien, aquí estamos y aquí los esperamos. Seguros de que con nosotros está el pueblo entero.».
Apuntando a los dirigente sindicales más conciliadores les dice: «La clase trabajadora deberá salir a la calle. No es posible que tengamos dirigentes que no se animan a enfrentar la acción y prefieren estar cómodamente en sus sillones».
En Madrid, Juan Perón concede un reportaje al semanario «Descartes» en el que incluye interesantes definiciones que bien podrían repetirse en estos días. Acá van algunas de ellas:
«Estos últimos siete años demuestran que si nosotros fuimos malos los que nos sucedieron fueron mucho peores…
En la Argentina el Justicialismo es invencible, no solo porque representa los ideales del pueblo, sino también porque sus enemigos han hecho todo lo posible por honrarlo y enaltecerlo en esos 7 años de vergüenza nacional…
Y frente a este cuadro desolador, todavía se le planta un señor en la televisión para decirle al pueblo que debe comer menos, hacer economía y producir más. ¡Si parecen cosas de locos!…
…Desean seguir gobernando, sin percatarse de que esa clase de ‘democracia’ no está en los cánones. Con el oxígeno que se les inyecta desde el exterior, alargan su agonía con el peligro de que ‘ese río revuelto’ resulta a la larga ‘ganancia de pescadores!.
El 18 de marzo fue la prueba de ello. Si al pueblo se le cierran todos los caminos, tomará el rumbo que menos se piensa y tendrá razón de hacerlo… Tarde o temprano, la razón, la verdad y la justicia triunfarán».
*Federación Gráfica Bonaerense / Corriente Federal de Trabajadores
