Corriente Federal de Trabajadores
“Cese inmediato del comportamiento antisindical y de las prácticas discriminatorias”, reclama el recurso de amparo presentado por el Sindicato de Obreros y Empleados del Azucar del Ingenio San Isidro (SOEASI) de Salta apuntando contra la patronal Zaidar S.A. que comanda la empresa desde mediados de 2018.
Para llegar a este punto, la historia tiene varios capítulos previos con un denominador común: la continua práctica antisindical, la persecución al SOEASI, la precarización del empleo y el deterioro de los ingresos de los trabajadores. Comenzó durante el gobierno de Mauricio Macri, pero aún no se ha resuelto una situación donde la patronal avanza con una práctica de tiempos previos al peronismo y a una legislación protectora de la práctica sindical
El Ingenio San Isidro está ubicado en Campo Santo, departamento General Guemes, a 38 kilómetros de Salta Capital. Como dato histórico, fue el primer ingenio fundado en el país en 1760, en tiempos donde estos territorios eran parte del Virreynato del Río de la Plata. Desde comienzos de 2018 el departamento y sus trabajadores viven una situación desesperante.
A comienzos de ese año, el Grupo Gloria -empresa de origen peruano que maneja entonces el ingenio- cerró sus puertas despidiendo a 700 trabajadores tras presentar un Proceso Preventivo de Crisis. En su momento, esos mismos trabajadores denunciaron que no había una crisis que justificara el cierre del Ingenio poniendo en jaque a toda una región y no aceptaron ese Proceso Preventivo. El tiempo les dio la razón.
Meses después, con un cambio de manos de patronal, el Grupo Ruiz Juárez de origen tucumano tomó la posesión del Ingenio. Rápidamente desplegó toda una práctica antisindical para dejar sin defensa a los trabajadores e imponer una flexibilización laboral y baja de salarios. Ese menú incluyó la creación de un sindicato amarillo, el pedido de desafiliación sindical a cambio de mantener el trabajo, la prohibición de ingreso de los representantes gremiales así como la desfinanciación de la organización a la cual dejó de pagar el monto de las cuotas sindicales.
“Hemos hecho las denuncias judiciales correspondientes, de amparo sindical”, cuenta Mariano Cuenca, secretario general del SOEASI. La misma fue presentada en el Juzgado Laboral N° 4 de Salta. Allí detalla todas las prácticas antisindicales que desplegó la empresa Zadar SA comanda por el Grupo Ruiz Juárez.
“Lo que hizo acá es totalmente ilegal, apuntaron a destruir la organización sindical que viene representando y defiende a los trabajadores en el Ingenio desde 1947”, describe Cuenca.
“Los argumentos económicos y productivos expuestos por la empresa en dicho expediente eran, en esencia, falaces y apuntaban desde el vamos a reducir la planta de personal y a descabezar y expulsar al SOEASI que, como organización sindical independiente, dificultaba los planes de reducción del número de trabajadores, exigía el cumplimiento de las leyes del trabajo y situaba en sus justos límites al poder de dirección de la empresa”, argumentan desde el gremio en la denuncia contra la empresa.
“Hoy hay muchos menos trabajadores que tiempo atrás”, afirma Cuenca. “Antes el Ingenio funcionaba con 730 trabajadores con un sueldo promedio de 45.000 pesos. Hoy están haciendo funcionar al Ingenio con 250 trabajadores y un salario promedio de 27.000 pesos. Hoy Campo Santo es un pueblo que ha quedado devastado económicamente con esta situación”, puntualiza Cuenca.
“A los que están los obligan a la polifuncionalidad, a tomar tres funciones distintas. Amenazaron que si no se desafiliaban del sindicato los iban a echar y a los que no lo hicieron los echaron”, denunció.
LA PRÁCTICA ANTISINDICAL
Al repasar la denuncia realizada por el gremio la patronal incurrió en todo tipo de práctica antinsindical.
Entre esas acciones hubo un “filtro discriminatorio, que que eliminó a los trabajadores afiliados al sindicato y obligó a los que aspiraban a retomar sus tareas a renunciar a la organización que represento”, explican en la denuncia desde el gremio firmada por Cuenca.
“Casi simultáneamente y en paralelo, la empresa puso en marcha una asociación presuntamente sindical (“Unión Trabajadores Azucareros de San Isidro” – UTASI), apelando a la complicidad de trabajadores dóciles a los que se dotó de los recursos necesarios para conseguir otras voluntades no libres y realizar los trámites en procura de la inscripción gremial. Los personeros de esta parte de la maniobra recurrieron a todos los medios imaginables (incluida la violencia) para satisfacer los designios patronales”, añadieron en esa presentación.
Sumado a ello desde la patronal obligaron a los trabajadores a desafiliarse del SOEASI, con presiones de despido y a los cuales redactó y costeó la carta de renuncia a la organización gremial.
“Que las renuncias fueron orquestadas, instadas y dirigidas por la patronal surge de la lectura de las cartas de renuncia cursadas por los trabajadores, todas redactadas sobre un mismo molde textual dictado por ZADAR SA (figura legal que tomó el Grupo Ruiz Juárez)”, describen desde el gremio en el amparo sindical.
Otro medida para atacar al sindicato fue la retención del pago de cuotas sindicales asfixiando económicamente al gremio. Primero desafiliando compulsivamente trabajadores y, además, no pagando desde 2018 las cuotas correspondientes al gremio.
LOS PRÓXIMOS PASOS
Desde el SOEASI buscan con este amparo sindical poder retomar la representación y defensa de los trabajadores. Durante la presidencia de Mauricio Macri estas prácticas se hicieron habituales, pero ya no puede permitir un ataque gremial de estas características. Es inaceptable.
La demanda judicial hoy está en la Justicia Laboral de Salta. La historia tendrá su próximo capítulo el próximo 1 de julio en una audiencia con las partes en conflicto. Debería ser el punto de inflexión para que los trabajadores recuperen la protección sindical y con ellos los derechos laborales e ingresos que impunemente la firma Zaidar SA apropió en desmedro de los trabajadores.
LEONARDO MARTÍN
