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PÁGINA 12 / “Sin igualdad de género no hay justicia social”

Reproducimos una excelente nota publicada en el diario Página 12 a las mujeres de la Corriente Federal de Trabajadores. A días del 8 de marzo para el cual está convocado el  Paro Internacional de Mujeres, trabajan activamente para esa jornada. Además, cuentan sus experiencias dentro del ámbito laboral y de las propias organizaciones gremiales. Las dificultades, las necesidades, las demandas crecientes. La nota fue escrita por la periodista Mariana Carbajal.

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“El desafío es instalar que estamos organizadas, que tenemos proyectos de lucha y que la visibilidad no quede ligada a un día”, afirman las gremialistas, que incluyen en sus demandas numerosas reivindicaciones que apuntan a la igualdad de oportunidades.

Andrea Herrera tiene el cabello renegrido, lacio, largo, los ojos oscuros. “Me separé por estar en el sindicato”, cuenta, como una declaración de principios. Su ex le cuestionaba que estuviera “entre varones”, y que siendo profesional se involucrara en luchas gremiales. “Estoy totalmente satisfecha con el camino que elegí y mis hijas me acompañan”, dice Herrera, madre de dos chicas de 23 y 14 años. Es licenciada en Administración de Empresas y trabaja hace casi dos décadas en MastelloneHnos S.A., en General Rodríguez, principal compañía láctea del país y dueña de la Serenísima. Empezó a militar gremialmente hace un año y medio, hace seis meses fue electa y asumió en enerocomo la primera mujer delegada de esa seccional de la Asociación de Trabajadores Lecheros de la República Argentina (ATILRA). Herrera y otras ocho mujeres sindicalistas, de distintos gremios alineados dentro de la Corriente Federal de Trabajadores de la CGT, conversaron con este diario sobre los preparativos para el paro internacional de mujeres del 8 de marzo, promovido en el país por el Colectivo Ni Una Menos en articulación con organizaciones del movimiento de mujeres, sindicales, políticas y estudiantiles. Y las razones por las cuáles adhieren a la inédita huelga, que será coronada con una movilización a la Plaza de Mayo. También destacaron las demandas de la agenda de género que florecieron en sus sindicatos en los últimos años, los obstáculos que enfrentan y cómo pegan las políticas de ajuste del gobierno macrista sobre sus afiliadas.

  • “Nosotras Paramos”. La frase, que se viene replicando con fuerza en las redes sociales con miras al 8M, se escucha como grito unánime en el salón del primer piso de la Federación Gráfica Bonaerense, en el barrio porteño de Montserrat. Las voces de las sindicalistas se funden en un aplauso festivo. Es el cierre de la grabación de un video para convocar a la histórica huelga, que hermanará a más de treinta países en el Día Internacional de la Mujer. La convocatoria rescata el origen de lucha de la fecha por reivindicaciones en el mundo del trabajo y lo enlaza con la problemática de las violencias machistas y los femicidios, como último eslabón de una cadena de discriminaciones que atraviesan estructuralmente a las mujeres, en cada sociedad, en cada territorio, en cada geografía. “Nosotras Paramos”, vuelve a resonar. Tienen entre 30 y 60 años.
  • Unidad. Para el 8M las mujeres de las tres centrales obreras marcharán juntas por primera vez, en un acuerdo político de unidad entre la CGT, la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma, tal como adelantó PáginaI12. En cada sindicato se están definiendo modalidades de adhesión: se impone el paro activo a partir de mediodía, con ruidazo y asambleas y acciones de concientización en lugares de trabajo. Pero habrá también difusión sobre la problemática de la violencia machista entre clientes como está previsto en cada sucursal de banco en todo el país, impulsado por la Asociación Bancaria (ver aparte).
  • Baños. “El 8 de marzo hacemos paro activo de 13 a 14, con asambleas. Sabemos que somos la variable de ajuste de las políticas neoliberales. Ganamos menos que los varones. Tenemos los trabajos más precarizados. Buscamos la igualdad de oportunidades”, señala Andrea Herrera, de Atilra. Ellas no pueden acceder a niveles gerenciales en la industria láctea. Las mujeres están abocadas a los puestos administrativos, al conmutador, como guías en las visitas escolares a la planta, o para servir o preparar comida en comedor. En la línea de producción solo hay técnicas de laboratorio. La primera mujer delegada en la planta de Mastellone, sabe que es una excepción: tiene a su cargo Cuentas Corrientes del Área Industrial. En el corto tiempo que lleva militando gremialmente, obtuvo varios logros para las mujeres que se desempeñan en la planta de General Rodríguez, donde el personal femenino representa apenas el 5 por ciento de una dotación total de 3000 empleados. “No teníamos baños ni vestuarios para mujeres. En noviembre los conseguimos. Empezamos a juntar firmas y logramos también la sala de lactancia. Ahora estamos trabajando para que nos garanticen guardería o un subsidio para pagarla”, destacó en diálogo con PáginaI12. En el sindicato a nivel nacional, solo dos vocalías están a cargo de mujeres. En febrero, Herrera participó de un acampe en una industria láctea de Luján, en defensa de los puestos de trabajo: “Estuve los 8 días que duró el acampe. Mis compañeros del sindicato no pensaban que me iba a quedar por ser mujer. Ahora me miran de igual a igual. Yo les digo: sin igualdad de género no hay justicia social”.
  • Organizadas. Los gremios docentes llamaron a un paro de dos días para el 6 y 7 de marzo, en defensa de la paritaria. Y adhieren también a la convocatoria del 8M. La idea es que en cada institución ese día las docentes puedan trabajar la temática en sus aulas, con alumnos y alumnasprecisa Alejandra López, secretaria general de la filial capital de SADOP (docentes privados). Después, se sumarán a la marcha que confluirá en Plaza de Mayo. “El desafío es instalar que estamos organizadas, que tenemos proyectos de lucha y que la visibilidad no quede ligada a un día o a la problemática de la violencia machista”, apuntó López, que milita en el gremio desde comienzos de la década del ‘90 y fue elegida como secretaria general hace año y medio. “Al estar regidas por una cultura patriarcal, dentro de las organizaciones, y no solo en los gremios, todavía sigue imperando que en los lugares de máxima responsabilidad y toma de decisiones, recaigan sobre los varones, pero estamos en pleno cambio”, apuntó. A la palabra de las mujeres, en las discusiones, se la suele escuchar con menor autoridad, dice. “Es un cambio cultural que nos incluye a todos”, enfatiza. Le preocupa particularmente promover y facilitar la participación real y genuina de sus compañeras. “La mayoría tiene hijos y ese factor, dificulta. Hay que acompañar a las mujeres a empoderarse”, subraya.
  • Rincones. Desde la Confederación de Educadores Argentinos vienen trabajando fuertemente en la capacitación docente con perspectiva de género, desde hace una década. “La educación sexual integral todavía no llegó a todos lados y está en retroceso lo que se había avanzado en los últimos diez años. El macrismo desarmó los equipos técnicos, no produce más materiales”, advirtió Laura Man, secretaria de Cultura y Capacitación de la CEA, organización que reúne a 23 gremios en distintas jurisdicciones del país y donde en las bases la mayoría son mujeres, 7 a 3, con relación a los varones, pero a la hora de analizar los cargos dirigenciales en los sindicatos, esa proporción se invierte, señaló Man a PáginaI12. Tiene 56 años, está por jubilarse. “Este gobierno no está cumpliendo el acuerdo paritario firmado, donde la educación sexual y la perspectiva de género son puntos acordados”, destacó. El gran desafío, piensa, es revisar cuantas prácticas de la vieja escuela patriarcal se siguen reproduciendo. “Todavía hay maestras de nivel inicial que tienen en sus salas rincones para nenas, con muñecas,y para nenes, con bloques, y profesores de educación física que hacen actividades diferentes, según los sexos”, indicó.
  • Mirarnos. Claudia Lazzaro tiene 39 años pero parece menos. Esa apariencia juvenil, dice, le juega en contra a veces porque siente que su palabra tiene menos peso en los debates gremiales. Es responsable de Género y Derechos Humanos del sindicato de Obreros Curtidores de la República Argentina. “Un poco antes del Encuentro Nacional de Mujeres le propusimos al secretario general participar y armamos el área en octubre, que primero nació como Derechos Humanos y después le agregamos Género”, recordó a este diario. En la comisión directiva del sindicato solo hay una mujer, como vocal suplente. A diferencia de la docencia, donde mayoritariamente las trabajadoras son mujeres, en ese sector, apenas llegan al 2 por ciento. “Una por curtiembre y hace tareas administrativas”, dice Lazzaro. “No está vista la mujer como militante. Se tuvieron que acostumbrar”, se ríe. En el primer viaje de capacitación gremial en el que participó y que fue en Mar del Plata, en el micro iban  “60 compañeros varones” y ella. “El sindicato da muchas herramientas de capacitación, ahora las empezamos a ver”, reconoce. Después del ENM, las mujeres del gremio se sumaron al Paro Nacional del 19 de octubre, convocado desde Ni Una Menos y articulado con otros espacios. “Ese hecho hizo que nos empezaran a mirar”, agregó. “Y empezamos a trabajar sobre la libertad de Milagro Sala, que está presa porque es mujer, dirigente social, negra, pobre y peronista”, opina. Para el 8M están organizando asambleas de una hora, donde se hablará sobre la precarización laboral del sector, para participar luego de la movilización. “Tuvimos acampes, despidos, fábricas tomadas por la apertura de la importación. En la curtiembre Expósito de Avellaneda hubo 58 despidos y logramos a través de un paro nacional de curtiembres y negociaciones, la reincorporación de los compañeros. Todos los días tenemos que pensar cómo defender nuestras fuentes de trabajo”, subrayó Lazzaro.
  • Hijo.A Débora Ferrante el nacimiento de su primer hijo, hace ocho años, la hizo tomar conciencia de las condiciones en que trabajaba. Es productora y editora y se desempeñaba en la productora de Gastón Portal, GP. “En las productoras el trabajo estaba muy flexibilizado. No me permitían tomar la hora de lactancia y nos hacían laburar a destajo. Iba con las mamas que me reventaban de leche. Me tenía que sacar leche en un baño inmundo y dejarla en una heladerita donde dejaban su comida los jefes”, recordó en diálogo con este diario. Así estaban las cosas. A poco de nacer, su bebé tuvo un problema de salud y no la dejaban tomar licencia para cuidarlo. Entonces llamó anónimamente al sindicato de televisión (SATSAID), y le informaron sobre sus derechos y los días que podía faltar para acompañar a su hijo. “Vuelvo a trabajar y planteo que quiero tomar la hora de amamantamiento. Era la única madre de la productora en convenio. Tomaron mi reclamo a regañadientes y uno de mis compañeros me propuso que fuera delegada. Así llegué al camino sindical. Éramos cien empleados y presentamos setenta fichas de afiliación”, cuenta Ferrante. Tiene 35 años y está esperando su segundo hijo. Ahora es vocal del consejo directivo de SATSAID a nivel nacional. “Estamos militando la licencia por violencia de género. Le hicimos la propuesta hace un año a las tres cámaras, la de teve por aire, productoras y cable y todavía no respondieron. Pedimos 10 días porque quienes sufren esa problemática terminan pidiendo licencia psiquiátrica y las afecta en relación a la tenencia de sus hijos, porque las acusan de no estar en condiciones para cuidarlos. Como sindicato, además, damos algún tipo de ayuda a la mujer que se va de la casa por violencia. Muchas veces pasa que trabaja junto a su pareja o ex, en el mismo lugar. Pedimos a la empresa que no se crucen en el ámbito laboral”, detalló Ferrante.
  • Botón. En la Federación Gráfica Bonaerense no hay secretaría de Género. La más cercana a la temática es la de Asistencia Social y Turismo, a cargo de Viviana Benítez, delegada de un taller del microcentro desde los 19 años. Tiene 42. “El trabajo de mayor salario es el de maquinista y son todos varones, a pesar de que avanzó tanto la tecnología que hoy para manejar una máquina solo se necesita apretar un botón. Las mujeres hacen más trabajo de mesa”, contó a este diario. Ella empezó como compaginadora. La mayoritaria presencia masculina en los talleres trajo como consecuencia que no haya “ningún baño” cerca del lugar de trabajo para las mujeres. “Las compañeras tienen que ir al baño de atención al público, lo que a su vez, como suelen estar más lejos, genera el malestar de los supervisores. Y tenés que escuchar que te digan: “¿Otra vez estás con el período?”. En el mismo salón de la Federación donde transcurre la entrevista colectiva se corrobora esa regla: solo hay baño para varones. Un problema grande, señala, es que la mayoría de los delegados son varones y no tienen en cuenta las demandas de las mujeres. Otro aspecto que le preocupa es que el acoso sexual no está previsto en el Convenio Colectivo de Trabajo y suele ser -explica Benítez-causal de abandono de trabajo de parte de la mujer que lo sufre. En 2001, la primera vez que le tocó participar de un plenario de delegados, fue la única mujer. Hoy, de entre unos cuarenta que tiene la Federación, apenas 12 son mujeres, precisa. Para el 8M convocan a asambleas a partir de las 12.

 

TRABAJADORA JUDICIAL

Con 32 años, Vanesa Siley encabeza el Sindicato de Trabajadores Judiciales, SiTraJu-CABA. Se trata de un gremio donde casi hay paridad. Tiene la particularidad de representar a las y los cinco mil trabajadores del Poder Judicial de la Ciudad. Se trata de un PJ que es relativamente joven: se creó hace en 1998, y el personal tiene un promedio de edad que ronda los 40 años. Su patronal es el Consejo de la Magistratura de la Ciudad. “Logramos muchas cosas en materia de género”, destacóSiley a Página12. Apenas asumió, en 2010, impulsó aumentar las licencias por maternidad de 90 a 120 días, es decir, un mes más que lo que indica la Ley de Contrato de Trabajo para el resto de las empleadas formales en el país. Y en el caso de parto múltiple o con complicaciones, la llevaron hasta 180 días. Además, la licencia por paternidad –y también por co-maternidad, para cuando se trata de dos madres- la lograron subir de los indignantes 2 días –que marca la ley nacional-a 60, plazo que la debe ubicar entre las más altas del país. “De todas formas, pedimos la igualdad y nos dieron la mitad”, lamentó Siley. Es abogada laboralista. La batalla no terminó, dice. Ahora demandan la extensión de ambas licencias a seis meses “porque la OMS recomienda dar seis meses de leche materna”; piden una licencia por violencia de género, y otra por violencia intrafamiliar, para los casos en que la víctima es un hijo, y la puede tomar también el varón; y el incremento de las asignaciones familiares que no se actualizan desde 2005. Entre otros triunfos en la agenda de género, señala que consiguieron lactarios en los lugares de trabajo en los dos edificios principales que ocupa el Poder Judicial, el que está en avenida de Mayo al 600 y el de Beruti y Coronel Díaz, y un subsidio para pagar un jardín maternal entre los 0 y los 5 años del hijo o hija, que actualmente es de 5700 pesos por mes. “Tuvimos un caso paradigmático de violencia laboral, de un defensor hacia las trabajadoras mujeres de su defensoría. Logramos que se lo suspenda. El gremio pedía el jury pero no lo pudimos abrir. Hoy no puede tener personal a cargo y adonde va, los propios compañeros y compañeras lo escrachan”, contó la secretaria general del SiTraJu.


«NOS CUESTA LLEGAR A CARGOS JERÁRQUICOS»
Como remezón de la primera manifestación con la consigna #NiUnaMenos, del 3 de junio de 2015, en la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía (APSEE), a mediados de ese año se creó la subsecretaría de Género, Juventud e Igualdad de Oportunidades. “No solo empezó a surgir la militancia femenina en el gremio, también se nota que es joven”, celebra Mara Rivera, de 33 años, que fue nombrada al frente del área. En el sector al que representa el sindicato, el 20 por ciento del personal es femenino. “Pero nos cuesta llegar a cargo jerárquicos”, subraya Rivera. Es difícil que lleguen más allá de ser supervisoras o jefas, aun teniendo la misma o más capacidad que sus compañeros varones, precisa. El famoso techo de cristal. Los obstáculos invisibles que impiden a las mujeres el ascenso a los lugares de mayores responsabilidades y de conducción. En Enarsa, la única empresa del Estado generadora de energía, hay solo tres mujeres supervisoras. “Y dos de ellas sufrieron situaciones de violencia laboral porque sus subalternos no aceptan que una mujer sea quien deba controlarlos”, describe Rivera, las dificultades para las trabajadoras en el sector. Pero no son las únicas. “Las mujeres se ubican mayoritariamente en las áreas comerciales, como jefas de salón en Edesur y Edenor. Pero actualmente con los cortes de luz, los clientes se pusieron muy agresivos y ellas son más vulnerables a sus malos tratos. Es un reclamo constante la seguridad en los salones comerciales. La falta de inversiones de las empresas se ve reflejada en ese espacio”, señaló. El del 8 de marzo, considera, es “un reclamo social, que va más allá de la cuestión laboral”.

«VISIBILIZAR LA MILITANCIA»
El 12 de noviembre tuvo lugar el Primer Encuentro de Mujeres Sindicalistas, de la Corriente Federal de Trabajadores-CGT. Más de cuatrocientas de diferentes gremios se reunieron en plenario en el camping del SATSAID (televisión) y se propusieron como objetivo “visibilizar a las mujeres en la militancia sindical y debatir el rol del movimiento obrero frente la actual coyuntura económica, social, política, adversa al conjunto de trabajadores y trabajadoras argentinas”, dice el documento que suscribieron, donde expresaron su apoyo al movimiento Ni Una Menos. “El estilo diferente que tenemos las mujeres en la construcción de las representatividades, en la toma de decisiones y en la conducción de los espacios, es tan válido como el de los varones. Nuestra lucha principal es por la realización de esa Patria Justa, Libre y Soberana, donde las mujeres, como pasó a lo largo de nuestra historia, también seremos protagonistas”, cierra el texto.

«MÁS DESOCUPACIÓN FEMENINA»

El 8 de marzo, en los bancos se entregarán folletos, para concientizar sobre la desigualdad que afecta a las mujeres en el ámbito laboral y sobre el impacto de la violencia machista en sus vidas. Será una de las acciones que implementará la Asociación Bancaria en el marco del Paro Internacional de Mujeres, convocado en el Día Internacional de las Mujeres. La secretaria de Derechos Humanos y Género, Claudia Ormaechea, muestra a este diario con orgullo el material que ya elaboraron para que trabajadoras y trabajadores repartan en cada sucursal durante el horario del almuerzo, en todo el país.  Entre otras frases, los folletos dicen:

  • ¿Sabías que a pesar de que la participación masculina en el mercado de trabajo es del 63,7 por ciento y la de las mujeres solo 42,2 por ciento, la tasa de desocupación femenina es dos puntos más alta que la masculina?
  • ¿Sabías que el desempleo juvenil femenino es de 22,3 por ciento mientras que el masculino es de 16,6 por ciento?
  • ¿Sabías que las mujeres ganamos en promedio 27,2 por ciento menos que los varones?
  • ¿Sabías que las mujeres gastamos el doble de tiempo que los varones en el trabajo no remunerado del cuidado de los hijos e hijas y las tareas del hogar?
  • ¿Sabías que cada 10 denuncias sobre acoso laboral, 7 pertenecen a mujeres?
  • ¿Sabías que en los primeros 43 días de 2017 hubo 57 femicidios?

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