En portales de empleo, redes sociales y sitios corporativos abundan las oportunidades laborales que, en teoría, invitan a postular sin dudarlo. Sin embargo, para muchos aspirantes en Argentina, esta promesa pronto se convierte en una experiencia frustrante: envían sus CVs, no reciben respuesta alguna y las publicaciones siguen activas durante semanas o incluso meses. Este fenómeno, cada vez más común, tiene un nombre: el empleo fantasma.
¿Qué es una vacante fantasma?
Se trata de ofertas de empleo que no responden a vacantes reales. Es decir, puestos que no están disponibles o que nunca estuvieron, pero que de todas formas son publicitados. Valeria Calónico, directora de Operaciones de ManpowerGroup Argentina, advierte que esta práctica ha ido en aumento en los últimos dos años, sobre todo en sectores como comercio exterior, ingeniería y finanzas.
¿Por qué existen estas ofertas sin vacante real?
Las razones son múltiples y van desde estrategias empresariales hasta problemas estructurales. En algunos casos, las empresas publican vacantes para:
- Medir el mercado laboral, evaluando disponibilidad de talento y niveles salariales.
- Mantener una imagen de crecimiento, aún cuando no haya planes reales de expansión.
- Alimentar bases de datos internas o sistemas ATS, recolectando CVs para futuras oportunidades que quizás nunca se concreten.
Tilzia Bustamante, mentora de empleabilidad y cofundadora de una firma de atracción de talento, señala que muchas de estas vacantes no tienen detrás un proceso de selección activo. En Latinoamérica, esto muchas veces se debe a la desorganización interna o al miedo a la rotación del personal, lo que lleva a las empresas a publicar avisos como forma de “termómetro del mercado”.
Paula Pía Ariet, directora de Gestión Consultores, añade que muchas firmas utilizan estas publicaciones para “identificar precios” y medir la competitividad sin intención de contratar a corto plazo.
Las consecuencias: desgaste emocional y mercado distorsionado
Este tipo de prácticas no son inocuas. Impactan tanto en el funcionamiento del mercado laboral como en la salud emocional de los postulantes. Calónico advierte que este fenómeno entorpece la construcción de un mercado transparente y dificulta una correcta lectura de la demanda laboral.
Bustamante agrega que el costo emocional es alto: “Los candidatos se sienten como si sus esfuerzos no valieran nada, como si enviaran sus postulaciones al vacío”. Esta desilusión constante erosiona la confianza en las empresas y en el propio proceso de búsqueda laboral.
Además, Ariet advierte que la falta de comunicación o el cierre silencioso de procesos afecta la imagen de las empresas. “La confianza se rompe”, y eso puede dificultar la atracción de talento real cuando se necesita.
Cómo detectar vacantes fantasma
Frente a este escenario, los expertos recomiendan desarrollar una mirada crítica. Algunas señales de alerta incluyen:
- Publicaciones que permanecen abiertas por mucho tiempo sin novedades.
- Descripciones de puestos muy generales o exageradamente exigentes.
- Cambios constantes en los requisitos del perfil buscado.
- Ausencia de contacto tras entrevistas o postulaciones.
- Falta de actualización en la fecha de publicación del aviso.
Calónico sugiere siempre utilizar canales oficiales, verificar la reputación de la empresa y hacer preguntas concretas durante las entrevistas. Bustamante propone investigar a las compañías: revisar su actividad en redes, la transparencia con que comunican su cultura organizacional y si muestran procesos cerrados en el pasado. Ariet coincide: “Si solo abren vacantes y nunca cierran ninguna, es sospechoso”.
El rol de las plataformas y la necesidad de regulación
Aunque las plataformas de empleo son el principal punto de encuentro entre candidatos y empleadores, carecen de mecanismos efectivos para verificar la veracidad de las vacantes. Esto las convierte en parte del problema, al permitir publicaciones que no representan oportunidades reales.
Calónico señala que desde ManpowerGroup se exige que cada vacante gestionada sea auténtica y esté respaldada por una necesidad real, fomentando una experiencia más transparente para el postulante.
Hacia un mercado laboral más honesto
El “empleo fantasma” aparece con más frecuencia en sectores como ventas, e-commerce, tecnología y construcción, donde la rotación es alta. Sin embargo, la creciente conciencia de los candidatos frente a este tipo de prácticas es una oportunidad para exigir cambios.
La presión social, combinada con una mayor responsabilidad empresarial, puede marcar la diferencia. Como concluye Bustamante, “hoy los candidatos ya se dan cuenta, reconocen las señales y saben lo que está pasando”. El desafío para empresas, consultoras y plataformas es construir un mercado laboral donde la confianza no sea la excepción, sino la regla.