Corriente Federal de Trabajadores
Jorge Rachid, médico especialista en salud pública y seguridad en el trabajo fue entrevistado en el programa Feos, Sucios y Malas de Radio Gráfica, para hablar sobre el aumento de precios en medicamentos.
“Es un combate contra las multinacionales de medicamentos y las nacionales que repiten las formulas multinacionales para la etapa de comercialización”, afirmó Jorge Rachid sobre la comercialización de medicamentos. A su vez, habló sobre la necesidad de que el Estado regule: “La Agencia Nacional de Laboratorios Públicos es una ley que está en funcionamiento aunque no tiene presupuesto desde que asumió este gobierno”.
“Para que la Argentina este medicalizada se necesita por un lado la publicidad impiadosa, que te dice que si te levantás sin ganas tenés que tomar algo para conseguirlas (…) por otro lado, se necesita la lapicera de mis colegas que muchas veces con estímulos directos e indirectos, como viajes al Caribe, congresos en lugares exóticos y dinero en efectivo, construyen sobresueldos a partir de las presiones de las industrias farmacéuticas con los métodos más corruptos que uno pueda visualizar”, dijo Rachid sobre el “impulso” a la venta de determinados fármacos. Y agregó: “Y la última es la cultura familiar que ya instalada (…) parece que la vida es pastilla dependientes, medicamento dependiente y esto nos lleva a las adicciones. Esto provoca un daño de segundo nivel de internación porque ninguna medicación es gratis para el organismo”.
“El mercado de la salud es muerte. Porque no tendrían que estar los farmacéuticos tironeados (…) Los amenazan con sacarle el descuento de 40% si llegan a vender las copias o lo genéricos. El farmacéutico se ve obligado y empujado a vender el medicamento más caro, lo cual implica incluso control de mostrador por parte de la industria farmacéutica. Creemos que no tiene que existir el mercado en los medicamentos, sino que los precios tienen que ser fijados por salud pública. Los precios tienen que ser iguales e inamovibles para toda la gama de una misma droga”, marcó el médico.
Sobre las enfermedades, expresó: “En los grupos vulnerables no hubo una planificación estratégica sobre la provisión de vacunas, se quedaron sin vacunas y no fueron capaces de prevenir. Les paso lo mismo con el dengue, nosotros dejamos las alertas en octubre y cuando llegaron apagaron todos los equipos de prevención. El dengue no se combate con vacunas sino con la comunidad, con el descacharreo, desinfección, la fumigación y un gran despliegue territorial. Todos los equipos territoriales los tienen parados en el Ministerio de Salud mirándose las caras en los escritorios y los camiones están parados. No se movilizó a las Fuerzas Armadas como se hace habitualmente. Sabíamos que iba a venir el dengue desde julio cuando en Paraguay y Brasil era una epidemia incontrolable, por ende teníamos las alertas dadas”.
“Nuestro paradigma sanitario es la preservación y el fortalecimiento de la salud, que es un derecho humano esencial. Pero en los últimos 40 años, los médicos han cambiado el paradigma con las políticas neoliberales que llevaron la cronificación de las enfermedades”, concluyó el médico.
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