Corriente Federal de Trabajadores
Por MARCOS MALDONADO
Este martes 28 de junio, en el marco de la apertura del 43º Congreso Nacional Bancario, se llevó a cabo una disertación sobre historia, movimiento obrero, democracia y actualidad política. En el Auditorio Malvinas Argentinas de la Asociación Bancaria, la charla fue encabezada por su secretario general Sergio Palazzo, quien estuvo acompañado por Felipe Pigna, historiador, docente y escritor; Lorenzo Pepe, histórico dirigente sindical peronista, diputado nacional con mandato cumplido y actual secretario general del Instituto Nacional Juan Domingo Perón; y Leopoldo Moreau, dirigente del Movimiento Nacional Alfonsinista y referente del radicalismo.
Ante representates regionales bancarios de todo el país, Palazzo expresó que «nuestra organización, como tantas otras, tiene que darse un profundo debate político y llegar a todos los trabajadores para que recuperemos el protagonismo y, en ese camino, la conducción del Estado desde el campo popular» a diferencia de «la actualidad, que tiene a los sectores empresarios con un representante que es de su riñón, ya que Macri siempre fue empresario«.
El secretario general de la Asociación Bancaria advirtió que «se pretende vaciar de contenido ideológico y político a nuestra Nación, nuestro Estado y nuestro Pueblo. Hoy se habla de la gestión y, en esos términos, es hablar de una lógica empresarial» entendiendo que esa orientación no representa «un estado que requiere que los ciudadanos discutan política, porque es la política la que asigna recursos para que haya más o menos pobres en la Argentina, más o menos educación y más o menos inclusión«.
Dándole la fraternal bienvenida a Felipe Pigna, el titular de la Bancaria destacó que «más allá de disfrutar sus libros, estamos en un proceso más ambicioso«. En ese sentido anunció que «Felipe va a escribir el libro de la Asociación Bancaria. Para nosotros que provenimos de una situación institucional muy díficil, es un verdadero orgullo que alguien como él pueda escribir esas páginas con suma objetividad» reflejando que «lo que hayamos hecho mal lo reflejarán las páginas al igual que lo que hicimos bien«.
En su exposición, el historiador indicó que «hay una frase que sostiene: ´los pueblos que no conocen su pasado están condenados a repetirlo`, la cual es parcialmente cierta porque los que no conocen su pasado tienden a repetir sólo lo malo«. En esa línea aseguró que «la historia argentina no es un mal pasado. Tenemos un pasado del que podemos estar muy orgullosos en términos generales» debido a que «hemos sido históricamente un pueblo luchador y trabajador. Y eso hay que rescatarlo».
A pocos días de cumplir el Bicentenario de la Independencia Argentina, el actual gobierno que, «pretende negarlo, plantea dos cuestiones. La primera es pedirle disculpas a España y, por otro lado, invitar al Rey Juan Carlos a la celebración«, apuntó Pigna.
Retroyandose a la historia para contextualizar una discusión vigente, el escritor recordó que «mientras en Buenos Aires Rivadavia planteaba la `Ley de Vagos`, sosteniendo que aquel que no tuviera trabajo o propiedad iba preso, Artigas impulsaba libre circulación y reforma agraria«. El historiador sostuvo que «siempre hubo dos modelos de país. La grieta tiene muchísimos años y, más que una grieta, es la quebrada del Coyote y el Correcaminos ya que la grieta es pequeña«. Asimismo ratificó que «podemos estar orgullosos de la grieta, porque separa al pueblo de sus opresores«.
Respecto a los estamentos fundacionales del sindicalismo en nuestro país, Pigna trajo a colasión «las dos corrientes que habían surgido de la primera internacional. Una planteaba la acción política y sindical, que era impulsada por los socialistas – marxistas, y la otra sostenía la lucha directa a través de la huelga general, defendida por un conjunto de organizaciones ligadas al anarquismo«.
El historiador finalizó su ponencia apelando a la unidad. «Es importante la conciencia que toma el movimiento obrero a partir de 1930. La necesidad de unidad. Evidentemente cuando las cosas están complicadas, si el movimiento obrero está disperso, el poder tiene mucha más facilidad para golpear. La verdad real de los trabajadores reside en las organizaciones sindicales, que son el primer punto de defensa del movimiento obrero«, sintetizó.
Con mucho afecto, Sergio Palazzo introdujo el turno de Lorenzo Pepe recordando su amplia trayectoria en el peronismo y la importante participación que tuvo como Diputado Nacional.
«Esto de ´grasa militante` es igual a ´cabecitas negras` o ´negros de mierda, como nos catalogaron el 17 de octubre de 1945«, planteó en primera instancia. Sobre ese trascendental suceso, confesó ser sorprendido por su magnitud al tener «solo 14 años».
El histórico dirigente sindical y político ligado fuertemente al peronismo relató la primera vez que escuchó sobre Juan Domingo Perón. «Un día se escucha por radio una voz que dice ´Yo soy el Coronel Perón y vengo a trabajar por la Justicia Social`. En ese momento mi viejo tiró los cubiertos sobre la mesa y nos preguntó ´¿Ustedes le creen?`, a lo que yo le respondí ´si el que milita sos vos`», reflejando la vinculación su padre con el socialismo. Aún con ese puntapié inicial «la primera unidad básica en el primer cordón de Buenos Aires, en Tres de Febrero, fue mi casa«.
Concluyendo su exposición, Lorenzo Pepe destacó que «lo importante del Peronismo como fenómeno social es que, si no es único, es sin dudas destacable» aunque «yo creo que es único«.
De raigambre radical, el secretario general de la Asociación Bancaria, reconoció la «dura pelea que Leopoldo Moreau brinda por mantener firme los principios fundacionales del radicalismo que quisiera esté lo más lejos posible de Macri» al presentar al dirigente del Movimiento Nacional Alfonsinista.
El ex senador nacional consideró que «el movimiento popular argentino ha transidato siempre por el mismo dilema que enfrenta al libre comercio con la defensa de la industria nacional y a los gobiernos de elite con los populares«. Asimismo explicó que «la brecha que nos separa de los proyectos oligárquicos es la forma de distribución de los ingresos que es, en definitiva, lo que está en disputa«.
«A partir de 1983 por fin pudimos estabilizar la democracia tras tantas que nos lo habían impedido. Creo que allí confluyeron varios factores. Desde la naturaleza brutalmente represiva de la dictadura cívico militar, el fracaso de la Guerra de Malvinas y, sobre todo, la brutal transferencia de recursos de los sectores populares hacia los grupos económicos concentrados. A lo largo de sus siete años, 17% del Producto Bruto Interno fueron parte de esta transferencia inescrupulosa«. En esa sintonía «les quiero decir que, a lo largo de este año 2016, las políticas económicas diseñadas por el gobierno de Macri van a implicar que un 8% o 9% del PBI se van a transferir de esta manera«, lo que significaría que «en un año, transferirán casi la mitad de los que transfirió en siete años la dictadura«.
Frente a esta coyuntura, el referente radical concluyó que «el movimiento popular argentino, como tantas veces en la historia, va a reaccionar«.
