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SALAS: «La Constitución de 1949 fue la más democrática y popular de la historia Argentina»

La Constitución Nacional sancionada en 1949 es uno de los hitos del peronismo. Una Constitución de avanzada que patentizaba los derechos ganados en los años previos, propiciaba el bien común, sentando las bases para un desarrollo autónomo e incorporando los derechos sociales. Una referencia de la historia para alimentar el debate actual y futuro.  

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Por LEONARDO MARTÍN 

Hay un lugar común, hiper trillado de tantas veces citado en la importancia de la enseñanza y el aprendizaje de la historia. Cuando un alumno llega al secundario o quizás también en los últimos años del primario, hay una frase hecha  repetida acerca de que es necesario “conocer la historia para no repetir los errores del pasado”. Bien, es una opción más bien pesimista del análisis histórico.  Ahora ¿Por qué no pensar también a la historia como el aprendizaje para repetir lo bueno hecho en el pasado? Aquello que la historia tiene de valioso para mostrarnos y enriquecer las discusiones sobre el presente.

Días atrás, en una actividad de la Corriente Federal de Trabajadores se recordó al decreto N° 29.337/49 por medio del cual el General Perón estableció la educación gratuita en las universidades públicas nacionales. En las distintas exposiciones hubo una mención recurrente y de peso para analizar el contexto en el cual surge ese decreto. Ineludiblemente se recordó a un hito de la historia peronista y de las luchas populares en nuestro país: la sanción de la Constitución Nacional de 1949. Una constitución de avanzada, que tiene plena vigencia, que rubricaba una serie de derechos conquistados en esos primeros intensos años del peronismo. Derechos laborales, de la niñez, de la ancianidad, reivindicaba la función social  de la propiedad y el capital, establecía la propiedad por parte del Estado de los recursos naturales y de las empresas de servicios públicos. Una Constitución del bien común, del interés general.

Tras el golpe militar de 1955 se avanzó sobre las conquistas y los derechos ganados en la década previa. Con muchos de ellos no pudieron, no era sencillo, pero entre las pérdidas más valiosas estuvo la derogación de la Constitución de 1949 que se produjo poco tiempo después del golpe. Con los años ha quedado invisibilizada, ninguneada por la historia oficial y no suficientemente reivindicada por otras. Con el macrismo en el poder buscando recortar derechos y devolver al capital el terreno perdido en la última década muestra la importancia de las conquistas no queden expuestas a los cambios políticos, sino que queden inscriptas y aseguradas en la Carta Magna del país.

En Sindical Federal entrevistamos al historiador Ernesto Salas, hoy también docente en la Universidad Arturo Jauretche de Florencio Varela. Allí le preguntamos sobre la Constitución sancionada en 1949. Para comenzar dejó una definición sin preambulos: “Fue la Constitución más democrática, popular que haya tenido la historia argentina”.

La Constitución de 1949 tuvo una necesidad, constitucionalizó todos aquellos derechos que el peronismo había instalado en los años previos. Es muy interesante el espíritu con el que se hace la Constitución de 1949. Hay cuestiones que hoy tienen una validez y una primacía en lo político interesantísima” afirma Salas.  

Amplía: “La Constitución de 1949 fue la que fijó los derechos del trabajador, los derechos de la ancianidad, de la niñez, la lucha por el patrimonio de los argentinos y de los sectores más desprotegidos fueron incorporados a la Constitución”.

La elección para elegir los convencionales constituyentes se realizaron el 5 de diciembre de 1948 donde el Partido Justicialista se impuso ampliamente sobre el radicalismo, la fuerza opositora más fuerte. La Convención Constituyente deliberó a lo largo del verano para concluir con el nuevo texto en marzo.

En el Preambulo de la misma dejaba explicitado la “decisión de constituir una Nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana”. En los artículos 37,38,39 y 40 garantizaba los derechos conquistados en los años previos y preparaba el terreno para continuar avanzando.

Salas explica el proceso desde la sesión parlamentaria en donde se avanza en la necesidad de la  reforma constitucional:  “El peronismo logra los dos tercios pero ahí hay una maniobra de los radicales que denuncian que debían haber sido los dos tercios del cuerpo general y no de los presentes. Los radicales que en ese momento tenía 44 diputados declararon que la reforma era ilegal porque el peronismo no había reunido las mayorías necesarias. Argumentaban que la Constitución sólo era para la reelección de Perón”.

En la propia Convención Constituyente los radicales se retiran rápidamente de la misma dejando prácticamente al peronismo solo en su deliberación. Un intento de vaciar de contenido y legitimidad en una maniobra donde la histórica afirmación de republicanismo radical queda cuestionada. Vale decir que otros tantos habían visto en el peronismo un fenómeno valioso, entre ellos Arturo Sampay, el principal ideólogo de la Constitución de 1949.

Cuando se sanciona la Constitución del ´49 los derechos sociales y laborales están en pañales, se pone a tono con los derechos de los sectores explotados” explica Salas. Completa: “Como decía Sampay la Constitución tiene que fijar no sólo los derechos de los capitalistas a la explotación sino eliminar la explotación por el bien común”.

1955. Un criminal bombardeo sobre la Plaza de Mayo es el prólogo de golpe militar que se produciría meses después. Para acabar con “dictadura” se apela a una represión extendida con fusilamientos, cárcel y hasta el insólito decreto 4161 que prohibía cualquier propaganda peronista. Con velocidad la autodenominada “Revolución Libertadora” se carga a la Constitución Nacional. Primero con un Decreto, posteriormente haciendo el llamado a una nueva Convención Constituyente para elaborar una nueva Carta Magna.

Primero fue una anulación por decreto que después se ratificó con un llamado a una Asamblea Constituyente en la cual el peronismo no podía participar, de hecho votó en blanco y saco la mayoría de los votos. Saco más el peronismo con los votos en blanco e impugnados que el resto de las fuerzas políticas” cuanta Salas.  

Es el retorno a la Constitución de 1853 con el agregado del articulo 14 bis. No pudiendo derogar toda la Constitución transformaron todo lo que había sido un inmenso cuerpo de leyes fundamentales en el artículo 14 bis. En un artículo se condensó gran parte de lo que el peronismo se había propuesto” afirma Salas.

Para cerrar el docente de la Universidad Jauretche deja una reflexión sobre el presente: “Es un debate político que debemos hacer todos los movimientos populares. La constitucionalización de aquellas demandas que se transforman en derechos es una necesidad política profunda”.  

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