Inicio / Politica / HÉBER RIOS / «Los trabajadores se van identificando con la Corriente»

HÉBER RIOS / «Los trabajadores se van identificando con la Corriente»

Sindical Federal comenzó su nuevo ciclo radial en 2017 con la presencia de Heber Ríos, secretario general de los trabajadores de la industria láctea (ATILRA) del partido bonaerense de General Rodríguez y  referente de juventud de la Corriente Federal de Trabajadores. Una extensa charla con el hombre del Oeste donde se explayó sobre la situación del sector lechero, su visión sobre la actualidad de la industria nacional y las perspectivas de la Corriente Federal en un momento complejo para los trabajadores argentinos.

HEBER RIOS

Muchos productores primarios han manifestado su preocupación y han protestado contra las medidas económicas del gobierno macrista ¿Cómo es la realidad del sector lácteo, tanto para empresarios como trabajadores?

Nuestro sector está atravesando una situación sumamente complicada. Cuando me refiero al sector es a todos los que componen todo el entramado de la industria: los productores, el sector industrial y también los trabajadores.
Esto ya se ha trasladado al gobierno para que intervenga y fije políticas de lechería seria pero no se ha obtenido respuesta. Trabajamos en conjunto porque nadie se puede salvar por su cuenta. Los productores porque consideramos que están atravesando una situación delicada que se vio agravada por las inundaciones de principio de año en las principales cuencas lecheras. Ya se viene arrastrando el problema de que no estaban siendo rentables por el bajísimo precio que les paga el sector industrial por el litro de leche. De parte del Gobierno se desoyen todos los reclamos. Eso nos da impotencia ya que el grado de conciencia por parte de los trabajadores está pero parece que no alcanza. Estamos tratando de buscar una solución en forma conjunta, para los trabajadores, productores e industriales.

¿Cuáles entendés que son las causas de esta caída en la producción primaria de leche?

Esto viene de varios años. El sector primario tiene un trabajo sumamente sacrificado, el ordeñe, la alimentación de los animales, los controles de calidad, etc. Sin embargo el sector industrial les paga muy poco por ese trabajo. Por eso los tambos terminan optando por otras actividades, vender los animales al frigorífico, subalquilar los campos, plantar soja, opciones más rentables.
Cada vez hay menos leche en el país. Eso no lo podemos ver de afuera, si no hay leche, no hay industria y sin industria no hay trabajadores.

Hemos visto como en numerosas actividades industriales, la apertura de las importaciones y el aumentos de los costos fijos han hecho disminuir la producción y a través de esto, disminuir el empleo ¿ocurre en la industria láctea?

Sí, sobre todo en las empresas más pequeñas. Cuando cerramos aumentos salariales, el acuerdo en una empresa de 3 trabajadores y el de una de 1000 tiene los mismos beneficios laborales, cerramos para el conjunto de los trabajadores porque creemos que el rubro es rentable. Consideramos que tenemos un salario digno y además este repercute en el costo total del producto solo en 13%, no es mucho.
Las complicaciones pasan por otro lado. Tienen que cerrar las puertas porque sufrieron grandes aumentos de tarifas por ejemplo, empresas que pagaban 100 mil pesos de luz y ahora les llega una boleta por 500 mil.
No tiene repercusión mediática que cierre una empresa de 10 empleados, pero si eso lo multiplicás por cientos de PyMES que han cerrado en todo el país, son muchísimas familias que quedan en la calle.

Como tantas otras cosas, la leche subió mucho el precio de góndola. ¿A qué se debe?

Históricamente siempre se repartió la torta en partes iguales, para el productor, el industrial y el comerciante. Nosotros vemos que hoy al productor se le paga no más de 5 pesos el litro y en la góndola está a 23 o 25 para el público. La repartición está despareja: los sectores primarios se llevan un 18%, los industriales un 26% y la mayor tajada se la quedan los grandes supermercados. Ellos son quienes ponen los precios y extorsionan a los otros sectores.

El día domingo en La Nación se publicó un editorial que apuntaba directamente a defender la flexibilización laboral y la modificación de los convenios colectivos. Puso como ejemplo al acuerdo con el sindicato de Petroleros aduciendo que la opción es “flexibilizar o desaparecer”. No sorprende ni de La Nación ni del macrismo, pero ¿qué pasa con esos dirigentes sindicales?

Creo que quienes acuerdan en contra de la clase a la cual que tienen que representar, son dirigentes que hace mucho tiempo que no pisan las fábricas, que no tienen contacto con sus bases. Se han convertido en empresarios y se han olvidado de su función principal que es ser representantes de los trabajadores que son los que ponen el cuerpo.
Los movimientos que está dando este gobierno no nos sorprenden, antes de que asuman se habían acercado a hablar y ya nos habían dado una idea de con qué se venían. Recuerdo que una vez estuvimos frente a Melconian, cuando le dijimos cuál era el sueldo promedio de un trabajador lechero, que en ese entonces rondaba los 35mil pesos, se escandalizó “¡cómo puede ser que ganen eso, así las empresas no pueden funcionar!”. Este gobierno considera que el costo laboral tiene que ser más bajo y encima hacer sentir a los trabajadores que la situación que están atravesando las empresas es responsabilidad de sus salarios. Ese discurso no lo podemos comprar.
Si nuestros salarios son dignos y los industriales los están pagando es porque el problema son las políticas económicas.

La Corriente ha generado un grupo de dirigentes y de militantes en sí que se ve muy unido y creciente ante todos los conflictos con respaldo y movilización, pero además pensando en conjunto cada movimiento. ¿Como están hoy?

Venimos desde hace un tiempo importante militando con estos compañeros y organizaciones hermanas que vienen creciendo y sumando voluntades, vemos que lo que intentamos transmitir repercutió de forma positiva en muchas otras organizaciones sindicales y en las regionales del interior del país. Notamos que encuentran dentro del espacio mucha coincidencia con las bases, con los trabajadores. Es gratificante que lo que veníamos proponiendo sigue tomando fuerza en los medios y en los distintos espacios. Los trabajadores se van identificando con la Corriente.

La CFT tiene la singularidad de que hizo su camino siendo orgánico a la CGT y tratando de influir en sus decisiones, optó por no romper y hora exhibe un peso importante aún sin ser parte del consejo directivo.

Con el paso del tiempo, después de tomada esa determinación luego de sentar posición en el congreso normalizador cuando dijimos que no estábamos de acuerdo en la elección del triunvirato, nos sentimos conformes de haber optado por dar la pelea desde dentro de la CGT, creo que también fue acertado no aceptar los cargos que se nos ofrecía sino decir claramente que vamos a seguir apostando a la unidad del movimiento obrero pero que eso no nos limitó ni nos limita a realizar las acciones que consideramos correctas, para movilizarnos libremente ni para otras iniciativas.
Cuando hablamos de la unidad del movimiento obrero no hacemos diferencias de en qué central estás ni nada de eso, somos todos trabajadores. Las diferencias existen entre los dirigentes pero los compañeros siempre estuvieron unidos. Las que terminan generando divisiones son las ambiciones personales de algunos dirigentes que desvirtúan el proceso.
Ojalá el día de mañana, aunque resulte utópico, tengamos una sola central obrera que tenga a la totalidad de los trabajadores para poder revertir esta situación tan dura.

Durante los últimos años hubo un momento de avance para los laburantes que no se pudo aprovechar para concretar la unidad del movimiento obrero. Tuvo que llegar el retroceso para poder juntarse.

Lamentablemente es así. Históricamente nos pasó, cuando hay época de vacas gordas se generan este tipo de divisiones y no tomamos conciencia de que podemos terminar cayendo en lo que ocurrió, que llegue un gobierno de derecha con el voto popular. Nos tenemos que hacer cargo de que incluso dentro de las filas que nos toca representar muchos compañeros votaron a este gobierno. Tenemos que aceptar que no hicimos lo necesario para influir en nuestros trabajadores y tuvo que pasar lo peor para que veamos que nos teníamos que unir para defender nuestros derechos.
Yo a lo que apuesto es que si interpretamos que fue un error lo que hicimos en el último período, tenemos que ser sinceros con el arrepentimiento y comenzar a construir para no cometer los mismos errores.

Empezaste en La Serenísima hace unos cuantos años ¿cuál es tu trayectoria y cómo fue el camino de ATILRA en ese tiempo?

Arranqué en el año 2007 en Mastellone Hermanos, fue mi primer trabajo, era operario en la zona de cargas y luego en el área administrativa. Estoy afiliado desde qué empecé a trabajar. En aquel momento de un plantel de 1800 solamente había 45 personas afiliadas al gremio. Había un gran descreimiento, en La Serenísima y en todo el país en la actividad lechera. Luego de un tiempo pudimos ir mejorando la situación de los obreros de la empresa y con un grupo de compañeros realizamos por primera vez en la historia una disputa con la comisión interna. Hubo tres listas y ganamos con un apoyo importante. Desde ese momento empezamos a crecer hasta la conformación de la seccional General Rodríguez que pasó de esos 45 afiliados a tener el 97% de los compañeros perteneciente al gremio que no fue por obra de la casualidad, se realizó un gran trabajo. Hoy es una de las seccionales más grandes del país, con 2800 afiliados.
Siempre estoy agradecido al acompañamiento de nuestros compañeros que nos bancaron desde el principio y es gracias a ellos que pudimos lograr todo esto.

En el año 2002 se generó un cambio en la estructura a nivel nacional. En ese entonces genera una disputa Héctor Ponce que es el actual secretario general, también había una baja tasa de afiliación producto de lo que venían haciendo los anteriores conductores. Se ha logrado un fuerte sentido de pertenencia con el gremio, se sienten orgullosos de pertenecer al sindicato y eso es un gran aporte del compañero Ponce en todas las seccionales del país, hizo que nos constituyéramos en una herramienta al servicio de los trabajadores para obtener más beneficios.

Sigue adelante además el proyecto de Radio Atilra, que hace poco tuvo algún problema con el intendente Walter Kubar, de Cambiemos.

Es la más escuchada de General Rodríguez y nos pone orgullosos que sea llevada adelante por trabajadores de la industria. Son compañeros que terminan de trabajar y van a hacer su programa. La hemos emplazado y llevado adelante, fuimos aprendiendo.
A ningún político le gusta que le estén remarcando qué están haciendo mal sobretodo cuando prácticamente el total de las cosas que hace están mal, me hago cargo de lo que digo. La Radio está abierta, van los habitantes de Rodríguez a decir lo que piensan, eso es lo que molesta, también tenemos un semanario que está muy instalado. Una semana antes también habían clausurado una radio y un semanario que es El Vecinal que también son muy importantes en la zona.

¿Qué pasó en Rodríguez para que la gente elija a Kubar?

En la presidencial, en el distrito ganó el Frente para la Victoria. Yo digo que en Rodríguez tenemos un pueblo peronista, pero hoy conduce los intereses de nuestro partido un intendente de Cambiemos. Creo en lo personal que se tomaron decisiones a nivel nacional y local desde el FpV como impedir que se hagan las PASO que no fueron acertadas. Nosotros apoyábamos al compañero Mauro García, queríamos jugar dentro del Frente pero aquellos conocidos como “barones del conurbano” no nos lo permitieron y entonces fuimos con un partido vecinalista que es “Somos Rodríguez”. Allí se dividieron los votos del peronismo y ganó Kubar. Si se hubiesen sumado y se hubiese integrado a todos era otra cosa.

¿En el plano nacional pasa lo mismo? ¿Los sindicatos tienen intención de participar y se los deja afuera?

Es posible, sin embargo también creo que los trabajadores nos hacemos a un lado y nos desmerecemos como clases. Creemos que los que tienen que conducir una municipalidad o una gobernación tiene que ser un abogado, un doctor o un empresario. Tenemos que empezar a valorarnos, a sentirnos orgullosos de ser lo que somos. Como dirigentes sindicales administramos una obra social, luchamos por beneficios para nuestros afiliados ¿Por qué no podemos conducir los destinos de nuestro lugar? Estamos en contacto y sentimos lo mismo que siente la población y siempre terminamos esperando a alguno que tenga un título para tener que apoyar a ese.

Heber, hoy estás al frente de la Juventud de la Corriente Federal ¿De qué se trata?

De ahí van a nacer los continuadores de este espacio que es la Corriente. Estoy sumamente agradecido a todos los compañeros por la confianza de haberme encomendado la tarea de empezar a convocar a los jóvenes trabajadores, para sumar a lo que viene llevando adelante la conducción pero también para poder formar a los continuadores. Esto tiene que ver con el programa que lleva adelante la Corriente donde hay un proyecto a corto, a mediano pero también a largo plazo y para eso hay que brindar herramientas y ser generosos como dirigentes. Pasa mucho en los sindicatos que hay que esperar a que alguien se vaya para tomar su lugar, creo que no hay que tener miedo. Tienen que empezar a tener participación para que cuando se constituyan como dirigentes puedan estar formados y capacitados.
Además hay cosas del gobierno que están pasando de largo como el tema de las pasantías y otras circunstancias que afectan a los jóvenes, todo eso es flexibilización. Ese chamuyo no nos lo comemos y tenemos instalar en el común de la sociedad que hay que prestarle atención a esta tendencia tan dañina.


Comentarios

comentarios

Visite también

Movilizacion Plaza Lavalle

Freno al capítulo laboral del mega DNU. La CGT celebra el ámparo, el gobierno anunció que apelará

La Camára Nacional de Apelaciones del Trabajo dictó la medida cautelar que suspende la aplicación …