Corriente Federal de Trabajadores
Un día después del paro nacional del 30 de abril, Adrián Silva, secretario general d e la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles y Puertos de la República Argentina (APDFA) hizo un análisis sobre la medida de fuerza y la coyuntura sindical, pero además comentó detalladamente cuál es la realidad del sistema ferroportuario argentino en la era Macri.
«Estamos muy satisfechos y contentos de integrar el Frente Sindical (para el Modelo Nacional)» destacó en diálogo con Radio Gráfica Silva. El paro nacional «es un antes y un después en el sindicalismo argentino. Siempre hubo más de una representación sindical en el movimiento obrero argentino. Hay un sector que tiende a negociar y otro que confronta. Se ha iniciado un proceso muy importante que va a terminar en una CGT que se ponga a la altura de las circunstancias o en dos CGT» destacó.
APDFA fue el único gremio del ámbito ferroviario que se adhirió al paro del 30 de abril pasado. «Nuestro sindicato adhirió mayoritariamente al paro aunque con características muy difíciles. Nunca vi un operativo tan fuerte de intimidación sobre los trabajadores para que los trenes circulen. Montaron un esquema para reemplazar al personal jerárquico por personal tercerizado. Fuimos el único sindicato ferroviario que paró y eso también nos genera problemas, el hecho de que otros trabajen también genera incomodidad en los trabajadores».
La medida tuvo alto acatamiento en el sindicato y a nivel nacional también y los trenes fueron testigos de esa adhesión a la convocatoria «lo que nos decían los compañeros de las líneas del área metropolitana es que estaba viajando muy poca gente. Hubo algunas demoras por la propia medida de fuerza, pero no se notó porque los viajes se daban con mucha tranquilidad. Es un llamado de atención a todos, el transporte estaba pero mucha gente optó por acatar la medida y no ir a trabajar» ilustró.
Con la convocatoria del último martes, el movimiento obrero rompió con lo que parecía un axioma inamovible: si hay transporte no hay paro. «El transporte es decisivo pero no es lo fundamental» refutó Silva. «En las ciudades chicas del interior cuando no hay transporte se puede llegar al trabajo igual, sin embargo con el paro la gente directamente no fue a sus puestos de laburo. Creo que un sector de la CGT que no avaló la medida, por amor propio o por comprensión se va a ir sumando e irá in crescendo el nivel de conflictividad».
«NECESITAMOS A UN ESTADO QUE SE HAGA CARGO DE LOS FERROCARRILES CON SERIEDAD Y EFICACIA»
En otro plano de la charla, el referente comentó su análisis acerca de la política ferroviaria del macrismo, que relacionó con lo ocurrido en los noventa pero también un poco más atrás, con la dictadura militar. «En los noventa privatizaron los servicios bajo el modelo de concesión, transfirieron al sector privado la gestión, despidieron a miles de obreros y causaron un daño irreparable. Pero no hicieron un cierre completo, siempre era bajo la figura de privatizaciones» señaló y comparó: «este gobierno cerró FerroBaires; eliminó el transporte de pasajeros a mucho destinos del país; prácticamente cerró la línea Urquiza Cargas en lo operativo y lo intenta maquillar con algunos viajes; cierran ramales que ellos dicen deficitarios pero que en realidad cumplen una función social como es el tramo Merlo-Lobos», entre otras decisiones.
Lo mismo sucede en tema producción. «Cuando un pequeño productor pide dos o tres vagones para trasladar cosecha se los niegan, solo ofrecen trenes completos, los grandes grupos prácticamente se apropian de las líneas» y señaló un caso paradigmático como el FF.CC. General Mitre, «toda la infraestructura sigue siendo del Estado nacional, no hubo privatizaciones sino concesiones. Se la ha dejado al servicio de estas empresas para que abaraten sus costos. Aceitera General Deheza ha comprado campos a lo largo de la traza del Mitre, montan las cosechas al tren y los llevan a sus puertos. No hay un gran control de lo que se exporta» comentó.
Adrián Silva comparte ámbitos con el resto de los referentes sindicales de la actividad ferroviaria. Ellos no desconocen la situación comentada, sin embargo no comparten las definiciones político sindicales para contrarrestarlas. Con La Fraternidad, Unión Ferroviaria y otros «coincidimos en que esto no es lo mejor y que no es lo que corresponde. No coincidimos en la solución. Lo que nos diferencia fundamentalmente es lo que hacemos. Hemos salimos a decirlo para que se conozca y se entienda el problema» y agregó que «la solución de que se haga cargo el Estado es real pero no alcanza. Lo discutimos con el mismo Randazzo, cuando no es eficiente vienen las voces privatizadoras que dicen que no sirve. Necesitamos que el Estado se haga cargo con seriedad y eficacia».
