Corriente Federal de Trabajadores
El juez laboral Enrique Arias Gibert, la referente sindical y diputada nacional Vanesa Siley y el reconocido especialista en derecho laboral y dirigente político, Héctor Recalde, debatieron en una mesa en torno a los temas Justicia y Trabajo.
ENTREVISTA: Gabriel Fernández y Hernán Jaureguiber (La Señal Medios) / TEXTO: Leonardo Martín
“Justicia y mundo del trabajo” fue disparador con la que se convocó a una mesa con actores de sobrada calificación para debatir esos temas en Radio Gráfica 89.3. Allí estuvieron Enrique Arias Gibert -juez de la Cámara Nacional de Apelaciones de Trabajo-, Vanesa Siley -secretaria general del Sindicato de Trabajadores Judiciales de la Ciudad de Buenos Aires, referente de la Corriente Federal de Trabajadores y diputada nacional por el Frente para la Victoria, además abogada laboralista- y Héctor Recalde uno de los mayores especialistas en derecho laboral en el país con una vasta trayectoria también diputado nacional en tiempos recientes. Todos miradas desde diversos puntos de vista, con muchas coincidencias y también matices, pero con un punto en común: la defensa de los derechos de los trabajadores y en debatir sobre cómo ampliar el horizonte de derechos.
Desde que asumió Mauricio Macri el 10 de diciembre de 2015 el embate contra el movimiento obrero ha sido sistemático: crecimiento del desempleo, deterioro salarial, persecución a dirigentes y organizaciones sindicales, intentos de recortar derechos. Avanzó desde todos los ángulos posibles sobre los trabajadores, pero hubo uno en el cual fracasó: sancionar una reforma laboral regresiva.
“A fines de 2017 el Gobierno planteó tres grandes reformas: la previsional, la tributaria y la laboral. De esas tres la único que no prosperó fue la reforma laboral y no es por casualidad. Realizamos una enorme movilización el 29 de noviembre de 2017 donde le dijimos basta a esa política de ajuste. Es por ello que no se pudo hacer una reforma laboral al estilo brasileño”, sintetiza Vanesa Siley.
“Hubo un segundo intento encubierto que fue el proyecto de Equidad de Géneros en el Area Laboral que le daba facultades extraordinarias al Ministerio de Trabajo para intervenir organizaciones sindicales sino se cumplía una cláusula genérica de que no haya discriminación de género. Eso atentaba contra la democracia interna en las organizaciones sindicales y generaba mucha discrecionalidad para intervenir”, agrega Siley. Esa intento fue denunciado por las Mujeres Sindicalistas de la Corriente Federal a poco de su lanzamiento.
Como juez laboral Enrique Arias Gibert tomó notoriedad pública cuando a comienzos de 2017 intervino en la paritaria bancaria. Allí ordenó ordenó al entonces ministerio de Trabajo encabezado por Jorge Triaca (H) homologar el acuerdo entre el gremio y las cámaras empresarias que el Gobierno insistía en rechazar. Esto le valió un pedido de juicio político por parte de Triaca por mal desempeño a Arias Gibert y a la camarista Graciela Marino y el reconocimiento del mundo gremial por tomar una decisión valiente en un contexto donde jueces que tuvieron fallos contrarios a los intereses del Gobierno fueron perseguidos y muchos de ellos destituidos.
“La reforma laboral como se planteó ya agonizó”, aseveró Arias Gibert. “Lo que es peligroso son las ideas que siguen estando en la sociedad como si fueran verdades de a puño y se siguen repitiendo incurriendo en falsedades”, alertó.
“Es mentira que si bajan los salarios van a contratar más trabajadores. En un producto de consumo si me bajan el precio de los caramelos probablemente consuma más caramelos, pero ningún empresario contrata empleados como si fueran caramelos, los contrata porque los necesita para producir. Ahí está la falacia del planteo» subrayó. 
Héctor Recalde agregó, “hoy hablar de reforma laboral es hablar de flexibilización laboral por la conducción ideológica de Macri. Uno tiene que poder recuperar la capacidad de hablar de reforma laboral positivas y que las hubo en la historia argentina”.
El argumento para promover por parte del Gobierno la reforma laboral es que a partir de la baja de los costos laborales, por ejemplo despedir sin indemnización o con una sensiblemente menor a la actual, la polifuncionalidad, esas medidas generan las condiciones para que el sector empresario invierta y genere empleo.
“La historia demuestra que eso es falso”, dispara Recalde. “A principios de los años noventa el desempleo estaba entre el 6 y el 8%. Desde 1995 se flexibilizó todo y en vez de bajar el desempleo la desocupación aumentó a un 18%”, recuerda.
“El derecho del trabajo no crea ni destruye empleo, lo que genera empleo es la política económica” concluye Recalde. Vale recordar que con la actual legislación laboral en el período 2003/2015 se crearon seis millones de puestos de trabajo.
«SE USA A LAS PyMES COMO EXCUSA PARA QUITAR DERECHOS A LOS TRABAJADORES»
Un argumento remanido, gastado, de aquellos que defienden la reforma laboral es que beneficiará a las PyMES para que “pierdan el temor de contratar trabajadores”. La idea que, por ejemplo, graficó de modo brutal el CEO de Mercado Libre Marcos Galperín de que cada trabajador representa un problema para la empresa.
“Muchos grandes hablan en nombre de las PyMES, las Pymes tienen que hablar por sí solas” sostiene Vanesa Siley.
Desde el sector vienen reclamando la sanción de la ley de Emergencia PyME que atienda las demandas urgentes del sector donde ya han cerrado más de 35 mil durante el gobierno de la Alianza Cambiemos. “En esa Emergencia PyME, en ningún lado se plantea que necesita que se le saque derechos a los trabajadores. El planteo era que necesitaban que reactive el consumo en Argentina para poder insertar los productos”, detalla.
Recalde aporta: “se usa a las PyMES como excusas para quitar derechos a los trabajadores. A las PyMES hay que apoyarlas, pero no a expensas de los trabajadores. El cÍrculo virtuoso se da cuando hay capacidad de consumo”.
Arias Gibert agrega sobre el tema la mirada sobre al sector financiero: “Las PyMES necesitan el consumo de los trabajadores, pero lo principal que necesitan es crédito y no va a haber crédito hasta que no se regule la banca al servicio de la producción y el trabajo”.
«FUTURO CON TRABAJO»
Otro debate que atraviesa el movimiento obrero es el futuro del trabajo desde múltiples abordajes: ¿Vamos hacia una sociedad con bajos niveles de empleo? ¿Cómo afrontar desde el movimiento obrero las mutaciones tecnológicas? ¿Es necesario adaptar la legislación laboral a los nuevos desafíos? ¿Cómo garantizar empleos con derechos? son sólo algunas de las múltiples preguntas alrededor del tema.
Para comenzar a hablar sobre el tema Siley hace una aclaración semántica: “A mí más que hablar del futuro del trabajo me gusta hablar del futuro con trabajo”.
Arias Gibert critica las posiciones que visualizan un futuro apocalíptico, “distópico” según sus palabras, con una compleja argumentación sobre el proceso económico. “Hay que comprender que producción, distribución, intercambio y consumo son parte de lo mismo. No hay producción si no hay consumo y a su vez el modo de consumo está determinado por los modos de distribución y de qué forma vamos a regular el intercambio. El proceso de producción está relacionado con los otros elementos y todos forman parte de lo mismo. Cuando ignorás esto te quieren vender esas distopías por la cual nos quieren vender caramelos”.
“Los neoliberales creen que puede haber creación de riqueza sin producción, sin distribución, sin intercambio ni consumo. Lo que está en disputa es cómo vamos a determinar todos esos puntos. Planteado así el capitalismo es el juego de las sillas donde se van quitando sillas del juego”.
Sobre la tarea legislativa Siley relató: “Estamos esperando que se conforme la Comisión Bicameral sobre el futuro del trabajo. Mientras tanto queremos trabajar en una subcomisión sobre el futuro del trabajo desde Diputados donde nuestra idea es emular el pacto social. Invitar a todos los actores sociales involucrados en este tema a exponer y comenzar con una agenda de discusión”.
Un tema que comenzaron a plantear en la agenda pública desde las Mujeres Sindicalistas es “el trabajo de cuidados”. “Está realizado casi en un 80% por mujeres, es necesario reconocerlo como trabajo, calificarlo como tal u otorgarle derechos. Eso también es futuro. No sólo hablar de las plataformas, las tecnologías, la robótica y la inteligencia artificial”.
“Lo importante es la persona humana, si pensamos políticas con eje en las personas vamos a tener un futuro próspero” sentencia Siley
Arias Gibert, a su vez, describió que toda la tarea de cuidado familiar de un persona, todo el tiempo de crianza, educación «la formación de un trabajador que corre por cuenta del hogar es lo que no quieren representar. Cuando se habla de este deber y derecho, por ejemplo el de la moratoria previsional justamente con las mujeres que han trabajado toda si vida creando a las futuras mujeres que luego se apropiaron las empresas ponen el grito en el cielo como si es gente que no hubiera trabajado. Fue un trabajo que se realizó y que no se reconoció».
Por último, realizó una referencia a la tarea que un juez, en este caso laboral, debe llevar adelante. “La tarea del Juez es asegurar la libertad, la libertad sindical es la potencia que tiene el movimiento obrero y los trabajadores, el sujeto colectivo que está llamado a acabar o disminuir la desigualdades que tiene cualquier sistema de mercado”.
