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DIEGO LATRÓNICO (Sitraju-CABA) / «Sin trabajadores organizados no va a haber transformarción del Poder Judicial»

Diego Latrónico, secretario de Prensa del Sindicato de Trabajadores Judiciales de la Ciudad de Buenos Aires (SITRAJU – CABA) dialogó con Sindical Federal. La situación salarial, el momento que atraviesa el gremio, su visión sobre el Poder Judicial, la expectativa de un cambio de rumbo político en el futuro próximo del país. 

 

SF: La devaluación, la inflación, los despidos y otros tantos problemas afectan al pueblo argentino en su conjunto. Sin embargo también se abrió un período esperanzador ¿Cuál es la situación de los judiciales y del sindicato en estos tiempos?

DL: La incertidumbre es el mejor calificativo para este momento. Es lo que se ve principalmente en los judiciales que no escapan a la situación general de todos los laburantes de nuestro país. Hubo un mensaje muy claro en agosto de los trabajadores diciendo que tiene que haber un cambio rotundo en la política y en lo económico y eso se ve reflejado en lo cotidiano.

Como sindicato diseñamos un plan para atender a la emergencia. Solicitamos el pago de un bono; en el mediano plazo la reapertura de paritarias; y para el largo plazo una vieja bandera que tenemos -que se había presentado en el año 2016- que tiene que ver con la equiparación salarial con la justicia federal. También hay optimismo y mucha responsabilidad para llevar respuestas concretas y fortalecer las herramientas gremiales para los compañeros.

Luego del 2015 sacamos un comunicado explicando cómo nos había afectado a nivel salarial el gobierno de Macri y de Larreta. Los trabajadores son muy lógicos en este sentido, se dan cuenta de lo que sucede.

SF: Es una trama compleja la de su tarea, cruzada la justicia federal, los gobiernos nacionales y locales, el consejo de la magistratura. El convenio colectivo parece algo natural pero no es para el general de los judiciales en nuestro país.

DL: Vale destacar que nuestra patronal es el Consejo de la Magistratura. Con ellos firmamos el convenio colectivo de trabajo, que es una herramienta que la mayoría de trabajadores judiciales no tienen. Desde que lo firmamos en 2015 es lo que nos permitió defender de manera seria los derechos de nuestros compañeros. Logramos llevar a más del 95% a planta permanente y tener una discusión salarial coherente. Evitamos una pérdida mayor del poder adquisitivo, y este año tenemos un esquema en el cual en enero se compensará la diferencia entre el alza de la inflación y el aumento obtenido.

Pesa mucho en el ideario de los judiciales sentirse como trabajadores público, lo somos. Estamos al servicio de los ciudadanos que necesitan acceder. Estamos muchas lejos de todo lo que representa Comodoro Py y más cerca de los problemas cotidianos.

SF: Si bien no dependen directamente, el contexto político y económico porteño son también ejes de discusión ¿Cómo llevan el trato político con la gestión Ciudad?

DL: El proyecto de Rodríguez Larreta va en línea con el de Macri. En el distrito más rico del país, hay miles de personas viviendo en la calle, una situación social preocupante en la cual los ciudadanos tienen problemas para acceder a los servicios públicos: salud, educación, vivienda y también al poder judicial de la Ciudad. El desafío es cambiar la gestión política y demostrar que así como sacamos adelante un país, podemos sacar adelante la Ciudad.

Acá se habla mucho de la autonomía, pero producto de una decisión del Poder Ejecutivo nacional en acuerdo con el porteño, se habilitó la transferencia de competencias penales. Esto quiere decir que el Poder Judicial local (nuestros compañeros) se hacen cargo de delitos que transcurren en el ámbito federal, pero sin aumento salarial. Todo esto sin la estructura ni la infraestructura acordes. Esto redunda en trabajadores que trabajan peor y en ciudadanos que reciben un peor servicio de justicia. Para eso contamos con la paritaria.

SF: En el año 2013 Cristina lanzó el proyecto de democratización del Poder Judicial. Una reforma muy resistida que terminó siendo volteada por la Corte Suprema. Años después continuamos con un poder judicial viciado, con operaciones continuas y que se aleja de las necesidades del pueblo. ¿Dónde estuvieron las falencias, las limitaciones?

DL: Ahí faltó un sujeto que se haga cargo de la transformación y somos los trabajadores y trabajadoras. Los trabajadores de la Justicia de la ciudad y también de la Justicia Federal proponemos una perspectiva sobre qué Poder Judicial queremos. Desde la Federación (FE-SITRAJU) será para la justicia federal y desde SITRAJU para la Justicia porteña. Será cómo llegar a la salud, cómo acceder a una vacante para la escuela, todo eso tiene que ver con la Justicia también.

La carrera judicial, la escala salarial, las condiciones de trabajo hacen a todo ese esquema. Y discutir todo esto lo permite el convenio colectivo. A nivel nacional no está la posibilidad de discutir con la patronal, están sujetos a la decisión de arriba de cómo se van a implementar sus derechos. Con Vanesa Siley presentamos un proyecto para que se reglamente y se implemente una paritaria pero la realidad es que por ahora puertas adentro, es muy poco democrática la distribución de poder. Sin trabajadores organizados no hay transformación, debemos apuntar a ese equilibrio.

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SF: En algún momento la articulación entre la conducción del movimiento y el campo sindical se resquebrajó. La simbiosis necesaria, ¿pensás que se va a poder fortalecer?

DL: Esa simbiosis se ha encontrado luego del 2015 cuando empezó a generar canales comunes nuevamente. El movimiento obrero ha tenido la capacidad y la lucidez de marcar un camino de resistencia y de ser articulador del conflicto social frente al poder político. El año pasado tuvo como emergente el Frente Sindical, donde la Corriente Federal de Trabajadores, Camioneros, SMATA y las CTA que ha sido el gran catalizador de esa demanda evitando el desmadre. Estamos convencidos de que si hubiese vuelto el 2001 se hubiese roto la institucionalidad de este país, y los que más necesitamos de ella son los trabajadores. El movimiento obrero ha llevado de vuelta a la victoria al movimiento nacional. Hoy la responsabilidad está en la política, luego del proceso electoral es quien debe organizar y conducir. La discusión es cómo sostener esa simbiosis.

SF: ¿Confiás en la continuidad del paso que dio la CTA?

DL: Apuesto a un debate sensato. Esta unidad existe, si hay una discusión sensata en lo superestructural, se tendría que terminar realizando. Hay expresiones anteriores, como las Mujeres Sindicalistas que reunieron a todos los sindicatos en un esquema de acción y lograron detener una reforma laboral encubierta.

Es importante desde lo gestual, los eventos como el del jueves y siempre respetar las identidades, como lo es la Corriente Federal internamente en la CGT, que ha sido un faro en la resistencia y que muchas veces ha forzado a tomar decisiones necesarias al conjunto.

SF: Una particularidad del sindicato es la masiva juventud que lo integra ¿Tiene que ver con una decisión o simplemente es la naturaleza de la construcción?

DL: El sindicato tiene que ser representativo de los trabajadores del sector. El poder judicial de la Ciudad es un espacio mayormente joven y se refleja en la composición del gremio. En la comisión directiva ninguno supera los 40 años, no tenemos Secretaría de Juventud como no hay Secretaría de la Mujer, la secretaria general es una mujer de hecho. Así como los gobiernos debieran parecerse a su pueblo, los sindicatos a sus ámbitos de representación.

SF: ¿Cómo esperas lo que se viene?

DL: Primero hay que revalidar la victoria. A partir del 28 de octubre y ojalá con un ballottage en la ciudad para pensar en un nuevo modelo. Tendremos que pensar en la reconstrucción del país, pensar cómo salimos adelante. Estos años nos han hecho un daño enorme. Se ha buscado estigmatizar a los trabajadores, a los dirigentes sindicales, y en realidad el problema ha sido la política económica. Los gremios no hemos sido los autores de la fuga de capitales ni de la pobreza.

Ahora viene la transición de la resistencia a la responsabilidad de reconstruir los caminos de la patria justamente en esa simbiosis con la política.

Lautaro Fernández Elem

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