Corriente Federal de Trabajadores
Por HÉCTOR AMICHETTI*
En pocos días más, un Frente político encabezado por el Peronismo iniciará una nueva etapa de gobierno en Argentina.
Deberá enfrentar una situación económica y social sumamente crítica que solo podrá ser superada poniendo en práctica los valores y la concepción humanista del Peronismo.
Es nuestro deber jurar que a partir del 10 de diciembre retomaremos un camino reiterada e involuntariamente interrumpido a lo largo de la historia, aquel que tiene como destino la Grandeza Nacional y la Felicidad de nuestro querido Pueblo.
Esos eran los objetivos supremos que guiaban al Segundo Plan Quinquenal iniciado en 1953 e interrumpido por la fuerza brutal de la antipatria en septiembre de 1955.
Casualmente en un día como hoy, 2 de diciembre, pero del año 1952, los diarios informaban que el Presidente Juan Perón había pronunciado su discurso ante los legisladores nacionales con motivo de la presentación oficial ante el Parlamento de aquel Plan.
Entre otras brillantes definiciones, Perón señaló en aquella oportunidad:
«Hay que pensar en grande para sentir en grande y para poner después nuestra voluntad al servicio de las grandes empresas de la patria.
Por más que hayamos hecho, yo no tengo temor en afirmar que en esta tierra está todo por hacerse.
La potencialidad del país es casi infinita.
Es necesario convertirla en riqueza y luego transformar la riqueza en bienestar social y el bienestar social en felicidad.
Es la inmensa tarea que nos espera».
Para conducir el Segundo Plan Quinquenal se había constituido el Consejo Nacional de Planificación, encargado de ordenar la enorme cantidad de propuestas e información recibida del pueblo a través de sus organizaciones, de los gobiernos provinciales y territoriales, de los Ministerios y de las Universidades.
Solamente la información popular proporcionó al Consejo más de 100.000 iniciativas.
Las propuestas fueron luego organizadas en cinco capítulos:
1- Acción Social (Organización del Pueblo, el Trabajo, Previsión, la Educación, la Cultura, Investigaciones Técnicas, la Salud Pública, la Vivienda y el Turismo).
2- Acción Económica (Acción Agraria, Acción Forestal, Minería, Combustibles, Hidráulica, Energía Eléctrica, Régimen de Empresas e Industria).
3- Comercio y Finanzas (Comercio Interior y Exterior, Política Crediticia, Política Monetaria y Política Impositiva).
4- Servicios y Trabajos Públicos (Transportes, Vialidad, Puertos, Comunicaciones, Obras y Servicios Sanitarios).
5- Racionalización Administrativa (La Legislación General, las Inversiones del Estado y los Planes Militares).
Perón lo presentó como un plan simple y objetivo, primera condición para que un plan sea ideal.
Se estableció claramente que la ejecución correspondería al Estado y al Pueblo y sus organizaciones sociales, económicas y políticas.
Para que ese método resultara eficaz era prioridad ineludible que todo el pueblo, desde los niños hasta los ancianos, pasando por los trabajadores y trabajadoras, los empresarios, los productores agrarios, cooperativistas, estudiantes y profesionales, todos y todas estuvieran informados hasta el más mínimo detalle acerca del plan.
«El control del Pueblo es más importante que el control del Estado«, fue la premisa de aquel lanzamiento.
VIGENCIA…
Reitero que en este tiempo cargado de enormes desafíos que deberemos encarar los argentinos y argentinas bajo la conducción del gobierno encabezado por Alberto y Cristina y con el protagonismo activo de las organizaciones libres del pueblo, cobran más vigencia que nunca las palabras de Juan Perón, un conductor excepcional que trasciende tiempo y espacio:
«Solamente pensando con rotunda insensatez o con excesiva y enfermiza prudencia puede hablarse de pequeñas cosas y de realizaciones mínimas con el tono de un pesimismo inconfesable que sólo puede ser compatible con un pueblo pequeño y vencido definitivamente.
Tenemos un pueblo nuevo y pujante…
¿Podemos ofrecerle como programa de acción una tarea restringida y mediocre?.
¿No será mejor abrir todas las compuertas de su optimismo y encauzarlo hacia el porvenir?
¡NADA FALTA PARA VENCER EN TODOS LOS FRENTES DE SU LUCHA!.
Por todo ello yo creo que es necesario avanzar por el camino ascendente del equilibrio dinámico en lo económico, en lo social y en lo político, y siguiendo al pie de la letra las normas del Segundo Plan Quinquenal, realizar, conjuntamente todos, gobierno, Estado y pueblo, la gran tarea que espera de nosotros la patria y que nosotros debemos a las generaciones futuras».
Aunque la propuesta no sea idéntica, retomar con fuerza esos mismos ideales y objetivos…
¡Esa es la verdadera cuestión!.
* Federación Gráfica Bonaerense / Corriente Federal de Trabajadores
