Corriente Federal de Trabajadores
Entrevista a Ernesto Ojeda, referente de la Asociación de Trabajadores Rurales y Estibadores de Salta (ATRES) donde repasó la actualidad del sector y del necesario cambio de políticas para mejorar la situación laboral de los trabajadores rurales.
ENTREVISTA: Lautaro Fernández Elem y Leonardo Martín
“Hemos recibido al gobierno de los Fernández con una gran esperanza y expectativa y a la espera que el Gobierno nacional tome las herramientas necesarias para que cambie la desregulación tan querida por la oligarquía y los sectores concentrados para el sector. Esto implica en el caso del trabajo rural volver a los peores momentos de la historia con explotación, prepotencia y violación sistemática de las pocas normas que el trabajo rural tiene”, expresó Ernesto Ojeda en diálogo con Sindical Federal. Es referente de la Asociación de Trabajadores Rurales y Estibadores de Salta (ATRES) y también integrante de la Corriente Federal de Trabajadores.
Lograr condiciones dignas y perdurables de trabajo para el sector rural es una gran deuda de la Argentina, un país con una inmensa producción de alimentos y con millonarias exportaciones año a año. Sin embargo, los trabajadores sufren una precarización extrema con bajos salarios, trabajo no registrado, con familias enteras participando de la cosecha incluyendo a niños, malas condiciones generales y en algunos casos hasta trabajo esclavo.
“Después de los cuatro años de desregulación que tuvimos con Macri, nosotros esperamos que el ministerio de Trabajo empiece a tomar las herramientas de control de la actividad laboral”, agrega Ojeda.
La complicidad de la UATRE, gremio de representación nacional de los trabajadores agrarios, con las patronales del sector frena el avance de las reivindicaciones y cristaliza la situación de precariedad laboral. Esto exige a las organizaciones de base un trabajo doble porque enfrentan intereses voraces de los productores agrarios y la inacción del gremio que está en mejores condiciones de dar la pelea como es la UATRE que tuvo en el Momo Venegas su líder espiritual y hoy tiene a Ramón Ayala como su secretario general.
Esa complicidad entre las cámaras patronales y la UATRE tiene su expresión en el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE). Una estructura que viene de los años noventa, desactivado durante el segundo mandato de Cristina como presidenta para sustituirlo por el RENATEA, pero que Mauricio Macri volvió a restituir.
“El RENATRE es el organismo donde se registran empleadores y trabajadores compuesto por las cuatro cámaras patronales (Sociedad Rural, CRA, Coninagro, Federación Agraria) supuestamente autárquico, no estatal. En la práctica funciona a favor de los ganadores”, explica Ojeda. “La desregulación de las condiciones de trabajo es sistemática porque el Estado no tiene la herramienta para hacerlo”, agrega.
“El RENATRE se autoregula y autofinancia para sostener un funcionamiento por fuera del Estado, pero eso que parece virtuoso es la causa de la explotación y la desregulación laboral con un artilugio muy inteligente de las clases dominantes. Critican al Estado, pero se lo apropian”, explica. Dentro de la agenda de los trabajadores agrarios es esencial cambiar esta situación.
Otro aspecto que resalta Ojeda como importante para los trabajadores del sector agrario es dar una mayor previsibilidad a aquellos que cobran el intercosecha. Este es un programa por el cual el Estado otorga un ingreso a los trabajadores para los períodos del año donde no hay cosecha. Un modo de que esos trabajadores tengan un ingreso mínimo de subsistencia para los períodos en donde no están empleados. “Necesitamos que se actualice vìa ley el Intercosecha. Que no sea un Decreto, que después viene cualquiera y te lo voltea”, plantea. “Nosotros promovemos que sea el 80% del salario mínimo vital y móvil y que sea por ley”, reafirma.
Otra propuesta es la creación de una bolsa de trabajo mediante la cual los productores contraten los trabajadores desde allí. “La inmensa cantidad del trabajo agrario es la mano de obra para la cosecha. Ahí está la mayor desregulación, explotación y mano de obra esclava”, explica.
“Que los empresarios pasen por esa bolsa de trabajo para contratar. Era una herramienta que estaba en el Estatuto del Peón (sancionado en 1944 cuando Perón era Secretario de Trabajo y derogado por la Dictadura Cívico Militar en 1980) que después fueron desarmando y desde que está el RENATRE nunca más funcionó”, detalló.
Un aspecto que también mencionó como una de las prioridades es la jubilación de los trabajadores rurales. “Necesitamos un programa dentro de ANSES para poder jubilarnos. Hoy lo podemos hacer a los 57 años, pero pocos lo hacen como agrarios. Es una verguenza el descontrol y lo que hacen las patronales. Le descuentan la jubilación y no le depositan. Después se termina jubilando por cualquier régimen menos por el que corresponde a un trabajador agrario”.
Por último, se refirió al cambio de clima político que ha habido en nuestro país. “Hemos visto en Alberto, en Cristina la voluntad de regular la ganancia extraordinaria de los sectores concentrados”.
“Hay expectativa y esperanza. La gente votó este cambio, el endeudamiento vergonzoso de Macri es una prioridad para ordenar el país. Pero valoramos que hasta ahora las medidas apuntan a mejorar la situación de quienes más lo necesitan”, finalizó.
