Corriente Federal de Trabajadores
¿Qué va a ocurrir finalmente con Vicentin? Es la pregunta que muchos se hacen frente al descalabro financiero de la empresa de la cual dependen 6000 puestos de trabajo directos. El movimiento inicial del Gobierno nacional de intervención y el envío de un proyecto de ley al Congreso para su expropiación ha cambiado el rumbo original frente a un camino que reavivó la incertidumbre en los trabajadores. (30/06/2020)
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Pablo Reguera, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo (SOEA) -Santa Fe- advirtió por la situación que atraviesan los trabajadores de la empresa que tiene en el sur santafesino dos plantas industriales.
«En San Lorenzo teníamos 2000 trabajadores de los cuales después del ´stress financiero´quedaron 1000, de los cuales 800 obreros y 200 administrativos y jerárquicos», comenta Reguera.
«El lunes nos reunimos con los dueños de Vicentin para hablar de la situación en la cuales estamos, pero nos dicen que no tienen el dinero suficiente para afrontar los pagos como corresponde. Básicamente nos piden que nos bajemos el sueldo y hacer pagos en forma no remunerativa», agregó el referente aceitero.
1400 millones de dólares ha dejado como deuda la actual administración de Vicentin que aún busca sostenerse en el control de la empresa. «De esos préstamos, acá en la planta de San Lorenzo no se invirtió absolutamente nada. Tenemos dos plantas en la región, una que procesa el girasol que tiene más de 40 años, y la otra sobre el Río Paraná que muele 20 mil toneladas por día y que compite con cualquiera de las multinacionales», indicó Reguera.
«Nosotros vemos con buenos ojos la intervención y expropiación del Estado. El salvataje del Gobierno nos garantizaba el trabajo y a nuestro convenio colectivo. Con la vuelta atrás del juez estamos otra vez en la misma situación que en diciembre», informó.
Por último, se refirió al banderazo realizado el 20 de junio pasado en diferentes puntos del país en defensa de Vicentin y «la propiedad privada». «No se entiende el banderazo, usar la bandera argentina para defender a alguien que endeudó a una empresa y no sabemos que hicieron con el dinero, dejando trabajadores en la calle. Es odio de clase y desconocimiento sobre lo que hicieron los dueños de la empresa», finalizó.
