Corriente Federal de Trabajadores
El CITRA-UMET/CONICET realizó una encuesta entre el 14 de abril y el 4 de mayo a 78 referentes de organizaciones gremiales para tener una radiografía de la situación laboral en en el marco de las medidas de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO).
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Entre los principales puntos concluye que «el 30,8% posee a la vez trabajadores/as desarrollando tareas en establecimientos y de manera remota, y otro 19,2% representa, además, a trabajadores/as sin tareas por falta de actividad«.
En cuenta a los despidos “casi el 18% de los/as referentes encuestados manifestaron que se registraron despidos en su sector de actividad”. La situación tuvo un impacto menor en el Sector Público donde fue del 4,8% contra el 21,1% del Sector Privado. El estudio agrega que “la presencia de despidos fue más intensa en los sectores en los que las formas de contratación son más frágiles”.
Resumen resultados – Encuesta sobre el Trabajo en Cuarentena
Placas Sobre el Trabajo en Cuarentena
“Esto pone en evidencia la complejidad a la que se enfrenta la política pública a la hora de la implementación efectiva de normas que buscan resguardar los puestos de trabajo, dada la inestabilidad en su forma de contratación que detenta una porción significativa de la estructura ocupacional”, añaden.
En cuanto a las suspensiones “el 17,9% de los/as representantes gremiales comunicaron la existencia de suspensiones al interior de sus sectores”. “El 55% de los/as referentes manifestaron que sus representados/as sufrirían recortes salariales (totales o parciales) por conceptos atados a la evolución de la actividad y, respecto de su magnitud, la mayoría (58,1%) indicó que estos serían superiores al 10%”, detallan.
“Los/as trabajadores/as del sector privado emergen como los más afectados en esta dimensión, tanto en virtud de la presencia de recortes salariales (65,8% y 73,7% de incidencia en el sector privado y ambos sectores, versus 25% en el sector público) como de su cuantía”, completan sobre los recortes salariales.
En cuanto a la extensión y organización de la jornada laboral hay una fuerte disparidad entre aquellos que comenzaron a desarrollar tareas por teletrabajo en relación a quienes lo hicieron en forma presencial.
Aquellos que teletrabajaron lo hicieron por metas u objetivos como principal eje ordenador de la jornada laboral (46,9%), redundando de hecho en una ampliación de la jornada en un 44,8% de los casos encuestados.
En el caso de los presenciales la mayoría de los referentes (45,8%) indicó que los/as trabajadores/as sufrieron una reducción de su jornada horaria.
Como aspecto negativo, en el caso de aquellos trabajadores que realizan tareas de manera remota “el 45% de los/as referentes indicaron que sus representados/as no recibieron ningún tipo de capacitación para el desarrollo de sus tareas laborales bajo esta modalidad, y el 66,7% indicó que los/as trabajadores contaron con asistencia técnica parcial o nula durante esta etapa. Además, el 60,8% de los/as encuestados/as dieron cuenta de que la parte empleadora no cubriría los costos asociados al desarrollo del trabajo de manera remota (equipamiento, telefonía e internet, entre otros), y un 21,6% de los mismos indicó no estar al tanto sobre cómo se afrontarán dichos costos”.
Por último, apuntaron como positivo que hubo un “alto grado de adopción de protocolos sanitarios y reorganización de los procesos de trabajo como estrategias de prevención de la propagación del COVID-19”.
