Finalmente, tal como se preveía, se alcanzó el dictamen para tratar en el recinto de la Cámara de Diputados las modificaciones en el Impuesto a las Ganancias por el cual pasarían a tributarlo salarios por encima de los 150 mil pesos y jubilaciones con un monto superior a ocho haberes mínimos. A partir de los reclamos del mundo gremial también se excluyeron del cálculo para el pago el aguinaldo, gastos de guardería y jardín materno infantil, hijos con discapacidad y en el caso de los trabajadores de salud no se computarán horas extras hasta el 30 de septiembre de 2021.

El proyecto impulsado por Sergio Massa y que cuenta con un amplio apoyo gremial, estiman que beneficiará a 1,267.000 trabajadores de los 2,2 millones que actualmente pagan ganancias.  La próxima semana ya sería tratado en recinto donde existe un consenso para su sanción ya que sectores de la oposición acompañarían el proyecto según las intervenciones que realizaron en el trabajo conjunto de comisiones.

“Hay un montón de cosas para trabajar en modificaciones de fondo, pero lo que estamos haciendo es volver al nivel histórico de trabajadores alcanzados, que estaba en un 10%, 12% y que llegó al 25% en la actualidad. Con esta ley alcanzaría solo al 7% de los trabajadores registrados y al 2,4% de los jubilados”, expresó el titular de la Comisión de Presupuesto, Carlos Heller.

Por su lado, Vanesa Siley, presidenta de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, indicó: “Tenemos la satisfacción de haber sacado este dictamen donde vamos a tener a partir del nuevo piso y de todas las deducciones, incluyendo el aguinaldo, la retroactividad a enero, la deducción por viáticos, el diferencial patagónica, las especiales consideraciones para los ingresos de jubilados y jubiladas, guardería, hijos con discapacidad y deducción para personal de salud esencial. 1.267.000 dejarán de tributar ganancias en un aporte importante para recuperar poder adquisitivo del salario. La satisfacción de poder contribuir desde el Congreso a la reactivación económica movilizando la rueda del consumo y el empleo“.

Además de Siley, los restantes diputados de origen sindical que participaron del debate respaldaron la medida. Entre ellos Hugo Yasky, Walter Correa, Patricia Mounier, Pablo Carro y Facundo Moyano.

Hugo Yasky manifestó: “Se dio una coincidencia en todo el espectro sindical apoyando con convicción el proyecto que estamos tratando. Habla de un consenso altísimo entre sindicatos con un enorme diferencia de ingresos”.

“Se llegó a un punto de distorsión tan grande donde cobrar un salario bajo la línea de pobreza y tributar ganancias tenía una diferencia de solo $20.000. En lugar de ser impuesto progresivo se convirtió en un impuesto regresivo“, agregó.

“Durante los cuatro años de Macri no sólo perdimos 20 puntos en promedio, con la inflación se triplicó la cantidad de trabajadores que comenzó a pagar ganancias. Los que tienen mayor presión tributaria son los de abajo, no los de arriba“, concluyó.

María Rosa Martínez, de extensa militancia política, con base en Almirante Brown e identificada con la Corriente Federal de Trabajadores manifestó en su intervención que las modificaciones van a promover un “círculo virtuoso de la economía desde la activación del mercado interno. Es una decisión importantísima para el bolsillo de los trabajadores y trabajadoras, pero también para impulsar la economía“.

“Creemos que se puede mejorar y perfeccionar, pero va a resultar un avance importantísimo en materia de justicia social“, completó tras hacer un recorrido histórico de los motivos por los cuales surgió el pago del Impuesto a las Ganancias.

Pablo Carro, dirigente de la CTA de los Trabajadores de Córdoba, hizo énfasis en la necesidad de una reforma tributaria para que paguen más los sectores de mayores ingresos y apuntó que “hay algunos aspectos que se pueden seguir modificando para mejorar el proyecto, tenemos vocación para discutirlo, pero esto alivia la situación de muchos trabajadores que van a poder volcar esos recursos al consumo”.

Patricia Mounier, dirigente de SADOP, expresó: “Este proyecto toma un reclamos que venimos haciendo los gremios hace tiempo. Es una gran ayuda para el bolsillo de los trabajadores y trabajadores, más en este contexto, pero esto no invalida las discusiones paritarias por mejores salarios porque un 1,3 millones de trabajadores van a tener mejores ingresos“.

Al igual que María Rosa Martínez, Mounier apuntó la necesidad de que la totalidad de los jueces paguen el impuesto a los ganancias, mostrándose dispuesta a tratar un proyecto en ese sentido.

Walter Correa, “la promesa del macrismo de que los trabajadores no iban a pagar el mal llamado impuesto a las ganancias fue parte de un engranaje de la estafa electoral. Hoy hay alegría de nuestros compañeros, en donde gran parte van a dejar de tributar el impuesto”.

La próxima semana el proyecto se tratará  en la Cámara de Diputados en la primer iniciativa parlamentaria de relieve del Frente de Todos en el año. Un reclamo gremial que atravesó la última década y que durante el macrismo, pese a las promesas de su eliminación, terminaron pagando 2,2 millones de trabajadores del 1,1 millón que lo hacían al comienzo de su mandato. Una medida que obtuvo un apoyo sindical amplio y que es necesaria, pero no despeja la necesidad de una reforma tributaria más profunda y donde hagan un aporte mayor aquellos sectores en condiciones de hacerlo.