Corriente Federal de Trabajadores
Eduardo Luis Duhalde tuvo un homenaje sentido a 10 años de su partida en un acto del cual participaron compañeros y compañeras de su vasta y multifacética trayectoria. Abogado con vínculos estrechos con el movimiento obrero y militantes políticos durante las décadas del ´60 y ´70; militante, periodista e historiador; figura clave a nivel teórico y tambien en la práctica para poder juzgar a los genocidas de la última dictadura cívico-militar; juez y funcionario desde la Secretaría de Derechos Humanos, impulsada por él, durante el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner. Una figura con muchas aristas y como dijo Pablo Llonto en una de las intervenciones, “todo lo hacía bien”.
El acto fue en el primer piso del edificio de la Federación Gráfica Bonaerense en Paseo Colón 731. No es cualquier lugar para un homenaje, es el mismo edificio donde funcionó la CGT de los Argentinos y de un gremio que cobijó dentro de sus paredes a militancia lúcida y comprometida durante ese tramo entre fines de la década del 60, hasta el golpe militar de 1976. Entre ellos, Eduardo Duhalde fue uno de los tantos que pasó por allí. Un homenaje en un sindicato y en la Federación Gráfica impulsado por la Fundación Eduardo Luis Duhalde en conjunto con la Juventud de la Corriente Federal de los Trabajadores. Simbolismos.
Duhalde nació en 1939, se recibió de abogado con apenas 20 años, siendo de allí en más protagonista de la vida política nacional hasta su muerte en 2012. De la Resistencia Peronista, pasando por el exilio y la lucha por los derechos humanos tras la dictadura cívico militar y en la “segunda oportunidad” que significó el período del kirchnerismo para avanzar con las políticas de memoria, verdad y justicia.
Hubo dos mesas y videos de diversos compañeros de militancia. La primera mesa tuvo como título: Memoria de una Política de DDHH compuesta por Susana Santomingo, secretaria de DDHH del Sindicato de Empleados de Comercio; Judit Said, coordinador de Políticas de Género y DDHH en AFIP y coordinadora Ejecutiva de la Red Federal de Sitios de Memoria y contó con la coordinación de Victoria Martínez. Inicialmente iba a estar presente Remo Carlotto, secretario Ejecutivo del IPPDH Mercosur, por razones de trabajo no pudo estar allí, pero envió un video para recordar a Duhalde.
El título para la segunda mesa fue Memoria de su Trayectoria participando el anfitrión, dirigente del gremio gráfico, Héctor Amichetti;Luis Alén, director de la Licenciatura en Justicia y DDHH de la Universidad de Lanús y ex subsecretario de DD.HH. de la Nación; Pablo Llonto, abogado y periodista con la coordinación de Mariano Duhalde, hijo y vicepresidente de la Fundación Eduardo Luis Duhalde.
Las intervenciones de la primer mesa recordaron, especialmente, su militancia y gestión en materia de derechos humanos. Susana Santomingo destacó: “Cuando Eduardo tomó la gestión (frente a la Secretaría de Derechos Humanos) la política pública fue creciendo a partir del valor que le dieron Néstor y Cristina. Se instituyó una política para poder avanzar más allá de la burocracia del Estado. Nos sentíamos en una gesta que Eduardo lideradaba. Tenía, además, esa coherencia entre el hacer, el sentir y el pensar”.
Judit Said recordó su pasado como defensor de presos políticos durante la década del ‘70, primero en Argentina y luego desde el exterior tras el golpe militar de 1976: “Desde el exilio, Eduardo trabajó para nosotros, para los militantes, sobrevivientes y familiares. Su libro Proceso al Genocidio que hizo en 1977, cuando presentó El Estado Terrorista en 1983. A todos nos dio mucha seguridad saber que había alguien que entrelazaba el combate a la impunidad con la humanidad que significa reivindicar a los compañeros militantes. Tenemos que reconocerle que fue él quien hizo la primera reivindicación de quienes salían de esos campos y llegaban a Europa a testimoniar”.
En referencia a la conformación de la Secretaría de Derechos Humanos durante el gobierno de Néstor Kirchner recordó que Duhalde les dijo: “Esto es un regalo de la vida, una segunda oportunidad que nos dio la historia. Lo sentíamos así y lo vivimos a pleno tratando de hacer muchas cosas”.
Remo Carlotto destacó sobre el mismo período sumando el aporte teórico clave que realizó “se buscó garantizar los derechos y plasmar los compromisos del derecho internacional en Argentina. Esa agenda se la debemos profundamente a Eduardo Luis Duhalde”.
“La Secretaría fundó las políticas esenciales de derechos humanos que aún rigen hoy en la Argentina y que son parte del ejemplo de nuestro país. Nos dejó herramientas y elementos de análisis para poder estudiar y llevar adelante las políticas de memoria, verdad y justicia. Sirvió para comprender las responsabilidades políticas, militares y civiles de la dictadura cívico mlitar ”, agregó.
Por su lado, Victoria Martínez apuntó: “Duhalde buscó que comprendieramos la metodología del terrorismo de Estado que en modo sistemático afectaba a las víctimas directas y al conjunto de la población. Que si nosotros no teníamos en claro eso, los efectos y marcas en la subjetividad social íbamos a repetir la historia. Afortunadamente esto no fue así. Durante la recuperación de un gobierno popular con Néstor Kirchner, con Eduardo Luis Duhalde, pudimos recuperar la sabiduría la sabiduría de los organismos de derechos humanos y hacerla política pública y de allí trabajar por la memoria, verdad y justicia y por la reparación ”.
MEMORIA DE SU TRAYECTORIA
Luis Alen abrió la segunda mesa recordando la trayectoria; “Eduardo fue el abogado de la CGT en el plan de lucha de 1964 que en su momento llegó a la toma de 5.000 establecimientos. Intervino en los sucesos de la desaparición de Felipe Vallese. Luego tuvo una trayectoria como historiador con una mirada distinta, no se sumó al revisionismo histórico, lo hizo desde la óptica de los olvidados de la historia. Un lugar para encontrar las claves del pasado para las luchas del presente”.
“También fundó la Asociación Gremial de Abogados como un modo de comprometerse política y éticamente con una causa justa con denuncias de las torturas y desaparecidos. Eso llevó a que Rodolfo Ortega Peña llegara a diputado. Luego fue periodista desde la revista Militancia que editó y fue clausurada”.
“Eduardo logró que las 24 provincias tuvieran estructura de derechos humanos conformando el Consejo Federal, luego en el Mercosur para juzgar a los responsables del Plan Condor. Él nos decía que sobre la impunidad no se construía la democracia promoviendo una reparación integral”.
Pablo Llonto destacó la “envidia maravillosa, que es la envida militante. Miilitaba como un caballo, en todos los frentes y todo lo hacía bien. Queríamos militar como él”.
Recordó su rol como testigo en los juicios de lesa humanidad en el caso puntual, “hoy Luis Abelardo Patti está preso gracias al testimonio de Eduardo Luis Duhalde. Hoy centenares de genocidas son condenados por la tarea de Eduardo y de los testimonio que fue tomando”.
“El concepto del Estado Terrorista es el concepto que permite avanzar en las causas de todo el país para avanzar hasta los últimos responsables y cómplices cíviles y religiosos. Esa es la herencia que dejó Eduardo y una característica propia de la Argentina”.
Marcelo Duhalde, hermano y compañero de militancia, subrayó: “Era un animal político. Desde una inmensa imaginación, compromiso permanente y profundidad ideológica creó las herramientas adecuadas que surgía desde su inmensa capacidad creativa”.
El encargado del cierre fue Héctor Amichetti: “Duhalde, junto a otros compañeros, se unen al movimiento obrero como si fueran uno más de ese movimiento obrero. Es un compañero más”.
“En ese período muchos compañeros abrazaron la causa peronista sin venir del peronismo y pasan a ser más consecuentes en la concepción político sindical en nuestro país. Lo que nosotros llamamos el sindicalismo de liberación”.
En referencia a las políticas promovidas desde el 2003 en adelante subrayó: “Recuperar en serio la idea de reconstruir la democracia y los derechos humanos fue clave, fue algo enorme, inmenso, volver a sentir que tenemos el poder del pueblo juzgando a quienes generaron semejante represión e instauraron una represión humana y económica que se prolongo en el tiempo, que se extiende hasta hoy”.
“Reivincar su historia es ser consecuente con su conducta histórica. Sentir que está vivo y que la historia nos tiene que dar una tercera oportunidad a la tenemos que construir nosotros en el espíritu, la acción para lograr una sociedad más justa e igualitaria.”
“Es una pelea que hay que dar. No hay peleas que se puedan eludir, derechos humanos es que haya alimento en la mesa de los argentinos y violación es que haya empresas formadoras de precios que quieran exportar todo y que impidan que puedan comer todas las familias argentinas. Democracia es que como pueblo organizado podamos recuperar el dinero fugado y que han lavado. Eso es rendir honor a nuestro querido compañero Eduardo Duhalde siempre vigente”, cerró Amichetti sumando actualidad a un homenaje emotivo y que buscó reconstruir desde múltiples testimonios la compleja, multifacética y valiosa figura de Eduardo Luis Duhalde.
