Corriente Federal de Trabajadores
El secretario general del SADOP, Mario Almirón, dialogó con Sindical Federal. Un interesante repaso histórico acerca del peronismo luego de una fecha histórica como el 17 de Octubre. La desunión del campo nacional y la situación educativa luego del paro nacional docente.
Mario Almirón, secretario general de SADOP, dio uno de los discursos en el acto de la Corriente Federal de Trabajadores en conmemoración al 17 de octubre. En la semana que se cumplieron 71 años de la gesta más importante de los trabajadores en la historia argentina la entrevista comenzó abordando ese tema.
-A 71 años ¿Qué representa para usted el 17 de Octubre?
La dimensión histórica de un pueblo me parece la dimensión central para que tengamos identidad. Muchas veces se nos habla del futuro y eso significan promesas de supuestos logros que vendrán mañana y que disimulan o intentan disimular las carencias que tenemos hoy. Por eso entre aquellos que hablan todo el tiempo del futuro y los que recurren a la historia, me quedo con los que recurren a la historia porque tiene que ver con lo que somos. No hay identidad si no hay una historia y sin los protagonistas de esa historia a los que nosotros también llamamos héroes.
Creo que el 17 de octubre se enmarca claramente dentro de esos hechos que son fundacionales pero que además nos dan identidad. El 17 de octubre irrumpe en una escena política que era reservada para una elite y construye un actor político y social distinto de la mano de Perón y de la mano de su plan ambicioso concretado para los trabajadores. Por eso no es solo el día en que el pueblo que decide liberar a su líder sino que es también el momento en que los trabajadores nos transformamos en actores políticos del país.
-Se han realizado distintos actos con variados actores ¿Por qué cree que se da esta variedad y no la comunión en un solo hecho?
La multiplicidad de actos está marcada porque el escenario no es de unidad sino que hay líneas internas, divisiones que no son nuevas y también sucede que no hay un conductor en el cual se sinteticen las distintas alas de un movimiento tan rico como ha sido el peronismo.
Muerto el líder y siendo el pueblo heredero, hay instancias en que esta expresión se unifica y otras en que no. Estamos viviendo un momento de una pluralidad de representaciones. No es alarmante de por sí. Lo que sería grave es que esta pluralidad se mantuviese indefinidamente. Es una etapa donde se camina hacia una unidad pero donde hay diversas identidades y grupos, como el nuestro de la Corriente que tiene un posicionamiento, tiene un programa, que está en una actitud amplia de convocar a todas las organizaciones detrás de este programa, pero que no está dispuesto a ceder en cuestiones que cree centrales. En la defensa de los trabajadores, en la defensa del salario, en evitar los despidos y las suspensiones, y sobre todo en la consolidación de un modelo de país que considere al trabajo y los trabajadores como ejes centrales. Y digo el trabajo y los trabajadores porque lamentablemente se ha desvirtuado la idea del trabajo y pareciera que puede haber trabajo sin trabajadores. Para nosotros no se puede separar.
Hemos escuchado por parte de los personeros de la especulación financiera “pongamos dinero a trabajar”. Eso no tiene sentido, los que trabajamos somos personas y el trabajo tiene esa dimensión personal que lo hace valioso.
-¿En cuánto cree que reparan o deben hacerlo, las dirigencias sobre la mirada de la opinión pública en las definiciones que toman los dirigentes del campo nacional?
Es complejo. Sabemos que los grandes medios masivos de comunicación social generan, si no opinión publica, opinión publicada. No se trata solo de la información sino sobre todo de opiniones que se van consolidando en el tiempo y que son reproducidas. Creo que la administración Macri está blindada, protegida por los grandes medios y en particular la televisión. Es un tema cultural. Cómo hacemos para que la realidad que muchos compatriotas ven y que muchos sufren en carne propia sea tenida en cuenta, sea escuchada en serio por los que gobiernan, si a la par hay grandes medios que anestesian, que transmiten la idea de que “tan mal no estamos, hay que esperar, hay que dar tiempo”.
Allí los sindicatos también tenemos una herramienta poderosa que es nuestra presencia, no solo en los planteos macro, sino en los lugares de trabajo y hasta te diría en el hogar de cada trabajador. Debemos llegar a cada trabajador y su familia con un mensaje claro de que hay dos modelos en disputa, uno que tiene al trabajo en un lugar central y otro que es el que nos gobierna que pone el eje en el capital.
A medida que pase el tiempo, se van a ir viendo en la realidad cosas que hoy describimos desde el punto de vista general diciendo que el rumbo de esta política va a terminar en más desocupación, en menos justicia social. No somos oráculos ni visionarios, simplemente vemos lo que pasa en el mundo y lo que ha pasado aquí en otras épocas. Se pretende vender como algo nuevo, cuando es lo más viejo del mundo. Es la concentración de capital y de bienes, no solo económicos sino sociales y culturales. Este modelo excluye desde su raíz a millones de argentinos. Cuánto tardaremos en hacer ver esto a los compañeros, lo que sea necesario. No queremos ser apresurados pero tampoco insensibles a los que hoy están sufriendo y no pueden esperar el tiempo que algunos reclaman.
-Pasadas algunas semanas del paro nacional docente ¿Cómo está la relación con el Ministerio de Educación y qué análisis hace de la situación de los trabajadores?
Se realizó el operativo Aprender de evaluación que hemos cuestionado porque nos parece una manera sesgada y reduccionista de mirar la cuestión de la evaluación del sistema educativo con una clara intencionalidad de debilitar la presencia del Estado en la educación y fortalecer los negocios y el mercado para algo que no es una mercancía sino un Derecho Humano. Hemos impugnado ese operativo que se dio en más de 30.000 escuelas en todo el país.
Tenemos una visión crítica de la situación educativa. Esto incluye la no convocatoria a la paritaria nacional docente, pese a todos los paros y movilizaciones el gobierno nacional sigue sin convocar. No queremos discutir solo la cuestión salarial sino también las condiciones de trabajo que es lo más importante. Necesitamos discutir el convenio colectivo que el gobierno convocó en febrero para en “30 días” iniciar la negociación, a una semana de noviembre todavía no se ha hecho el llamado.
Hasta ahora el escenario es de confrontación, ojala reflexionen. Que la sociedad entienda que si quiere tener futuro se debe invertir en la educación.
