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1er. Encuentro de Mujeres de APINTA / «Este es el camino hacia la Secretaría de Género»

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Con la vibra muy alta y cargado de expectativas, hoy comenzó el primer encuentro de mujeres de APINTA, el gremio de los trabajadores y trabajadoras del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Ellas, las protagonistas absolutas, llegaron desde Esquel (Chubut), Abra Pampa (Jujuy), Montecarlo (Misiones) y otros 44 puntos del país para abrazar una lucha común que supera las distancias físicas, generacionales o de profesión.

Virginia Franganillo, socióloga y referente de políticas de género, resaltó que la vitalidad palpable en el encuentro es parte de nuestras fortalezas como trabajadoras: “esta es una lucha que se puede sostener en el tiempo por esa enorme vitalidad. Esta mesa es producto de un sueño… estamos cumpliendo un sueño, ante todo: bienvenidas”. Claudia Vidal, secretaria de prensa de APINTA y organizadora del encuentro, le puso un marco de acción en el futuro cercano:  “Tenemos la esperanza y la expectativa de que éste sea el camino para la Secretaría de Género”. El Secretario General de APINTA, Mario Romero, confirmó tanto la concreción de la tan esperada Secretaría de Género como el acompañamiento desde el gremio para que el INTA tenga una oficina especializada en temáticas de género al interior de la institución. “En APINTA desde hace años se viene cumpliendo ese cupo del 30% pero eso tiene que ser un piso, no un techo. Apuntamos a una mayor participación de nuestras compañeras” afirmó el secretario de un gremio que supo tener en otras épocas una conducción con paridad entre hombres y mujeres (50%-50%).

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El encuentro, calificado como ‘histórico’ no sólo por los disertantes sino también por muchas de las compañeras, suma además el desafío de una historia a revertir. “Tenemos que formar compañeras que puedan acceder a cargos de conducción en las seccionales y en el secretariado nacional. Con 50 años de historia, nuestro gremio todavía nunca tuvo una compañera secretaria general y esperemos tenerla en el futuro. Pero además, en los 60 años de vida del INTA, nunca hubo una compañera sentada en el Consejo Directivo Nacional”, sintetizó Romero en referencia al organismo decisor del INTA que congrega a representantes de las asociaciones de productores, las facultades de veterinaria y agronomía y el Poder Ejecutivo Nacional.

Dora Barrancos, directora del Conicet e invitada de lujo del encuentro, recuperó la mirada histórica para comenzar la enorme tarea de desnaturalizar: “El trabajo femenino es tan histórico como la condición de homo sapiens: trabajo productivo y reproductivo,ma non troppo. En un momento determinado, por un designio de ‘acá abajo’, se hace una invención formidable que es el patriarcado. En la revolución agrícola aparecieron funciones diferenciales para hombres y mujeres” y es justamente en el siglo XIX que aparece “el imperativo categórico consagrador de la mujer en el hogar. No era condigno de lo femenino el trabajo extra doméstico”.

La investigadora del Conicet asentó que aún hoy -más allá de los cambios positivos de las últimas cinco décadas- el 85% de la tarea reproductiva está del lado femenino. “Hay que sacarse de la cabeza que las mujeres están menos calificadas. Están, en promedio, más calificadas, aunque el mercado laboral sigue sin reconocer esa calificación. Hemos recorrido un largo camino, pero la brecha salarial existe y el ‘no reconocimiento’ existe. Se ha feminizado todo, pero no la posibilidad de retribución”.  En el último tramo de un rico discurso, Barrancos sintetizó su exposición en una premisa que llama a la acción: “Hay que insubordinarse; la primera gesta es insubordinarse. La vida se hace más digna cuando hay mujeres más dignificadas. (…) Les digo a las mujeres de APINTA que pinten bien, que se llegue a la famosa Secretaría de Género rápido. La condición humana de las mujeres es resistir, conseguir la resiliencia”.

Otra presencia que dinamizó fuertemente las energías de todas las participantes fue la de la Corriente Federal de los Trabajadores y Trabajadoras (CFT), intersindical de la cual participa APINTA junto a otros 100 gremios. Acompañaron la apertura del encuentro compañeras de Federación de Trabajadores Agrarios, Federación Gráfica Bonaerense, SAT-SAID, Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía, La Bancaria y el Sindicato de Obreros Curtidores, cuya representante Claudia Lázzaro participó de la mesa debate junto a Barrancos.

Su relato en primera persona de la experiencia al interior del gremio de curtidores, inserto en un universo laboral con más del 97% de población masculina, fue detonante: “Nosotras tenemos que concebirnos como un sitio de construcción del feminismo, que no es una mala palabra; es la parte de esa voz que tenemos que ser todas y esa construcción colectiva que somos todas. Al primer encuentro de mujeres sindicalistas habíamos ido 9 compañeras y a este último fuimos 46. (…) En las curtiembres hay mujeres, nadie las veía, eso es una cosa de locos: tenés una masa de 40 trabajadoras y no las ves. La única manera de combatir al machismo es armando estrategias y alianzas entre nosotras”.

Lázzaro, a cargo del Área de Derechos Humanos y Género de su sindicato, también contó cómo se conformó “Mujeres Sindicalistas”, el colectivo que identifica a las mujeres de los gremios de la CFT y que hace menos de un mes convocó a más de mil compañeras en el 2do Encuentro de Mujeres Sindicalistas. Relató cómo se resignificaron tras un primer viaje organizado de forma intersindical en 2016 para ir al Encuentro Nacional de Mujeres: “Ninguna se había pensado desde ese lugar; juntas no sabíamos qué éramos. Decidimos ponernos un nombre ese día: así nació ‘Mujeres Sindicalistas’ y así nosotras también decidimos empoderar a una de nosotras como referente para que sea la voz de todas, que es Vanesa Siley”, dijo mencionando a la secretaria general del Sindicato de Trabajadores Judiciales y candidata a diputada por Unidad Ciudadana. “Cuando nace ‘Mujeres Sindicalistas’ nosotras decidimos que haya un nuevo concepto de lo que es la militancia sin encorsetarnos sólo en las secretarías de género: que podamos ir más allá. Somos mujeres, y nos reivindicamos como trabajadoras y como sindicalistas.” La compañera de curtidores resaltó que necesitamos las dos herramientas, la gremial y la política, para luchar tanto desde la calle como desde el Congreso Nacional.

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27: Un punto que es punto y aparte para el sindicalismo

En el 2do Encuentro de Mujeres Sindicalistas, las referentes de cada gremio entregaron a sus respectivos y respectivas Secretarios/as generales el punto 27, que introduce la perspectiva de género al programa fundacional de la CFT. “El programa nació con 26 puntos e incorporamos el punto 27″, dijo Romero abriendo una mención que completó Lázzaro: “Al modelo de país que queremos, le faltábamos nosotras, y por eso nació el punto 27; el movimiento obrero tiene que interpretarse desde una perspectiva de género”.

Tampoco faltaron las referencias al contexto de lucha que debe encontrar al movimiento obrero organizado y en defensa también de la implementación de programas y políticas públicas en el marco de la Ley 26.485 /2009. «Esas políticas de Estado nos tienen que encontrar con programas y con presupuesto. Lo que vemos hoy es que le están sacando presupuesto a esos programas», expresó Romero. » Los únicos que desaparecemos cuando desaparece el Estado, somos nosotros, los trabajadores. Para eso estamos nosotras que estamos acostumbradas a dar pelea. Pero para eso necesitamos estar convencidas”, fueron las palabras de Lázaro que dieron cierre a la mesa debate y abrieron el espacio más rico de todos: la hora del taller, el momento de encuentro entre mujeres de cada territorio para confrontar, compartir y construir entre todas las referentes de seccionales una mirada distinta para la gremialidad de APINTA.

Mañana, segunda y última jornada de este primer encuentro, se conocerán las conclusiones y propuestas colectivas de las mujeres de APINTA, y se difundirán indicadores de género de las poblaciones tanto del gremio como del INTA.

Prensa de APINTA: Claudia Vidal prensa@apinta.grg

Redacción: Georgina Lucesoli (APINTA Capital Federal)

Fotografía: Paula Aguilera (APINTA Capital Federal)

 

 

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