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CONFEDERAL CGT / «Si no hay respuestas del Gobierno, hay que avanzar en un plan de lucha»

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Finalmente, después de días previos muy hablados, se llevó a cabo un Comité Central Confederal de la CGT sin sobresaltos, en donde la decisión principal pasó por  otorgar al Consejo Directivo el mandato para que continúe con las negociaciones con el Poder Ejecutivo. De no existir una respuesta favorable para los trabajadores se lo facultó para que pueda avanzar en medidas de fuerza en el futuro.

El diagnóstico común fue crítico con las políticas del Gobierno nacional respecto al mundo del trabajo. Con un mayor o menor tenor las intervenciones apuntaron a la precarización del empleo, a la pérdida de poder adquisitivo, a los tarifazos y a los cambios en los convenios colectivos con el que busca avanzar el Poder Ejecutivo. También hubo una mención destacable, en el caso de Juan Carlos Schmid, de revitalizar el diálogo de la conducción nacional de la CGT con las delegaciones regionales. La intervención de Ruben Lafuente, dirigente de molineros y integrante de la Corriente Federal de Trabajadores también apuntaló esa propuesta de un mayor protagonismo e interacción de las delegaciones regionales con la conducción nacional.

El Confederal se realizó en el Teatro Empire del gremio ferroviario La Fraternidad, a metros del Congreso de la Nación. Contó con una asistencia amplia donde la principal novedad pasó por el regreso a la discusión interna de la CGT del  Movimiento Acción Sindical Argentino (MASA) donde militan, entre otros gremios, el de peones de taxi, Luz y Fuerza y telefónicos.  La ausencia más notoria fue la de Pablo Moyano. Sin embargo, pese a ello, en líneas generales hubo una valorización positiva por la confluencia de diferentes espacios bajo el mismo techo cegetista.

La Corriente Federal de Trabajadores dio el presente interviniendo en el debate marcando una posición muy crítica frente a las políticas del Gobierno nacional. Intervinieron en el debate Sergio Palazzo (bancarios), Ruben Lafuente (molineros) y Carlos Minucci (personal superior de las empresas de energía).

Palazzo expresó a su turno “compartir el diagnóstico”  realizado por otros dirigentes, aclarando que  “el tema son los tiempos” en referencia a la necesidad de pasar a la acción más rápidamente frente al avance de las políticas del Poder Ejecutivo sobre el empleo y los derechos laborales.

Las condiciones objetivas para decretar una medida de fuerza que se discutieron en el Plenario de Ferro siguen plenamente vigentes” afirmó. Advirtió, además, sobre el “incumplimiento serial” de las promesas del Gobierno.

Estoy de acuerdo con que haya una ronda de diálogo, sería una insensatez lanzar una medida antes del 22 de octubre porque seríamos tildados de atentar a la gobernabilidad en medio de un proceso electoral. Lo cierto es que el diálogo tiene que tener respuestas” lanzó el referente bancario.

Si no hay respuestas después del 22 otorgamos  facultades al Consejo Directivo para que haya un paro nacional como un inicio de un plan de lucha para que este Gobierno cambie su política económica y social y empiece a respetar del mismo modo a los trabajadores que al sector empresario que es su clase” arremetió.

Rubén Lafuente, de molineros, destacó una propuesta de acercamiento de la CGT a las delegaciones regionales recordando que en muchos casos las delegaciones no coinciden ni el diagnóstico ni en la acción con las conducciones nacionales.

Para finalizar afirmó: “Después del 22 de octubre tenemos que tener una postura más activa. Molineros va a apoyar todo lo que sea confrontar con este Gobierno”.

También Carlos Minucci intervino narrado la crítica situación en el sector energético y los tarifazos para terminar coincidiendo en otorgar el mandato al Consejo Directivo para llevar adelante las medidas necesarias tras las elecciones de no haber respuesta satisfactoria a los reclamos de los trabajadores.

Una conclusión rápida indica como dato positivo la presencia mayoritaria de gremios dentro del Confederal y la perspectiva de una unidad de cara al futuro. Es cierto que aún sin el sustento programático necesario una CGT que pueda congregar a la mayoría de los gremios es un dato positivo por el volumen política que pueda lograr de cara a debates inminentes como la reforma laboral y previsional.

La otra conclusión es que no varía sustancialmente la situación la postura de la CGT de cara al futuro más próximo de lo que se venía realizando en los últimos meses. Fue un Confederal sin grandes sobresaltos ni definiciones, en una pausa que habrá que ver cuanto tiempo se extiende.

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