Inicio / Gremiales / SUMCRA (Motoqueros) / «Tenemos que cambiar la idea de que esto es una changa, somos trabajadores»

SUMCRA (Motoqueros) / «Tenemos que cambiar la idea de que esto es una changa, somos trabajadores»

Día a día son miles los motoqueros que salen a la calles a realizar servicios de mensajería o delivery en una actividad de enorme precarización laboral. El Sindicato Unico de Conductores de Motos (SUMCRA) viene trabajando en la regularización y en mejorar las condiciones laborales. La organización a nivel nacional, las principales demandas, las dificultades, la irrupción de las aplicaciones, todos esos temas fueron tratados en una entrevista con Nicolás Morrone, referente del SUMCRA en la provincia de Buenos Aires e integrante de la conducción nacional. 

 

Nicolás Morrone

SF: ¿Cómo es la historia del SUCMRA? ¿Cuánto tiempo hace que vienen trabajando y cuál es el origen de la construcción?

NM: Venimos trabajando en la provincia de Buenos Aires hace unos siete años tratando de mejorarle las condiciones laborales a nuestros compañeros. Los motoqueros estamos sumamente precarizados, no tenemos aportes, obra social, ART. Con el sindicato intentamos mejorar nuestras condiciones de trabajo y poder mediar con las patronales para que se cumpla la ley.

En Buenos Aires estamos en Avellaneda, San Martín, Vicente López, en La Cava (San Isidro), entre otros lugares. A nivel nacional estamos en 13 provincias. Hay un laburo muy grande en Rosario con una cooperativa que anda muy bien, en La Pampa, San Juan, Salta, Entre Ríos, Córdoba, estamos en Mar del Plata. Motoqueros hay en todo el país. Somos un gremio chico pero tratamos de ir a cada pizzería, de llegar de boca en boca. Vamos, hablamos con los laburantes, presentamos un planteo de requisitos al local para mejorar las condiciones de trabajo. Hay que agrupar a los compañeros porque esto va a seguir creciendo. Hay muchas empresas como en algunas pizzerías y pymes donde sabes que no se puede exigir mucho porque se corta el laburo. No pueden afrontar las cosas que les pedimos, por eso bajamos un poco, pero el objetivo siempre es obtener una mejora para los compañeros.

En períodos de crisis las empresas lo primero que recortan es la mensajería o el delivery… 

Somos lo primero que cortan. Usan al cadete que está adentro para que haga los trámites o lleve los pedidos. Además te pagan por pedido y no por hora. Cuando vamos a las grandes cadenas de pizzerías o de mensajería vemos mucho desprecio por el trabajador. Piensan que es una changa o que somos subocupados, pero con esto le damos de comer a nuestras familias. Esa idea es la que tenemos que cambiar.

¿Se siente la «competencia» con quienes trabajan a través de las aplicaciones?

La uberización del trabajo está super presente. No estamos en contra de quienes trabajan en esas aplicaciones sino de que las multinacionales no cumplan las leyes y exploten a los compañeros. Al que no le alcanza, si tiene un auto se pone un Uber. En nuestro rubro pasa lo mismo. Hubo algunas facilidades para comprar motos, que en general duran poco porque las que están en el mercado duran menos, entonces el que necesita plata se sube a la moto a laburar. Es peligroso porque si no sabes manejar bien o no conocés la calle te das un palo. Hay más motos del trabajo que verdaderamente hay. Las aplicaciones suelen pagar la mitad de lo que nosotros cobramos. Lo que les decimos a quienes están con eso es que van a tener que cambiar las ruedas y hacerle mantenimiento a la moto, lo cual es un gasto importante y no les alcanza.

¿Cuántas son los trabajadores motoqueros?

60 mil somos los que entramos a diario al microcentro. Esto antes de las aplicaciones, ahora se debe haber duplicado. Tenemos un censo que dice que también tenemos un muerto por día. Después de muchas horas, manejar te exige más concentración, en ese segundo de distracción o de cansancio viene el palo.

Termina siendo uno de los oficios más peligrosos que hay. No sólo por el peligro de la calle sino por la explotación y la exigencia de los que contratan.

Somos «donantes en potencia» me dijo alguna vez un abogado. Falta legislación. En algunos municipios hemos redactado ordenanzas para permitir el tránsito libre y libre estacionamiento, que se impulse un censo de los trabajadores en moto. Que los compañeros hagan cursos de vialidad y de manejo, que sepan hacer RCP.

Encima de todo eso cargamos con la estigmatización, somos los «motochorros». Venimos del 2001 bautizados por Bonasso como «la caballería del pueblo». Los que entramos a la Plaza, nos bancamos la policía, contra los caballos, nos aplaudían. Ese cambio fue en pocos años, de un extremo al otro.

SF: Como siempre, la lucha es por los derechos.

Queremos que nos acepten como trabajadores, no como changarines o ganándonos un mango. Ni siquiera pertenecemos a la economía popular. Muchos no tienen monotributo o los pagaron y luego dejaron de hacerlo. Necesitamos aportes o algún tipo de sustento previsional. Eso como primer paso. Luego que las empresas nos contraten como corresponde. Poder tener vacaciones, aportes, como cualquier laburante.

Se alinearon rápidamente en estos años con la Corriente Federal. Hay otras organizaciones del gremio que no tuvieron las mismas iniciativas.

Cuando se crea la Corriente nos encolumnamos atrás de ellos porque fueron quienes se le plantaron al macrismo. Nos sentimos identificados por esos sindicatos. Nos abrieron el espacio a pesar de que no tenemos la personería, participamos de las mesas político sindicales, estamos en la juventud de la Corriente, en las distintas regionales.

Hacia adentro del sector tenemos las puertas abiertas y la intención de dialogar con todos, defendemos a los laburantes que están todos los días en la calle. Somos la continuidad del SIMECA, la caballería del pueblo y los trabajadores. Cuando nosotros estábamos afuera del Congreso contra la reforma laboral ellos estaban con Triaca, con Macri, hasta tienen fotos.

¿Cómo ves esta nueva etapa de la Argentina?

Participamos en la campaña electoral, estuvimos en el Frente de Todos. En San Isidro pudimos meter dos concejales que ya están trabajando. La reconstrucción va a ser ardua. Hay que bancar este momento de transición en el que somos el gobierno pero no tenemos el poder.

En cuanto a nuestro trabajo es importante que nos escuchen. En las calles de Buenos Aires hay mucho que corregir, en el interior mucho más.

Comentarios

comentarios

Visite también

Banco Nación

Asamblea en defensa del Banco Nación con fuerte apoyo gremial

Participaron del acto que se realizó en el hall del Banco Nación el triunvirato de …