Corriente Federal de Trabajadores
El ministro de Economía, Martín Guzmán, detalló las condiciones para la reestructuración del endeudamiento externo.
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La puesta en escena para comunicar la propuesta de reestructuración de los 70 mil millones de dólares fue todo un dato político. Allí estuvieron el presidente Alberto Fernández, todos los gobernadores y los titulares de la Cámara de Senadores y Diputados, Cristina Fernández y Sergio Massa.
En ese marco, Martín Guzmán fue el encargado de dar los detalles de la propuesta para los bonistas de títulos bajo legislación extranjera. Allí precisó que buscará un plazo de gracia de tres años para comenzar los pagos, es decir hasta el 2023, y una sensible baja en los intereses del 63% que redundaría en un ahora de 37.900 millones de dólares. A ello también una quita en el capital del 5,4%, 3.600 millones de dólares más.
Guzmán reiteró que «es insostenible» para la Argentina afrontar los pagos en las condiciones actuales. “Hoy no podemos pagar la deuda, tenemos la voluntad de hacerlo, pero no tenemos la capacidad“, remarcando que tiene ser «sostenible en el tiempo» el pago de la misma. Durante el macrismo el endeudamiento externo creció 100 mil millones de dólares, un monto aproximado a la fuga de capitales que hubo en el mismo período.
“Querer forzar pagos de deuda insostenible significaría una carga aún mayor. Significaría condenar a millones más a la pobreza, al desempleo, a la pérdida de oportunidades y sueños”, dijo Guzmán, e insistió en que “necesitamos un alivio que nos permita crecer y así poder pagar. Tomaremos un compromiso que podamos cumplir”.
La propuesta concreta para los bonistas se realizará este viernes, estableciendo un plazo de 20 días para la respuesta. «Va a haber gente jugando muy fuerte en estos días. Hay mucho en juego. Y los que quieren que la Argentina pague más a costa de más ajuste van a ser sonar fuerte su voz. Por eso va a ser muy importante como sociedad el compromiso de todos juntos para estar unidos sobre esta oferta, porque es fundacional para la recuperación y un desarrollo sano de la Argentina», advirtió Guzmán. Algunas operaciones sobre el denominado contado con liqui y los posicionamientos de algunos medios de comunicación van dando señales.
El Gobierno argentino tenía dentro de sus prioridades renegociar el endeudamiento externo al asumir el 10 de diciembre. La imprevista y tan abrupta como profunda pandemia de coronavirus generó un desbarajuste global y local en la economía.
Si la deuda era impagable en las condiciones previo a la pandemia, hoy es imposible. El Gobierno afronta una crisis para la cual requiere recursos para la transición así como para el escenario de reconstrucción pospandemia. De allí el período de gracia de hasta el 2023. Crecer para poder pagar.
La propuesta ya fue realizada. En unas semanas se sabrá si existe una reestructuración ordenada o una cesación de pagos y el peligro de sobrevuelo buitre en el horizonte. La muestra de unidad política con gobernadores de la oposición y de algunos que se mueven en un zona gris ha sido muy importante. No es para menos. Una parte importante del destino argentino en los próximos años se juega en esa pelea.
