Corriente Federal de Trabajadores
El Instituto Nacional de Estadísticas Censos (Indec) dio a conocer los datos sobre la evolución del empleo correspondiente al segundo trimestre de 2020. Previsiblemente, el desempleo subió de 10,4% a 13,1% en una medición que alcanzó los meses de mayor confinamiento por la pandemia de Covid-19.
No debería sorprender a nadie, pero aún así los números no dejan de impactar. El desempleo alcanzó al 13,1% de la población económicamente activa del país según la medición realizada por el INDEC sobre los meses de abril, mayo y junio. La cantidad de desempleados es de 1,4 millones de personas según el informe. A su vez, la subocupación (en aquellos que buscan tienen un empleo pero buscan otro) fue del 11,6.
La Tasa de Actividad pasó del 47,7% al 38,4%, entre el primer y segundo trimestre, lo que muestra un escenario muy complejo. Con un número de desempleados o trabajadores sin actividad que incluso puede ser mayor al 13,1%.
En relación al mismo trimestre de 2019, la población económicamente activa bajó en más de 2,5 millones de personas. Era de 13.511.000 en primer trimestre de 2019, fue en el mismo período de 2020 de 10.983.000. Puede ser no considerados desempleados, pero evidentemente hay una franja considerable de que recibieron el impacto de la cuarentena superpuesta sobre el estallido del modelo económico macrista.
El aumento es consecuencia directa de la pandemia y de las necesarias medidas de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio para evitar un contagio descontrolado de Covid-19 en la población. Como suelen valorar los funcionarios del Gobierno nacional, también recurrentemente Kicillof, fue un período donde el confinamiento sirvió para mejorar rápidamente al sistema de salud y que cuenta con una mayor capacidad de asistencia.
Para dimensionar el contexto de la caída, el retroceso económico fue para ese trimestre del 19,1% informó el INDEC. Como viene ocurriendo, muchos seguramente, criticarán como erradas la medidas de aislamiento con esta idea de la «cuarentena eterna». Pero al comparar con otros países que tomaron políticas sanitarias de otras características, sin cuarentena o más moderadas que la que inicialmente tomó la Argentina, el común denominador es la caída de la economía. De Brasil a España, del Reino Unido a Estados Unidos, todos registraron un retroceso estrepitoso.
“El impacto en la tasa de empleo no fue homogéneo entre las distintas categorías ocupacionales. En particular, fue más signicativo en asalariados sin descuento jubilatorio, en trabajadores por cuenta propia y en trabajadores de establecimientos privados”, detalla el informe del INDEC. Una excepción es los trabajadores de los diferentes estamentos del Estado donde no hubo despidos y se mantuvo la continuidad de las tareas.
“Tomando en consideración la rama de actividad de la ocupación principal, la caída fue proporcionalmente más intensa en los sectores Construcción, Hoteles y restaurantes y Servicio doméstico”, agrega el informe.
Vale destacar que desde los funcionarios del Gobierno nacional plantearon desde el comienzo de la pandemia que el escenario económico iba a sufrir un deterioro. La aspiración fue aminorar esa caída, para lo cual se tomaron medidas como el programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), el Ingreso Familiar de Emergencia, baja en las cargas sociales y créditos a tasas bajas, entre otras iniciativas.
DETALLES DEL INFORME
Como decíamos líneas arriba, el período analizado corresponde a la etapa más dura de la cuarentena. Según el INDEC “las personas que no pudieron concurrir por suspensiones, otras causas laborales y licencias alcanzaron al 21,1% de los ocupados, cuando el igual trimestre de 2019 esta proporción era de 2,6%”.
Con los despidos prohibidos por decreto y la doble indemnización vigente para los casos de cesantías sin causa justa, una salida que tomaron muchas actividades fue la suspensión en base al artículo 223 bis de la Ley de Contratos de Trabajo. El que tomó mayor trascendencia fue el que firmó la CGT con la Unión Industrial con un piso salarial (o recorte, según el punto de vista) del 75%. Muchas organizaciones hicieron acuerdos similares, algunos con números más bajos, otros por arriba de esa cifra.
El informe agrega que “también se incrementó significativamente el número de personas que realizó el trabajo desde su vivienda. Este indicador pasó de representar el 6,5% de los ocupados en el primer trimestre a constituir el 22,0% de los ocupados en el segundo trimestre de 2020”. Entre otras cosas, esta situación aceleró la sanción de la Ley de Teletrabajo en el Congreso nacional, con un gran impulso sindical, que comenzará a regir 90 días después de finalizada la pandemia.
JÓVENES Y MUJERES, LOS MÁS AFECTADOS POR EL DESEMPLEO
Como suele ocurrir en todas las mediciones, las jóvenes y las mujeres en particular suelen ser las más afectadas por el desempleo. En los números totales, el desempleo en las mujeres es del 13,5% y de los varones 12,5%.
Donde existe una diferencia muy significativa es en las mujeres entre 14 y 29 años, donde alcanza el 28,5% mientras que para los varones es del 22,6%.
EL DESEMPLEO SEGÚN REGIONES
La región más afectada es la Pampeana (sin contar AMBA) con un nivel de desocupación del 16,7% y subocupación del 10,2%. La sigue el Gran Buenos Aires con 13,2%; Cuyo 11,4%; Patagonia 10,0%, Noroeste 9,1% y Noreste 7,2%.
En cuanto a los centros urbanos, la ciudad con el nivel más alto de desempleo es Mar del Plata con un alarmante 26%, muy por encima de la media. La ciudad costera suele ser el distrito con mayor nivel de desocupados en las mediciones a lo largo del tiempo. Suele salir en alguna forma ocasional del primer puesto, pero siempre está en el podio.
Los otros distritos con mayor desempleo son Ushuaia, Río Grande 22%, Gran Santa Fe 20,3%, Gran Córdoba 19,1% y Gran Rosario 17,9%.
LEONARDO MARTÍN
