Corriente Federal de Trabajadores
Mario Almirón es el secretario general del Sindicato Argentino de Docentes Particulares (SADOP), gremio que participa activamente de la Corriente Federal de Trabajadores. Como buen docente, en su caso profesor secundario, explica con mucha claridad su visión del presente político económico para el que no ahorra críticas sobre el macrismo. Entre otros temas habló de la situación de los docentes privados, de la necesidad de un paro nacional y planteó que se debe generar “una vertebración política que transforme a la sociedad profundamente” pensando en un esfuerzo común entre diversos sectores afectados por las políticas del macrismo.
Mario Almirón analizó en una entrevista para Sindical Federal el presente político-económico que atraviesa nuestro país. En un año donde se registra una pronunciada caída del poder adquisitivo y donde las políticas oficiales apuntan a profundizar en esa dirección, Almirón hizo un análisis demoledor con el macrismo. Pero también expresando la necesidad de ofrecer y trabajar en una propuesta alternativa con otros sectores de la sociedad afectados y con la articulación de una clase política que aún no ha estado a la altura de las circunstancias.
Vale aclarar que la entrevista con Mario Almirón se hizo en la previa a la numerosa marcha convocada por la Corriente Federal, las CTA y diversas organizaciones sociales en repudio al tarifazo. Allí le preguntamos sobre su opinión sobre el modo en que el Gobierno nacional convocó a esas audiencias y la legitimidad de las mismas:
“La audiencia no debe ser sólo una instancia formal, administrativa, de trámite para convalidar las resoluciones que luego permiten el tarifazo, sino que debe ser un acto en donde podamos expresar la posición más desde el campo popular, desde los sindicatos y desde los trabajadores. Nosotros la verdad creemos que cuando la Corte Suprema de Justicia anuló el anterior tarifazo, me estoy refiriendo concretamente al fallo que todos conocemos, lo hizo por razones más bien formales que tienen que ver con lo procedimental, son cuestiones que hacen a la forma más que el fondo y entonces lo que el Gobierno ahora está intentado hacer es darle formalidad a un acto que para nosotros sustancialmente es injusto, es ilegítimo. Mientras no nos permitan a los trabajadores discutir salarios, mientras no nos permiten reajustar salarios ante la inflación, por otro lado sí le van a permitir a las empresas aumentar tarifas. Para nosotros está claramente desequilibrado, a favor del capital y en contra de los trabajadores.
¿Cómo afectó a partir de los tarifazos como una parte, pero en general, el poder adquisitivo de los docentes en estos casi nueve meses de la gestión del macrismo?
Hay dos cuestiones, nosotros venimos de una historia, para ser objetivos, de salarios no muy altos. La docencia nunca ha tenido salarios acordes a su responsabilidad. No se puede comparar nuestra profesión, que es también un trabajo y una vocación, con otras profesiones que también exigen títulos. Ganamos muy poco los docentes hace mucho tiempo. Ese es el atraso histórico.
Esto se ha agudizado en los continuos meses porque hubo una mega devaluación que implicó más inflación de la que ya había y porque se aplicó un tarifazo que en algunos lugares del país ha sido brutal. Si a nosotros nos permitiesen discutir y acordar los ajustes salariales, aunque no sea el escenario ideal para el aumento tarifario de estas medidas, al menos no perderíamos tanto, pero estamos perdiendo cifras importantes. La Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) ha estimado que nosotros no logramos recomponer el salario para lo que resta del año, vamos a estar perdiendo 12% de poder adquisitivo salarial. Es mucho, hay salarios que son bajos y deteriora una cosa que es intangible, que es más o igual de importante que el dinero que es el prestigio social de nuestra actividad. A nosotros nos saludan para el 11 de septiembre, para el 17 los que somos profesores y realmente uno agradece el saludo pero quisiera que la sociedad toda y el gobierno nacional valoren más la tarea docente ya que está muy desvalorizada en general y el salario no es más que una muestra de cómo se desvaloriza día a día lamentablemente esa tarea.
Da la sensación que la baja salarial general, la transferencia de recursos, el alza de tarifas en beneficio de las grandes empresas son elementos constitutivos de la política oficial. Es difícil el panorama social porque da la sensación que no hay vías de negociación con esta gestión.
Es muy difícil, nosotros lo hemos intentado y lo seguimos intentando por todas las vías. Hemos reiterado nuestro llamado al Gobierno a negociar y el Gobierno no lo hace cuando llegó con el discurso del diálogo y lo contrapuso a un supuesto discurso anterior confrontativo. En la realidad para que haya diálogo tiene que haber al menos tres cosas. Primero tiene que haber intercambio de información de buena fe, yo no sé el gobierno de dónde saca las cifras que dice que la inflación baja todos los días, porque la verdad que no se percibe en el salario, lo percibe en su bolsillo. Acá tiene que haber una disposición a arribar acuerdos, dialogar no es solamente que yo le explique a usted mi posición y usted me explique la suya. Eso es una exposición- disposición porque dialogar es hacer un esfuerzo para que dos razones converjan y ese esfuerzo no está. Lo tercero es que el diálogo supone que yo, que estoy en una posición, debo ceder algo en pos del bien común, de lo general y también el otro debe ceder, de modo tal que quedemos un poco conformes y un poco disconformes. Sí una de las partes queda muy conforme, en este caso el Gobierno, y nosotros muy disconformes, no ha habido diálogo, lo que ha habido es una imposición. La imposición es una característica que está en el ADN de todo gobierno autoritario en la Argentina, entonces mientras el gobierno siga sosteniendo las posiciones que sostiene, en realidad se está transformando en un gobierno de origen democrático pero de ejercicio autoritario.
No es fácil su sostenimiento, yo veo las calles llenas de manifestantes. Me pregunto por la capacidad para autosostenerse en la gestión de este espacio de Cambiemos y el PRO.
Yo tengo exactamente la misma duda que usted. No tengo la respuesta, ojalá la tuviera, si me parece que el Gobierno cometió un enorme error que es con los votos que tenía, que no eran pocos, en vez de ejercer el poder autónomamente desde su perspectiva política, con posiciones que seguramente no son las nuestras y no vamos a coincidir, pero digo ejercer ese poder del voto popular. Creo que en vez de hacer eso le transfirió el gobierno de la Argentina a las grandes corporaciones, a los capitales financieros, al mundo más concentrado de la economía y eso es lo que hoy se va viendo en el país. No están gobernando dirigentes políticos, están gobernando los grandes empresarios. Nosotros creemos que esto está muy desequilibrado y como todo por un principio hasta físico, frente a una acción hay una reacción. Nosotros quisiéramos llamar la atención, con medios menos dañinos para el bien común, no nos gusta hacer un paro nacional, estar todo el tiempo en la calle dificultando el tráfico a la gente pero la realidad es que si no lo hacemos esta política avanza. Nosotros tenemos despidos en el caso de los docentes privados, tenemos situaciones complicadas, frente a esto no tenemos más que expresar la conflictividad. Quisiéramos estar sentados negociando resolviendo problemas, pero el gobierno no tiene ninguna disposición.
¿Usted ve una relación posible o por lo menos en el corto/mediano plazo con la dirigencia política de parte de la dirigencia sindical para poder hacerle más contraste aún a las políticas de gobierno?
El diálogo entre el mundo sindical y el mundo político es difícil. Yo soy profesor de formación de ética y ciudadanía en el secundario y de alguna manera el dictado de mis cátedras ha estado vinculado a las cuestiones democráticas y constitucionales. La verdad que yo pienso imposible una democracia sin partidos políticos fuertes, sin sindicatos fuertes y sin diálogo. Pero bueno a veces del dicho al hecho hay un gran trecho, nosotros esperamos que al menos una parte de la dirigencia política, que creo que hay condiciones para eso, comprenda sobre todo las necesidades de los trabajadores. Nosotros no estamos planteando cuestiones que tengan que ver con lo superfluo con lo accesorio estamos planteando lo elemental, lo básico, la supervivencia. Que un docente en actividad, jubilado, tenga lo mínimo para subsistir con dignidad y me parece que ese planteo la política no lo puede desoír. Tiene que de alguna manera recoger el guante y como ustedes bien plantean, transformarlo ya no solo en denuncia y reclamo sino en propuestas , en acción, en proyectos de ley en debates en el Congreso, en los ámbitos donde naturalmente se dirimen estas cosas porque la calle es un acto simbólico de operación de los trabajadores pero está claro que nuestros problemas concretos no se solucionan solo estando en la calle. Necesitamos que funcione el Congreso, que funcionen los ámbitos institucionales, necesitamos un acuerdo con el sector empresario nacional, necesitaríamos otro marco de diálogo. Mientras eso no se dé, los gremios ejercemos nuestro rol que es expresar el conflicto en esta situación. Es imprescindible que haya una vertebración política que vaya a transformar la sociedad profundamente. Ojalá se den en poco tiempo condiciones que uno hoy no ve tan claras.
De cara al Confederal que ha convocado la CGT para el día 23 de septiembre, se ha escuchado de varios sectores el petitorio de plantear un paro nacional ante el Confederal ¿Cuál es su visión y si crees que es factible que se apruebe el día 23 esta convocatoria?
No sé si hay condiciones para que se apruebe. Sí, nosotros en el caso de SADOP, nos estamos pronunciando hace rato a favor de un paro nacional. De hecho cuando el 22 de agosto en el congreso de Obras Sanitarias nosotros nos retiramos antes, también hubo allí por parte del compañero Palazzo claramente un reclamo que discutiéramos un paro nacional. Un paro que yo creo que debimos haber hecho el conjunto de los gremios ya cuando el Presidente Macri decidió vetar la Ley Anti despidos porque el propio Ministerio de Trabajo, acaban de reconocer 120.000 despidos, me pregunto ¿cuantos más habrá?
Nosotros ya por el problema de los despidos que fueron muchísimos en nuestro país en los últimos meses y del veto a esta ley, en mi humilde opinión, ya deberíamos haber planteado hace rato un paro nacional. Yo sigo sosteniendo que es necesario expresar la protesta y la conflictividad de manera unitaria todos los trabajadores, con un paro nacional. Desde luego esto lo decidirá la CGT, el conjunto de los trabajadores, hay muchas más organizaciones que la nuestra, eso está claro, pero no lo decimos desde un lugar de soberbia, sino de convicción. El sindicalismo es acción y una parte de la acción es estructurar a lo largo y ancho del país un plan de lucha que tenga por objetivo poner límite a esto que ya creo que ni es el Gobierno. Este es el gobierno de los grandes empresarios.
