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LORENZO PEPE / «Todos sirven si el compromiso es la Justicia Social y la grandeza de la Patria»

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Reproducimos un valioso texto escrito por el dirigente Lorenzo Pepe con una vasta trayectoria de militancia sindical y política. Fue dirigente de la Unión Ferroviaria, tuvo una participación activa en la mítica CGT de los Argentinos a fines de la década del `60 llegando, posteriormente, también a ser diputado nacional. Días atrás participó del lanzamiento del Frente Sindical para el Modelo Nacional donde recibió una ovación de la militancia allí presente. Un texto que vale la pena repasar para entender las raíces profundas del peronismo, su historia y porque marcó un antes y un después en la historia argentina. También un llamado a la necesidad de la unidad dentro del movimiento para desplazar a un Gobierno que está trayendo dolor, miseria y angustia al pueblo argentino.

Por LORENZO PEPE

Mucho se ha avanzado desde el peronismo y sus aliados históricos y algunos otros que se han acercado en la unidad para dar la batalla electoral en octubre de 2019.

En efecto, hemos conseguido que muchos hombres y mujeres que sin ser confesos peronistas, apoyaran al Frente Sindical para el Modelo Nacional, según el manifiesto leído el jueves 20 de la semana pasada en el mini estadio del Club Ferrocarril Oeste, donde se llevó a cabo un multitudinario encuentro con los diferentes sindicatos que estuvieron al frente de la organización. Entre ellos se destacaron el Sindicato de Camioneros que preside Hugo Moyano, S.M.A.T.A que preside Ricardo Pignanelli, el Sindicato de Bancarios cuyo Secretario General es Sergio Palazzo y el compañero Omar Plaini del Sindicato de Canillitas. En el momento en el que me hicieron el inmerecido y enorme homenaje de subir al estrado, vi al “Gringo” Héctor Amichetti, Secretario General de la Federación Gráfica Bonaerense amigo del alma, a Hugo Yasky quien es Secretario General de una de las CTA y también a Pablo Micheli que preside la otra CTA y es un hombre joven que nunca ha violado su compromiso con los trabajadores. Todos ellos, más un grupo numeroso de Organizaciones Sociales representativas de Barrios de Pie, Movimiento Evita, entre otros, en fin, las organizaciones que aglutinan a poblaciones sumergidas en la brutal hambruna que ha originado el neoliberalismo que lleva como correlato inmediato el neocolonialismo que habrá que tener en cuenta una vez que el Peronismo se reinstale en el Gobierno Central de la Republica.

Me ha parecido que es bueno recordarlo a Perón y se me viene a la memoria una conversación intimista que tuvo nuestro General con el entonces Presidente Edelmiro J. Farrell, donde le decía: «Vea, aquí se han producido muchas revoluciones de carácter político, pero ninguna de carácter social. Y el problema argentino no es político, es social«. Esto fue dicho hace 70 años y tiene a ojos vista absoluta vigencia. Nos conmueve aún que un visionario de las características de ese estadista que fue Juan Perón, percibiera por dónde pasan las soluciones: ni por lo político y mucho menos por la economía, al decir de él, la Revolución que concretamos nosotros en los primeros 9 años y un poco más, allá por mediados de 1946, del Gobierno de Perón, la transformación más profunda, el cambio más sustancial y más significativo que conociera en toda su historia, no solamente Argentina sino América Latina en su conjunto era la Revolución Social. La Revolución Social tenía un objetivo claro, según decía Perón un 30 de julio de 1944: “Buscamos una Justicia distributirva y opondremos una energía inexorablea la explotación del hombre por el hombre«. ¡Qué frase compañeros y compañeras! El 10 de agosto de ese mismo año, pocos días después de esta frase dijo: “La agitación de masas es un efecto de la injusticia social, el remedio no ha de estar en engañarlas ni en someterlas por la fuerza, sino en hacerles justicia«.  Fíjense ustedes, dicho esto hace tantísimos años atrás, qué enorme vigencia tiene en una etapa que como pocas veces se ha vivido la injusticia social de una manera brutal, sacrílega, avasalladora, prepotente, golpeadora y represora al fin.

Hablar de Justicia Social, decimos nosotros, es hablar de derechos y esto es lo que estamos defendiendo los trabajadores en esta difícil etapa institucional. Fue la Justicia Social a la que se le dio rango constitucional: los derechos del trabajador, de los ancianos y niños, darle derechos civiles a las mujeres y que pudieran votar y ser votadas, permitir el voto a los que eran habitantes de los territorios nacionales y así convertirlos en ciudadanos porque hasta ese momento eran solo habitantes. 

Fíjense ustedes la enorme transformación que fue organizar los sindicatos como columna vertebral del Movimiento Peronista y pasar de 500.000 afiliados a 6.000.000, lo que los hizo beneficiarios de la ley de Asociaciones Profesionales, de Accidentes de Trabajo y Vacaciones Pagas, la ley de Vivienda Obrera, la creación de una Justicia Laboral para que los defendiera, para que los trabajadores fueran defendidos. No nos quedamos ahí, proseguimos de la mano de Perón y de Eva, la Justicia Social se extendió también al terreno de la Educación derramándose sobre todos los habitantes. En el primer año de Gobierno se crearon más escuelas que en toda la historia argentina anterior. ¿De qué hablan estos ignorantes si no conocen la historia? Se incrementaron los fondos para la educación, que pasaron en aquel entonces, de 500 millones de pesos a 3000 millones. La enseñanza universitaria pasó a la categoría de no arancelada, eso lo logró el peronismo. Los radicales hicieron la reforma en 1918, pero no le dieron la gratuidad para que los hijos de los trabajadores, de los obreros, de los humildes, de los que María Eugenia Vidal dice que nacen pobres y morirán pobres, por eso no sirven para nada las universidades del Conurbano.  Frente a eso estamos peleando y es nuestro deber profundizar esta lucha porque es una lucha justa, darles lo que le corresponde a cada uno de nuestros hombres y mujeres del trabajo, sean camilleros o enfermeros en el área de la salud o ferroviarios. ¿Por qué olvidarme de ellos? De ahí vengo, a quienes se les permitió llegar a las más altas jerarquías que la carrera le permitía. Fíjense el cambio en la Universidad, la enseñanza universitaria pasó a la categoría de no arancelada, lo acabo de decir, o sea gratuita, lo que permitió que la población universitaria creciera de 20.000 estudiantes en toda la República a 100.000.

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La Universidad Obrera Nacional que hoy es la Universidad Tecnológica Nacional tuvo verguenza hace dos años de recordar que nosotros la fundamos en la década del `40. Las escuelas de aprendizaje y las capacitación daban un espacio que antes se les había negado a los trabajadores de menores recursos. También esto se revirtió.

Además, a través de la Fundación Ayuda Social María Eva Duarte de Perón, se solucionaban las necesidades más urgentes de nuestro pueblo. Evita decía de la Fundación que era una obra de amor que intentaba «reparar un siglo de injusticia».  La prevención era una de las tareas principales llevadas adelante con el asesoramiento del Ministro de Salud, el emblemático, el único y gran sanitarista que tuvo la República, Don Ramón Carrillo. La creación de policlínicos modelos, el de Lanús, Avellaneda, Ezeiza y Catamarca. El Hospital Escuela José de San Martin, Hospital de Clínicas, también lo fundamos nosotros y los hogares de ancianos, hogares escuelas, hogares de tránsito, unidades turísticas, entre ellas la de Chapadmalal y la de Río Tercero, la ciudad estudiantil, la República de los Niños, el Hogar de la Empleada, los barrios completos como el de Saavedra o el de Ezeiza y el tren sanitario que recorría las provincias del interior del país llevando a los pueblos más alejados a un grupo de médicos y de enfermeras y los medicamentos necesarios. Estas son algunas de las infinitas obras que el Peronismo realizó en procura de alcanzar ese objetivo sagrado para todos nosotros como es la Justicia Social.

Estas son solamente algunas de las obras realizadas por la Fundación para hacer llegar la Justicia a la mayor cantidad de personas posibles. Esto ha sido, es y será el peronismo y este debe ser el programa, entre otras cuestiones tan urgentes, colocadas en la propuesta a nuestro pueblo. 

No nos demoremos más compañeros, faltan meses pero hay que ponerse de acuerdo y hay que decirle a la gente lo que estamos dispuestos a hacer y acá está dicho. Yo no lo he inventando, lo he estudiado nada más y todo está escrito en cualquier libro de la historia contemporánea de Perón y Eva. 

Apurémonos, hagamos nuestra propuesta programática para que no haya un solo ciudadano que se equivoque al colocar su voto. Que no sigan con esta mentira de que lo peor ya pasó. Compañeras, compañeros y amigos: con todo el dolor del alma les digo que lo peor está por venir, a ver si se entiende, lo peor de lo peor lo tenemos en las narices y está por llegar. Hagamos un esfuerzo, juntémonos y si es posible vayamos unidos, y si no es posible ir unidos vayamos a una elección en la que todos, ellos y ellas, puedan participar. Todos los candidatos que quieran, para salir con uno que junte la voluntad mayoritaria, absoluta y aplastante sobre este grupo de sátrapas que no solamente han mentido sino que han descalificado. Que el mejor pobre para ellos es el pobre muerto o el chico famélico que pide de comer. Nosotros somos otra cosa, somos la esperanza, la vida, el futuro y la grandeza de la Patria. ¡Viva Perón carajo!

Y pido disculpas que después de este brote de bronca vuelva a la sabiduría de Juan Perón, fíjese cada uno de ustedes y si tiene algún joven amigo que tiene simpatía por el Movimiento Nacional por antonomasia como es nuestro Movimiento Peronista, hágale leer lo que Perón les dejó escrito en 1948 a los jóvenes del año 2000: “La juventud argentina tiene una tremenda responsabilidad frente a lo que está pasando en el país, su deber frente a esa responsabilidad debe impulsarlos a unirse y organizarse. Solo una generación sólidamente unida y organizada podrá hacer frente a la lucha que presupone la liberación de la Patria y de su pueblo. Los jóvenes argentinos tienen el inalienable derecho de hacer porque han de ser ellos los que han de gozar y sufrir de las consecuencias del quehacer actual. Demasiados muertos, encarcelados y proscriptos nos reclaman el cumplimiento de ese deber. Tenemos la oportunidad histórica que la situación nos brinda y la juventud no debe desentenderse de lo que representa su propio destino”.

No quiero finalizar este largo análisis sin hacer una exhortación que nace de lo más profundo de mis sentimientos, pero también de mis convicciones. Todos aquellos argentinos y argentinas que quieran esta República como la queremos nosotros y no avergonzarse cuando algún “descocido” trata de patriotero a quienes hablan de la Patria, nosotros lo hacemos y lo hacemos con orgullo. A todos ellos, aunque no sean Peronistas, les decimos: Que vengan a vernos. En cada ciudad y en cada pueblo hay una Comisión trabajando Pro Unidad de los Nacionales para rescatar a la República de la tragedia enorme en la que ha sido sumida. No hay que pedir “análisis de sangre” y mucho menos recuento de glóbulos rojos, todos sirven si el compromiso es la Justicia Social y la grandeza de la Patria.

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