Corriente Federal de Trabajadores
Por Héctor Amichetti*
El absolutismo español era la maldita peste que nos afectaba en ese momento. Una oportunidad excepcional (la invasión de Napoleón a España) nos ofreció la oportunidad de comenzar a combatirla.
Y como siempre, fueron los hombres y mujeres del pueblo los que prendieron la mecha… aquellos “chisperos” que se plantaron para impedir que las cosas se hicieran a medias con el fin de que nada cambiara.
Recordemos en primer lugar a Domingo French, Antonio Berutti, a “Pancho” Planes, Buenaventura Arzac, Agustín Donado, entre otros, que utilizaron los métodos necesarios para “persuadir” a los miserables enemigos eternos de las causas populares.
Al compañero gráfico Agustín Donado hay que reconocerle su operativo estratégico desde la Imprenta de los Niños Expósitos, imprimiendo las invitaciones para la reunión del Cabildo y direccionando unas cuantas para el lado de los laburantes, de los pulperos, los artesanos.
Si en el Cabildo se expresaba únicamente la voluntad de la parte “sana” de la sociedad estábamos sonados.
Así y todo hubo que apretar en los alrededores de la plaza a punta de pistola y cuchillo a algunos cobardes entregados que no estaban dispuestos a votar bien. Varios de ellos decidieron volver a sus hogares.
También hay que valorar a unos cuantos suboficiales y oficiales patriotas que contribuyeron a impedir el continuísmo del nefasto Virrey al frente de una Junta de Gobierno trucha
¡Bravo por Moreno, Castelli, Belgrano, el Padre Grela, Chiclana y algunos otros por ser consecuentes con los ideales del pueblo!
Lo que ocurrió el 25 de Mayo no fue un acontecimiento sencillo, como no lo fueron tampoco el 17 de octubre y toda la larga historia de de resistencia peronista.
Como el referente más lúcido e influyente de la Junta tuvimos a Mariano Moreno y su “Plan de Operaciones” que contemplaba la redistribución de la riqueza y acabar con los abusos corrompidos sin sentir contemplación por los antiguos déspotas, al punto de ordenar cortar sus cabezas si fuera necesario.
Don Manuel Belgrano, un gran precursor de la industria y el trabajo nacional y abanderado, además, de la educación popular, no tuvo ninguna vacilación en ponerse al frente de una expedición militar con muy pocos soldados, con el objetivo de llevar los principios de la revolución desde el Río de la Plata por todo el litoral argentino hasta Asunción del Paraguay.
Otro fervoroso y valiente revolucionario como Juan José Castelli encabezó la expedición al Alto Perú, aplastó a los enemigos en Córdoba y avanzó hacia Chuquisaca, Potosí y otras regiones en las que un año antes se había visto frustrada la revolución.
A su marcha iba decretando la Justicia Social: el fin de la servidumbre indígena, reparto de tierras e igualdad de derechos políticos para los criollos hasta entonces discriminados.
¿Quiénes colaboraban con la causa revolucionaria?
Mientras los más humildes del pueblo se sumaban a las filas expedicionarias, donaban sus caballos y parte de las pocas pertenencias personales que tenían, los ricos mercaderes porteños largamente beneficiados por el monopolio comercial y control del puerto de Buenos Aires, comenzaban a conspirar para acabar con semejante transformación populista.
Antes de que termine el año 1810, Mariano Moreno ya había sido desplazado de la Junta y enviado en misión diplomática a Europa. Lo envenenaron en ultramar para que nunca más pudiera regresar.
A Belgrano lo obligaron a volver a Buenos Aires e intentaron procesarlo por sus derrotas en Paraguay.
A Castelli lo sometieron a un absurdo e irrazonable juicio luego desestimado, aunque él ya había muerto a causa de un cáncer de lengua. Antes de morir escribió: “Si ves al futuro, dile que no venga”.
Pero como el futuro es inevitable, hacia él fuimos a partir de aquel 25 de Mayo de 1810 y así se escribió nuestra historia patria, con tibios y moderados, con tiranos y cipayos vendepatrias, pero también con infinidad de valientes patriotas y una multitud de héroes y mártires que nos empujan a seguir luchando.
Hasta conquistar definitivamente Soberanía, Justicia y Libertad.
¡Viva la Patria!
(*) Secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense y referente de la Corriente Federal de Trabajadores-CGT
