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Reducción de la jornada laboral, dos miradas desde las Mujeres Sindicalistas

Alejandra López, titular del Sindicato de Docentes Privados de la Ciudad de Buenos Aires, y Ana Laura Ruggiero, referente de la Asociación No Docente de la Universidad de Avellaneda, ambas integrantes de Mujeres Sindicalistas de la Corriente Federal profundizaron el debate sobre la reducción de la jornada laboral.

Las Mujeres Sindicalistas de la Corriente Federal de Trabajadores de la CGT se encuentran en la elaboración del cuarto cuadernillo de formación sindical junto al Centro de Estudios Atenea. Tras profundizar en la tercera edición con la economía del cuidado, en este caso será sobre un tema que está en la agenda del mundo del trabajo: reducción de la jornada laboral.

La legislación argentina establece, desde 1929, una carga horaria de 48 horas semanales que diferentes proyectos en el Congreso nacional buscan reducir. Los argumentos son variados, mejorar la calidad de vida de los trabajadores y trabajadoras, argumentando que los casos en donde se implementó creció la productividad, se redujeron los accidentes laborales y el ausentismo, entre otros aspectos.

En el programa En qué nos Parecemos, Vivian Elem entrevistó a dos de las integrantes del espacio de Mujeres Sindicalistas que profundizaron sobre el tema. Alejandra López, secretaria general del Sindicato de Docentes Privados (SADOP) de la Ciudad de Buenos Aires, y Ana Ruggiero, titular de la Asociación No Docente de la Universidad Nacional de Avellaneda (ANDUNA), repasaron los principales aspectos.

Vivian Elem: Cuánto trabajo y cuánto crecimiento el de Mujeres Sindicalistas. Están actualmente trabajando en la implementación, en la gestión de los trabajos de cuidado, que fue el tema del tercer cuadernillo, y también están elaborando el cuarto con un tema difícil como es la reducción de la jornada laboral.

Alejandra López: Sí, yo retomo lo que vos decías. El nacimiento y la resignificación de este espacio de Mujeres Sindicalistas. El tiempo que ha pasado has dejado en evidencia que no fue un simple instrumento, sino que fue una hermandad y una construcción colectiva de las mujeres organizadas colectivamente en cada sindicato. Al tercer cuadernillo lo agarró la pandemia, lo que no impidió su presentanción en muchos lugares del país aprovechando herramientas como el Zoom y el Meet. Lo hicimos de esa manera, no viajando como en el caso del primero y el segundo cuadernillo. Y hoy estamos trabajando el cuarto cuadernillo que es sobre la reducción de la jornada laboral. Un tema que es añejo y que aparece nuevamente en la agenda y nosotras estamos convencidas que se puede implementar sin perder salarios, es posible trabajar menos y mejorar nuestra calidad de vida.

Comenzamos desde Mujeres Sindicalistas, desde la Corriente Federal de Trabajadores, a escribir, investigar, relevar y también a recopilar experiencias junto al Centro de Estudios Atenea. Experiencias de nivel internacional y también experiencias de algunas organizaciones sindicales hermanas que han tenido una reducción de la jornada laboral. Por ejemplo, lo que sucedió con SECASFPI en ANSES, trabajadores del subte o de empresas de energía en el caso de APSEE. Y nosotras entendemos realmente que la mirada de las trabajadoras es de enorme importancia dentro del movimiento obrero y dentro de la sociedad en su conjunto. Y para rever claramente y poner énfasis en los impactos que implicaría esta reducción de jornada laboral que a veces puede ser semanal o a veces de horas, que uno la está pensando por sectores, donde se definiría en su ámbito y en su convenio colectivo de trabajo, pero analizando cual es el impacto que tiene en el conjunto de las trabajadores y las trabajadoras en especial. Creemos que reduce el nivel de alienación, el nivel de estrés, la sobre exigencia y también genera un aumento del consumo. Porqué el tiempo libre, ese tiempo libre, entre comillas, que queda, que nos permite mejorar la calidad de vida de cada uno, disfrutar de la familia, de la vida propia.

VE: Parte de la vida es la recreación y se ha eliminado

AL.: Yo iba a decirte exactamente lo mismo. Con todo el capital y todo el nivel simbólico que tiene el ocio para el ser humano, de disfrutar la vida libre, el ocio, la recreación junto a su familia.

VE: Claro, es decir, el ocio no entra en la recreación. El ocio, el esparcimiento. No solo no entra en consideración en la jornada de trabajo en las personas, tampoco se considera a la familia, Como si fuéramos máquinas de una jornada laboral volvés a tu casa, te acostás, te levantas y volvés a trabajar.

AR: Creo que el tema del descanso viene a recuperar el sentido de aquella Constitución de 1949, que después retoma el artículo 14 bis, al que tenemos que ponerlo en práctica. La sociedad ha cambiado, ha habido un avance de las tecnologías. Nosotros y nosotras, que somos dirigentes gremiales, tenemos la obligación de empezarlo a hacerlo efectivo. Por qué creo que a veces esto de formarnos, de capacitarnos, de querer generar otras herramientas para los trabajadores viene acompañado de empezar a generar los tiempos y los espacios para que eso también suceda. Tenemos el desafío de construir un mejor mundo del trabajo. No significa que trabajar es ser más productivo. La pandemia nos ha demostrado que en muchos lugares de trabajo, con menos horas, la productividad no ha bajado, lo demuestran ejemplos en Europa y el mundo. Tenemos que ver desde donde se aborda la discusión y qué objetivo queremos alcanzar hacia el futuro y a ese mundo del trabajo. Qué queremos para el futuro como proyecto de país.

Empezar a definir las condiciones de ese trabajo y de salud de los trabajadores. Son discusiones que las tenemos que poner en agenda por que es obvio que las tecnologías están y están para quedarse. Entonces ahí hay cuestiones, que como siempre decimos desde los espacios de los trabajadores, lo que no regula la parte trabajadora lo va a regular la parte empleadora y nunca va a ser en favor del sector trabajador. Uno no puede mirar para otro lado cuando hay una realidad que te golpea todos los días con respecto a que cambió y va a seguir cambiando en el mundo del trabajo. Y tenemos que, obviamente, estar a la altura de las circunstancias para dar esas discusiones.

AL: Aportando sobre ese tema. Hay un fuerte desafío. El abordaje desde una mirada integral, no parcializada. ¿Y por qué hablo de esta integralidad? Justamente, la pregunta que vos hiciste que tiene que ver con el avance de lo tecnológico, bueno, no entrar con la falsa dicotomía de la herramienta de lo que implica el trabajo en la organización y en el orden de la vida social.

VE: ¿La reducción de jornada laboral sería una forma de crear más puestos de trabajo genuino?

AL: ¿Por qué no? Porque si uno aborda desde una mirada integral y hay que ver como esa jornada laboral se aplica en cada sector permitiría teniendo en cuenta los sectores. Una variable puede ser bajar el desempleo, también aumentar el consumo. Mirá, te voy a dar otro ejemplo. El otro día charlaba con compañeros de SADOP que en pandemia realizó una encuesta sobre condiciones laborales y salariales a nivel nacional sobre un universo de ocho mil trabajadores. Y se está replanteando muy fuertemente como aportar una visión integral a la jornada laboral para este cuadernillo.  En la jornada laboral en el sector docente nadie trabaja en realidad cuatro horas quince, sino que trabaja ocho horas. Eso ha traído una sobrecarga y sobreexigencia en nuestra salud. Son todas las horas que uno trabaja en su casa corrigiendo, planificando. Digo, que mirada aporta el sector educativo en su conjunto a este abordaje de integralidad. Como también te diría qué lugar aporta desde los sectores que tiene que ver con la salud y de la medicina a está mirada, pero que implica también bajar el desempleo y que debe ir acompañado de políticas de cuidado. Por qué no sea cosa que bajar determinadas cuestiones en la vida cotidiana de la carga de trabajo implique que las compañeras mujeres no vayamos al ocio y al esparcimiento, sino al cuidado

AR: Sino al mayor cuidado de la casa.

AL: Claro. Por eso hablo de la integralidad. Porqué esto está en agenda, pero debe ir acompañado de otras políticas públicas también.


Alejandra López, de SADOP CABA.

VE: Cuánto cuesta reconocer que la tarea de cuidados es un trabajo…

AL: Estamos mejor, hemos avanzado. Se ha puesto en agenda el trabajo de cuidado. Y hemos podido o estamos en camino de recuperar y abrazar el valor simbólico, económico y social que tienen los trabajos de cuidado. Y este es un proceso y eso debe ir acompañado de políticas públicas.

AR:  Lo que significa en nuestro país ese trabajo de cuidado.y como decía también Ale, ese valor económico, ese valor social que en la mayoría de las veces fue invisibilizado. O sea, lo que nosotros hacemos casi siempre en nuestros cuadernillos es poner esa discusión en la mesa. Y que sobre todo sea tema de discusión para después poder plantearnos ese sistema integral de cuidado que realmente necesitamos para construir esa sociedad más justa que queremos. Es parte de entender que ese trabajo son tareas que se entienden como feminizadas y que cuando hablamos también de la paridad lo que significa que ese trabajo de cuidados no sea asumido solamente por las mujeres y lo que significa en valor tiempo también.

VE: ¿ Cómo han ido trabajando las particularidades de los distintos trabajos en la construcción del proyecto de reducción de jornadas?

AR: Estamos haciendo las distinciones porque tiene que ver con esto, con la diferencia de los sectores y de las grandes urbes con las provincias.  No se puede hablar en términos generales porque como vos decías antes ya hay actividades que de por sí, estatutariamente o por sus convenios colectivos de trabajo, tienen jornadas reducidas por cuestiones de salubridad. En términos generales, normar o establecer determinados parámetros seguramente generaría conflictos hacia otro sector o hacia otra actividad. Entonces lo que si estamos planteando es esto, siempre hay que ver y regular después por cada uno de los sectores y actividades a partir de las especificidades. Eso es algo que lo tenemos que elaborar y se puso en discusión porque también hay sectores dentro del sector público que ya tienen, jornadas de siete horas en vez de ocho. En nuestro caso, yo soy trabajadora no docente en la UNDAV, los trabajadores no docentes tenemos por convenio colectivo una jornada de siete horas. Hay convenios que ya tienen digamos, determinadas regulaciones por fuera de la jornada de 48 horas y ocho diarias. A veces la reducción de la jornada laboral no significa necesariamente las horas también a veces hay planteos y hay ejemplos de otros países que están viendo el tema de menos días.

 


Ana Ruggiero.

VE: Te iba preguntar eso, que hay experiencias y debates en los que se está considerando también otras forma que sería reducir la cantidad de días laborables.

AR: Hay ejemplos de países que fueron también, paulatinamente ¿No? O sea, yo tomé, estoy estudiando el caso de Colombia que está en un proceso de pasar de las cuarenta y ocho horas que tenían a cuarenta y dos para llegar a unas treinta y seis. Pero lo hacen en procesos y hacen también evaluaciones de esos procesos, que me pareció muy acertado en cuanto no solamente a la productividad, sino a estos objetivos que se quieren alcanzar. O sea, plantear también el trabajo por objetivos. Digamos, no es solamente plantear la reducción horaria sino plantear también los objetivos de ese trabajo en esa reducción horaria. Que se alcancen igual los objetivos, que obviamente no se vaya en contra de la cuestión salarial del trabajador o la trabajadora y en eso, por ejemplo, uno de los casos que me llamó la atención y que estamos trabajando es el de Finlandia. Ahí lo que demuestran en los estudios que han realizado sobre esta disminución en cuanto a la jornada laboral, habla del aprendizaje, del trabajo cooperativo, dentro de un grupo de trabajo, como mejoró el trabajo en equipo, como mejoró la organización del trabajo internamente en los lugares en donde se ha establecido. La cuestión del aumento del turismo que tiene que ver con esa posibilidad del aumento de descanso. O sea, la producción también y la activación de otros sectores que estarían también creciendo en base a esta reducción de la jornada.

VE: Interesante porque de lo que se trata es de poner en el centro el trabajo como organizador ¿Qué es lo que organiza una sociedad? El trabajo es un debate tan integral y nada fácil planteárselo en nuestro país donde es mayor el porcentaje de trabajo informal que el formal

AR: Lo que yo creo es que esto también, como antes lo nombraba Alejandra, da la posibilidad de generación de empleo. Que sea un empleo registrado. Desde el Estado y todos los espacios hay que generar estrategias para la construcción de empleos digno. Un empleo digno es un empleo registrado y es eso también lo que en las discusiones pasadas que tuvimos con respecto al teletrabajo, es esa sombra oscura de todo aquello que no se regula puede ser y casi siempre es perjudicial para el trabajador o la trabajadora. El futuro del mundo del trabajo priorizando sobre todo las cuestiones de salud de los trabajadores y trabajadoras y apuntando a un salario digno ese trabajo digno.  Estamos retomando esas discusiones que hoy nos toca en el mundo pospandemia y tenemos la obligación como dirigentes y dirigentes de ponerlo a la discusión y de tratar de darle una solución a eso porque es lo que se viene y tenemos que estar a la altura de dar esas discusiones.

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