Corriente Federal de Trabajadores
Hoy se confirmó el rumor que venía dando vueltas en los últimas semanas, Jorge Triaca (H) renunció a la Secretaría de Trabajo que abandonará a partir de mañana tras una conferencia de prensa. La figura de Triaca venía golpeada a partir de una serie de denuncias por irregularidades en las intervenciones de sindicatos y el escándalo público con el despido vía whastapp, con exabrupto incluido, de su empleada Sandra Heredia. Los rumores le asignan refugio como funcionario en El Vaticano
La parábola de la gestión de Triaca como encargado del Ministerio de Trabajo fue declinante. Al momento de conformar el Gabinete, Triaca fue elegido por su buen diálogo con un sector del sindicalismo construido a partir de conocer a muchos dirigentes por ser el hijo de Jorge Triaca, referente de los trabajadores del Plástico y ex Ministro de Trabajo durante comienzos del menemismo.
La principal característica que tuvo en su función fue la de defender a los sectores patronales, imponiendo a los trabajadores techos a las negociaciones paritarias, dilatando y no homologando convenios colectivos por encimas de las cifras que el Gobierno pautaba (siempre a la baja) como referencia o administrando los magros REPRO disponibles para surfear la crisis inducida al sector productivo con la apertura de importaciones, la baja en el consumo interno y los tarifazos. Tampoco faltaron las multas millonarias a gremios como Camioneros y Suteba y la no validación de autoridades electas por los afiliados.
También fue una gestión donde fueron intervenidos media docena de gremios y persecución en el caso de los jueces que fallaron a favor de los trabajadores.
Un capítulo turbio de la gestión de Triaca se dio en la intervención de los gremios recibiendo una andanada de denuncias por malversación y desvío de fondos, por ubicar allí a familiares y personas de su cercanía.
El caso de Sandra Heredía disparó la caída de la figura del hasta mañana Secretario de Trabajo. Empleada particular de la familia Triaca, fue ubicada en la intervención del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) donde cobraba un salario cumpliendo tareas en la quinta familiar en lugar de hacerlo en el gremio. Poco de la transparencia que el Gobierno le prometió a la sociedad.
También recibió denuncias por desvío de fondos durante la intervención de la Unión del Personal de Seguridad de la República Argentina (Upsra).
Asimismo, el secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de Control de Admisión y Permanencia de la República Argentina (Sutcapra), Leandro Nazarre, había presentado el pasado martes una denuncia contra Triaca por la presunta comisión de los delitos de abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Otro golpe que recibió fue tras la reconversión de ministerios que efectuó Macri a comienzos de septiembre cuando la estructura del Gobierno estaba sacudida por la devaluación del peso. Allí el Ministerio de Producción con Dante Sica a la cabeza absorbió al Ministerio de Trabajo que pasó así a ser Secretaría bajo su órbita. Una medida que marca la orientación política del Gobierno degradando al Ministerio encargado de mediar la relación con los trabajadores, pero también un momento donde la figura de Triaca estaba visiblemente dañada.
¿Es culpa de Triaca que haya crecido el desempleo, el desplome del poder adquisitivo, el cierre masivo de pymes y la escasa protección de los trabajadores en los conflictos? Lo cierto es que eso es parte de una política de Gobierno que no la define el Ministerio, sino que cumple la función que le destinan. Un engranaje de las políticas antipopulares de Cambiemos. Lo que sí vale destacar es que a tono con la herencia familiar, Triaca cumplió un papel efectivo como garante de esas medidas. La historia le destinará un lugar opaco, la de un funcionario más que hizo su tarea de espaldas y en favor de intereses que no son los del pueblo.
LEONARDO MARTÍN
